¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.

capítulo dos : ¿algo más que un entrenador?

papi nunca fue tan natural con papá desde un comienzo, siempre tenía miedo e inseguridades apoderándose de toda su persona, hacer las cosas mal era su mayor temor. Él solía contarme sobre sus citas y experiencias, sobre lo que pasaba por su mente en esos momentos.

Hoy podría considerarse un día tranquilo como cualquier otro día, comportamientos extraños e incómodos de parte de viktor, pláticas largas, selfies, las cosas que solían compartir juntos en los momentos donde estaban unidos, misma cosa que era todos los días. El comportamiento que tenía viktor solía hacer estallar en carcajadas a yuri gracias al sentido de humor sarcástico y extraño, las pésimas bromas, viktor era increíble. 

— yuri. —sus manos entrelazó contra el pelinegro, mirando sus ojos con calma, yuri le transmitía paz.

— dime. —contestó sin poder perder de vista el mar, en la costa donde se encontraban sentados, tomando sus manos y disfrutando de la hermosa vista del lugar. El agradable sonido de las olas transmitía una calma interna realmente hermosa, el viento que venía, el aroma, el clima, todo era perfecto. 

— ¿qué te gustaría que fuera para tí?

— quiero que viktor siga siendo viktor. 

— pero, ¿te incomoda algo de mí?

— por supuesto que no, desde que llegaste mi vida es mejor, estar contigo me transmite una paz interna difícil de describir.

— me alegra haberte elegido y ser tu entrenador. —susurró con una sonrisa en su rostro, incluso si no lo mostraba abiertamente, las palabras de yuri solían hacer sentir a viktor una calidez increíble. — eres más cálido que una almohada.

— me lo dices a diario, lo sé.

— contesta mi pregunta, ¿qué quieres que sea para tí? — preguntó, dándole una galleta a makkachin, acariciando los cabellos del canino. — ¿un hermano, un amigo del alma quizá? —yuri negó a ambas, sin perder mirada hacia el mar. — ¿un novio? puedo intentarlo. 

—sí. —pensó inmediatamente en su respuesta, contradiciéndose a sí mismo rápidamente. —es decir, no. —susurró entre excusas murmuradas, mismas que no eran audibles para viktor, era yuri hablando con yuri.

hasta el final, papi siempre se sonrojó ante las palabras que decía papá o cuando solían patinar juntos.

—¿por qué no? me gustaría casarme contigo por cierto, serías yuri nikiforov, o quizá yo sería viktor katsuki, ninguna suena realmente mal.

—n...no, es decir, ya sabes, no creo que... —yuri se vió interrumpido ante la repentina acción de viktor, mismo que tomó su celular, abrazando a yuri por los hombros.

— ¡esta va para instagram! — exclamó tomando diversas fotos con su celular, yuri no entendía del todo en qué momento había activado la cámara de su celular.

— nunca entenderé cómo es que tomas el celular tan rápido.

— oh yuri, pasa que no tengo muchas fotos contigo.

—¿casi no tienes? tienes una carpeta de fotos conmigo, incluso compraste una memoria para poder almacenar más fotos. Incluso le pediste fotos mías a Pichit de cuando era niño, que por cierto no me queda claro de dónde las sacó.

— abrázame. — soltó ignorando por completo las acusaciones de yuri, causando en el mismo nada más que una sonrisa, seguido de un "qué remedio". Yuri le abrazó con fuerza, haciendo un movimiento circular en la espalda de viktor con la palma de su mano, la calma que se transmitían ambos era única sin duda alguna. — para mí, eres más que un estudiante. — prosiguió, susurrando en el oído del pelinegro con un tono de voz característico suyo en situaciones de suma tranquilidad. — eres muy importante para mí, que por cierto, tu informe de carpetas tuyas es incorrecto, tengo distintas carpetas con nombres distintos, dependiendo la situación, me gusta admirarlas cuando me siento triste, aún si pasamos todo el día juntos, también tengo carpetas del banquete.

— eso es algo...aterrador, viktor, eres un stalker. 

— lo dice quien tiene su habitación decorada con fotos mías, su celular lleno de presentaciones mías y todo en sí sobre mí. —susurró en voz baja, para sí mismo. Afortunadamente yuri no había escuchado sus palabras. 

—además, ¿de ese GPF? — susurró en un tono de voz desganado, abrazando sus piernas y dejando su cabeza reposar sobre estas. 

— yuri, debes dejar atrás el pasado, el pasado es lo que es: pasado. Lo que sucedió ya no es un acontecimiento realmente importante ahora, ¿lo sabes, cierto? además, tengo esas fotos por que admiré tu rostro con determinación, podía notar como quizá habías practicado arduamente para poder estar ahí, eso es admirable.

— ¿cómo puedes saber eso? estabas en entrevistas y firmando cosas entre la multitud. 

— en la sala de espera también hay televisores, en los vestidores pasa o mismo, captaste mi atención desde la primera vez que vi tu rostro en la pantalla, no está de más decir que un profesional en el tema suele comprender y darse cuenta de ello, las personas que estamos en la cima como yo tuvimos que pasar por miles de dificultades también, al menos yo no nací estando en la cima, nadie lo hace.

— ¿en verdad?

— por supuesto que sí, confía en mí.

papá siempre fue realmente positivo incluso cuando él no se sentía realmente seguro de sí mismo. Hacía todo lo posible por ver a su esposo feliz,  incluso si eso costaba sus ganas.