— cariño, ¿cómo te sientes? no se te ocurra levantarte de la cama, hoy estarás centrado en cuidarte y descansar, ¿bien? —yuri entró a la habitación que compartía con su esposo, dejando la bandeja de aluminio que portaba una taza de té negro y aspirinas en la mesita de noche al lado de la cama. Viktor había tenido malestares a la mañana siguiente previa de su presentación, había llegado a incluso colapsar frente al azabache esa misma mañana debido al intenso dolor de cabeza.
— me siento mejor, cariño, no tienes que preocuparte tanto por mí. —viktor, quien se encontraba recostado en la cama se sentó en la misma removiendo la bolsa de gel frío que yacía sobre su cabeza, misma que yuri había colocado gracias a la repentina fiebre que tuvo. El azabache lo tomó de los hombros para acostarlo lentamente una vez más, colocando la palma de su mano sobre la pálida frente de su esposo, misma que hacía contraste al sonrojo provocado por la alta temperatura del cuerpo de viktor.
— ¿no tengo qué? claro que tengo, eres mi esposo y tanto como tú me cuidas a mí no pasará nada si por un día me dedico a cuidar de tu salud, hoy me encargaré de todo, que sigues teniendo fiebre y hace unas horas te desmayaste, quizá fue todo el estrés acumulado entre estos días cobrando factura en tu salud, relájate, ¿sí? —yuri dejó un beso sobre la sonrojada mejilla de su esposo, quien con una expresión decaída le observaba con atención. Yuri estaba en lo cierto y no era capaz de negarlo, pero, la idea de que ajenos cuiden tanto de su persona le parecía egoísta e incómoda para sí, incluso si su cuerpo le pedía a gritos un descanso.
sentía que su deber era cuidar de quienes ama y proteger a aquellos a quienes tiene un vínculo especial, como lo es el que tiene con yuri, por esa misma razón pensar en ser cuidado y necesitar por una vez ese trato le parecía demasiado pedir, algo incorrecto, por que jamás pensó en ello con anterioridad.
nunca se puso a sí mismo antes que quienes amó tan sólo un momento.
después de unas horas de sueño, mismas que no sintió debido a quedarse dormido repentinamente, abrió sus ojos, encontrándose completamente sólo en la habitación una vez más. Los paños fríos que reposaban en su cabeza le dieron a entender que yuri había cuidado de él mientras dormía, y entre un profundo suspiro se acostó de lado, observando el anillo sobre su dedo.
— ¿despertaste? —yuri entró a la habitación, y con una mueca de cansancio en su rostro se acostó a su lado, dejando escapar de lo profundo de su garganta un exhaustivo suspiro—, estoy cansado.
— gracias por cuidar de mi, lo valoro demasiado cariño —besó los labios del azabache, quien sonriendo entre el beso juntó su cuerpo junto al ajeno, acariciando sus plateados cabellos—, eres un esposo increíble, ¿lo sabes, no es así?
— lo sé —contestó con una cálida sonrisa mostrándose en su rostro, después de colocar la palma de su mano sobre la mejilla izquierda de viktor—, por cierto, ¿de qué querías hablarme hace rato?
— quiero abrirme mis sentimientos y amarguras a tí, siento que, eres el único que se ha abierto emocionalmente hacia mí, cosa que no sueles hacer con nadie más que conmigo —dirigió su mirada hacia el azabache, quien con un rostro de sorpresa le observaba—, quiero descargar esos sentimientos amargos que llevo encima contigo.
— soy todo oídos, cielo —contestó con una sonrisa cálida mostrándose y adornando dulcemente sus belfos, mismos que enloquecían por completo a viktor. Tomó su mano para entrelazarla junto a la suya, besando la misma con sutileza—, estará bien, es bueno deshacerse del peso que llevamos encima, cuando nos expresamos de alguna forma sentimos como la carga en los hombros se va, mismo que es realmente gratificante, especialmente ahora mismo, que sospecho te has enfermado por el estrés que has tenido toda esta semana gracias al bebé y tu entrenamiento, quizá más cosas te agobian y eso influye más de lo que crees.
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¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.
Fanfictiondespués del Grand Pix Final, yuuri y viktor decidieron formalizar su relación en privado, entre sus planes a futuro y el proceso de aprender a amarse el uno al otro, no contaron con la inesperada noticia que recibirían, y cambiaría su vida por compl...