#72 · Mañanas grises. ·

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A la mañana siguiente, se encontraban un azabache y un peliplata abrazados el uno al otro ocultos entre las blancas sábanas de su amplia cama. Fueron los rayos de sol los que despertaron al azabache, quién abrió sus ojos suavemente observando a su marido acurrucado en su pecho con una de sus piernas encima de sus caderas, se notaba una expresión algo triste y melancólica en sus ojos, lo cual hacía estremecer el corazón del menor.

No fueron más de 5 segundos los que tardó  en recordar todo lo que había pasado el día anterior. 

Y no fue necesario hacer memoria.

Todas las mañanas su pequeño azabache con unos preciosos ojos azules como los de su padre llegaba y despertaba a ambos con una sonrisa y todo su cabello alborotado diciendo:

"¡mami, papi ya salió el señor sol!"

y eso era suficiente para que ambos le dieran un beso en la mejilla para despertar y darle los buenos días a Sarah y a Makkachin, el cuál ya era bastante mayor y casi no hacía nada más que estar en las piernas de alguno de los Nikiforov con los ojos cerrados y las orejitas abajo.

Aunque fuese un día maravilloso, el clima y el aire estuvieran delicioso, al igual de la calidez del sol y las pocas nubes que habían dejarán ver el cielo azul por la mañana, para ellos simplemente no se veía así.

Era un día triste.

El sentimiento de preocupación y culpa no dejaron descansar a Viktor y a Yuri, por lo que no tuvieron una noche agradable. 

Esto influía en parte a Sarah, la cuál estaba confundida, realmente ella no entendía el porqué su hermanito no estaba con ella y el porqué sus papis estaban tan angustiados. 

Sí, se dió cuenta de que Yuu se había perdido y no lo encontraban, estaba preocupada por eso, pero era muy pequeña para entender la gravedad del asunto. 

Por lo que, simplemente el ambiente familiar en la casa de los Nikiforov estaba algo apagado. 

Unos momentos después entró la mamá de Yuri por la puerta principal de la casa.

  — ¡Buenos días! perdón por no avisar que me quedaría a dormir con Natsuki... —  sonríe y después mira a su familia, hace una pequeña mueca. —  hum....¿pasó algo?

Yuri soltó un ligero suspiro mientras seguía sacando las cosas para el desayuno del congelador. 

  —  Bueno, ayer pasaron muchas cosas. —  interrumpe Viktor. 

— Oh... —  dejó su bolso en el sofá he hizo una mueca. —  ¿dónde está Yuu? ¿sigue dormido?

Defintiviamente era un momento demasiado incómodo para la familia Nikiforov. 

  — Mamá...no sabemos dónde está Yuu. — interrumpió el azabache.

—  ¿a qué te refieres con eso? —  preguntó empezando a preocuparse ligeramente. 

—Mamá...—  Yuri la tomó de la mano y la guió al sillón, una vez se sentó en este soltó un suave suspiro. 

—  me estás preocupando...¿qué sucede?

— Ayer como sabes fuimos al parque de diversiones en el centro. ¿no? bueno...Yuu soltó mi mano por unos segundos y...pasamos todo el día buscándolo...y los oficiales actualmente están buscando, hay carteles por algunos lugares de la zona... —sus ojos se llenan de lágrimas.—  él...se perdió. Y no hay nada que nosotros podamos hacer...la policia está a cargo de la investigación y nos pidieron que regresemos a casa.

Hiroko lo obsevó unos momentos, después miró de reojo a Viktor, el cuál estaba frustrado sentado en la mesa, con Sarah tratando de consolarlo. Fue en ese momento dónde entendió a la perfección lo que pasaba, entró en pánico por unos momentos, pero entendía cuál era la situación actual de la familia, por lo que no podía entrar en pánico y llorar, eso no ayudaría. Puesto que sabía que seguramente tanto Yuri como Viktor, la han pasado mal todo este tiempo. 

Ella sabe perfectamente lo que es perder a un hijo. Perdió a Yuri cuando era más pequeño, lo encontró a las horas pero sin duda es la peor experiencia que uno como padre puede pasar.

Suspiró y abrazó a Yuri, el cuál al instante empezó a llorar desconsoladamente en sus brazos, sus sollozos fueron suficientes para que Viktor de igual forma empezara a llorar.  

Las horas transcurrieron algo lentas y con el mismo ambiente incómodo y tenso. El desyuno fue callado, la comida fue lo mismo. Viktor se fue a trabajar algo tarde y no volvería hasta la noche, Yuri aún tiene que estár en reposo cuidando de la pequeña History, la cuál apenas era una recién nacida y necesitaba mucho de su "mami" ahora mismo. 

Toda la mañana transcurrió casi con la misma normalidad de siempre, excepto por el ambiente, el cuál era silencioso y tenso. 

Unos momentos más tarde, el teléfono de Yuri empezó a sonar, este se dirigió rápidamente a él y en menos de 4 segundos contestó. 

  — ¿diga? 

¿Nikiforov Yuri?

— Sí...¿quién es usted?

Soy el oficial que habló con usted ayer por la noche. Tenemos una pequeña noticia de su hijo.

— ¿qué sucede? — preguntó suavemente nervioso, estaba realmente preocupado, su corazón latía por mil. 

  — Al parecer, el pequeño fue tomado por un vagabundo. No sé sabe si sea hombre oh mujer oh si sólo sea uno. Según un pequeño informe de un ciudadano que ayer en la noche precisamente iba pasando y encontro a alguien, no sabe bien distinguir si era hombre oh mujer que tenía a un niño de cabello azabache y precisamente ojos azules llorando. Al parecer lo estaba acunando oh algo parecido. Hace unos minutos vino a hacer la declaración, y precisamente ahora vamo a ivestigar el lugar donde nos dijo que había visto eso. 

  — ¡¿por qué no dijo nada ayer en la noche cuándo lo vio?!

  — Por que, apenas hoy se dió por confirmado que estaba perdido. Apenas hoy se anunció en las noticias la desaparición de su hijo. Y precisamente dijo que recién vió eso vino corriendo aquí. 

Yuri empezó a llorar, pasando sus manos por su cabello, bastante alterado. 

  — Por favor, no entre en pánico. Debe de mantener la calma y estar seguro de que todo estará bien. ¿sí? 

  — ¡No puedo mantener la calma si me acaban de decir que mi hijo está con un vagabundo!

  Se quedó en silencio unos momentos, para después suspirar.

  — Lo necesitamos aquí en las oficinas de la policia para aclarar el informe y enseñar algunas imágenes, para que se confirme por los padres las vestimentas que llevaba. ¿puede venir?

En ese momento, Yuri tomó las llaves de su casa rápidamente, su madre ya había escuchado todo, por lo que dejó claro que se quedaría con las dos pequeñas, rápidamente entró al auto y lo encendió, acelerando considerablemente. 

  — Ya voy en camino. —fue lo único que dijo, antes de cortar la llamada.













¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora