capítulo veintiuno: lazos.

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— yuri, tengo que admitirlo. Te subestimé, tienes más resistencia de la que creía. — se dejó caer contra la cama, jadeante. Habían pasado la noche entera haciendo el amor, viktor consideró que quizá yuri tendría menos humor de hacerlo y menos energías debido al embarazo, de prueba estaba sus excesivas horas de sueño y cómo caminar unas calles era suficiente para que terminase agotado, pero no fue así, viktor fue quien terminó completamente agotado y sin poder dar más, mientras yuri lo montaba sin mostrar una pizca de querer parar.

Fue una noche intensa para ambos, pero el humor del azabache había mejorado.

— sobre ir a japón, lo estuve pensando y me gustaría ir una vez la bebe nazca, quizá a mi mamá le de un infarto, pero creo que es mejor opción, me asusta que tenga asusta lunes problema estando en el avión.

— pienso lo mismo, entonces esperaremos hasta que nazca, entonces viajaremos. — musitó una vez reguló su respiración, tomando una toalla con intenciones claras de tomar una ducha. — ¿te gustaría desayunar algo? lo normal sería que tengas mucha hambre.

— no tengo antojo particular de nada, pero sí quiero desayunar. — le contestó con una sonrisa en el rostro, antes de ponerse de pie en la cama para estirar su cuerpo frente la ventana de la recámara. Soltó un pequeño quejido en un instante, colocando una mano sobre su vientre.


— ¿qué pasa?

— nada, lo mismo de siempre, patadas en la costilla. — no tenía remedio alguno. La bebé era particularmente activa en todo momento, sea la hora que sea, pero para misma curiosidad y desdicha, en las consultas estaba durmiendo u ocultaba su rostro entre sus pequeñas manitas, era un caso serio.

Ambos tomaron una ducha, siendo la misma rápida y fría para poder comenzar su día de manera apropiada y relajada. No pasaron demasiados minutos cuando el timbre de la casa empezó a sonar repetidas veces, causando intriga en el peliplata, quien teniendo un nombre en mente se acercó a la puerta.

— yo abro, seguro es yurio. — dijo entre risas viktor, escuchando desde fuera la clara voz de otabek pidiendo que deje de ser tan brusco en casas ajenas, una discusión entre esta peculiar pareja muy normal. Abrió la puerta de la casa, recibiendo a ambos con una sonrisa. — hola, bonitos.

— dile al cerdo que quiero comer katsudon, ahora mismo, él lo prepara mejor que cualquier restaurante asqueroso de aquí.


— perdón por la visita tan repentina, estos días ha tenido una actitud muy agresiva y con hambre todo el tiempo, no he podido hacer gran cosa.

— ¿me estás diciendo glotón? — yuuri le dedicó una mirada en amenaza, arqueando una ceja.

— no, jamás mencioné esa palabra.

— ¿ahora asumes que estoy mintiendo, otabek altin sin lo altin abajo? — otabek, con una mueca en el rostro se limitó a suspirar con cansancio.

— tampoco dije eso, yura.


— ¿por qué me levantas la voz? — gritó al moreno con notable molestia en su tono de voz, viktor, quien se encontraba observando la discusión en la puerta, sólo pudo suspirar con una sonrisa de confusión en su rostro.

— no levanté la voz.


— ¿qué les parece si entran? — viktor entró en la discusión que habían creado ambos, sabía que de no poner un alto, yurio extendería la discusión hasta causar un ambiente realmente incómodo.

Ambos entraron a la casa de la pareja de comprometidos, siendo recibidos por yuri con dos vasos de agua, dejando los mismos sobre el porta vasos en la mesita de la sala, sentándose al lado de viktor en el cómodo sofá color chocolate que daba un toque rústico en su hogar.

— me he percatado que tu embarazo no se nota realmente demasiado. — comentó otabek al azabache, — es decir, tu vientre no ha crecido considerablemente. A diferencia de yuuri.... — hizo una pequeña pausa, mirando de reojo a su pareja, quien con una pierna encima del sofá y otra con un cojin, lo observó atentamente mientras comía. — ¿cómo dijiste que se llamaba el médico?

—¡cállate, no estoy gordo!

— estás comiendo demasiado y a mí nunca me prestas atención cuando te digo las cosas, necesitas una dieta que sea saludable. — su tono de voz era tranquilo, sin enojo.

— se llama markov, su consultorio no está realmente lejos de aquí. Yuri le había dado una hoja con el nombre y número telefónico. — contestó el peliplata, jugando con los cabellos de su prometido, mismos que seguían húmedos y olorosos a rosas debido a su reciente ducha. — pronto estará mejor, es sólo una etapa donde sus hormonas están un poco fuera de lo normal.


— espero que estés en lo cierto, viktor. Mi cartera no da para más al cumplir sus antojos o cosas que quiere comprar para nuestros hijos, no lo veo mal, pero creo que puedes comprender cómo es yuuri estando enojado.

La relación entre otabek y viktor había mejorado considerablemente una vez se volvieron unidos gracias a ambos yuri, una relación tensa, donde otabek solía encontrarse disgustado ante la presencia de viktor en todos los concursos aplastando a los demás concursantes, además de no tolerar su personalidad tan egocéntrica en muchos momentos, así podía verlo otabek, ahora puede verlo de otro modo. Está agradecido por el apoyo que tiene de parte de la pareja ante ambos y la relación que habían formado era quizá la única y primera que había conseguido a lo largo de su vida con tal sencillez.

— siempre dicen que las personas embarazadas alimentan por dos, en este caso por tres, deben saber que eso no es verdad, debes seguir consumiendo la misma cantidad de alimentos y nutrientes para los bebés, por supuesto más nutrientes, ya que ambos comparten las vitaminas y muchas veces uno come más que el otro, de ahí que muchos gemelos uno nazca más delgado que el otro, al menos eso leí, cumple sus antojitos, pero deben también tener cuidado con ello. — comentó viktor, dejando la copa de vino sobre la mesita de cristal que había frente suyo. — yurio, piensa en tus hijos, otabek nos pidió que te apoyemos en esta etapa y eso queremos hacer.

— creo que a ustedes puede escucharlos mejor que a mí.

— hmp, ya, lo tendré en cuenta. — susurró recargando su cabeza sobre el hombro del moreno, quien rodeo sus hombros con su brazo.

— eres como un hijo menor.

¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora