#76. - Un embarazo realista.

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Extra.

 — Otabeck, estoy embarazado. — musitó Yurio, bastante avergonzado. 

A pesar de ya tener un par de mellizos actualmente, esas palabras significaron realmente bastante para nuestro amado Otabeck. 

  — ¿lo estás?— preguntó, tratando de procesar la información. — lo estoy. — recibió como respuesta. 

— nosotros, usamos protección, ¿no es así?— contestó el azabache, recibiendo una mirada de preocupación por parte de su pareja.

— lo hicimos. 

— ¿entonces?

— recuerda que al usar condones el riesgo de un embarazo disminuye un 90%, casi totalmente seguro. Pero, ¿qué con ese 10%, Beka? — Otabeck suspiró, removiendo los cabellos de su frente.

En realidad, lo que realmente ocurría no era la falta de economía que poseía la pareja, el problema es que ellos en realidad, ya no querían tener más hijos. Estaban totalmente satisfechos y felices con sus dos pequeños, en sus planes no había ningún "hay que tener más hijos adelante", no eran como Viktor, el cuál si por el fuera, si Yuri sale embarazado de cuatrillizos, ¡no habría ningún problema! Yurio no quería ser una fábrica de bebés.

 — ¿estás bien?

— No. 

— ¿quieres que te dé un abrazo y te diga que todo va a estar bien como una escena romántica?

— No.

— ¿querés tenerlo?

— No lo sé. 

—  ¿quieres abortar?

— ¡No! ¡Otabeck deja de preguntar tanto, me estresas, la puta madre! 

 — Está bien, lo lamento. 

  — Mejor, abrázame, por favor. — susurró el pequeño rubio, estirando sus brazos a su pareja. Otabeck no pudo negarse, por lo que inmediatamente lo envolvió en un cálido abrazo, besando su cabeza.  — Hay que tenerlo, al bebé. No perdemos nada en tenerlo, pero sí dinero en realizar un aborto, Yura. No estamos mal económicamente, tenemos una casa estable, familias y amigos que nos apoyan, además que ésta casa tiene tres habitaciones.

— Pero son las habitaciones de Nicole y Andrew.

  — Podemos poner su cuna en nuestra recámara, será más fácil atenderlo por las noches; ¿recuerdas cuando vivíamos en aquel departamento chico? — Yurio aceptó con la cabeza, Otabeck sonrió.—  vivimos en ese departamento, de una habitación con los dos bebés en nuestra misma habitación, no fue incómodo. Cuando cumplieron el año y empezaron a dormir pacificamente toda la noche sin llorar, ahí fue cuando nos mudamos a ésta casa, que es más amplia que la anterior. 

— puede que seamos patinadores profesionales, pero no somos millonarios al igual que Viktor y Yuri. Tenemos dinero, sí. Pero no lo suficiente para mantenerlos sin mover ni un sólo dedo. Yo tendría que volver a dejar de patinar, tu tendrías que apañartelas completamente sólo para mantener los gastos de los cuatro.

  — Sí, pero no es ninguna molestia, lo sabes perfectamente. — Yurio hizo una mueca.

— Pero no me gusta dejarte a ti todo el trabajo. 

— ¿quién fue el que te embarazó?

— tú, imbécil. 

  — Entonces éste imbécil se hará cargo de todo, cariño. 

¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora