— mira, sarah, papá está en la televisión, ¿lo miras? qué apuesto se ve, ¿no lo crees? —yuri dirigió su mano al gran televisor que se encontraba frente el sofá donde estaba sentado junto con su pequeña bebé—, no te quedes dormida esta vez, que tienes la manía de tu padre con quedarse dormido mientras hablamos antes de dormir.
la pareja se encontraba por la noche en cama, abrazados el uno al otro mientras conversaban de distintos temas en un intento de conciliar el sueño, el azabache, quien pensó su esposo seguía despierto debido a las caricias que dejó sobre su abultado vientre hace tan sólo unos segundos.
— sabes, viktor. Podrán pasar los años y me seguirá pareciendo increíble que el anillo en mi dedo vaya junto al tuyo, es tan perfecto que me cuesta creerlo. Sé que te lo digo demasiado, pero para mi esto es como un sueño hecho realidad, ¿sabes? te amo tanto que me es difícil explicarlo, me dan ganas de llorar cada pienso en cuanto te amo. —yuri permaneció en silencio, sin saber cuál sería la reacción de su esposo ante la repentina declaración que le había sido dada, unos segundos más tardes tomó la mejilla de su esposo, volteando su cabeza para comprobar si realmente se había quedado dormido, mismo que confirmó; estaba profundamente dormido. Los nervios y vergüenza recorrieron por el rostro del azabache hasta que se reflejó en sus calientes mejillas, le había dejado hablando solo. Optó por darle un golpe en la cabeza y darse la vuelta para dormir, causando una reacción de susto en viktor, quien le miró con un puchero de completa confusión, preguntándose a sí mismo el por qué de tan repentino golpe.
— eres viktor nikiforov, no necesitas mi suerte —yakov, quien con el abrigo de viktor en manos le miró, recibió una mirada de sequedad por parte de viktor, quien se acercó a su lado desde el lado del hielo.
— claro que necesito tu suerte, tú mejor que nadie sabes que no soy nada especial además de un humano con un poco de talento y más suerte que los demás, deja de resaltar mi apellido en todo momento, mi padre no está aquí ahora, soy yo por mi cuenta, mis lazos con él fueron rotos a la fuerza hace muchos años ya. —se permitió ser egoísta tan sólo por un segundo, necesitaba para sí mismo descargar un poco el peso que se había acumulado en sus hombros durante tanto tiempo, y había descubierto después de tantos años. Viktor amaba a su padre, siempre lo haría, es la figura paterna que tuvo durante toda su infancia y su amado padre, pero había sido explotado por dinero y fama, cosa que era lo que más detestaba que las personas hicieran; estar a su lado por lo que puede ofrecer material, aprovechando cada gota de él, ¿viniendo de su propio padre? le generaba una rabia interna de la cual tuvo que lidiar durante varios años en un intento de perdonarlo para poder tener la tan anhelada paz interior, para dejar atrás el resentimiento.
— ¡un cuádruple, espectacular! —los aplausos y gritos del público se escucharon, sacando a viktor de sus propios pensamientos durante tan sólo un momento, ¿por qué estaba pensando en todo aquello en un momento como ese? no lo comprendía, pero por alguna razón tenía tantos pensamientos en sí que concentrarse en deslumbrar al público no era su principal prioridad, por primera vez en años no fue así.
— tenemos dos triples saltos, excelente rotación.
— se ve demasiado distraído, ¿en qué piensas, viktor? —yuri, quien con atención observó las ocasiones donde el rostro de su pareja se vió enfocado, recargó sus codos en la pequeña mesa de cristal frente a el, sarah se había quedado dormida por completo, por lo que prefirió recostarla sobre su pecho.
— viktor se ve distinto esta vez.
— claro que lo está, ese idiota lo más probable es que no me escuchó, está patinando sin ser consciente de sus propios pasos, eso es demasiado arriesgado de su parte —dijo yuuri, el rostro de enojo en su rostro era algo que podía verse de lejos—, maldita sea, viktor.
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¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.
Fanfictiondespués del Grand Pix Final, yuuri y viktor decidieron formalizar su relación en privado, entre sus planes a futuro y el proceso de aprender a amarse el uno al otro, no contaron con la inesperada noticia que recibirían, y cambiaría su vida por compl...