otabek y yuuri caminaban por las heladas calles de moscú, ninguno necesitaba decir palabra alguna para poder sentirse en calma, con la simple presencia del otro el ambiente era pacífico y hermoso, sin rumbo fijo y dedicándose a observar así la bella ciudad que entre dulces y tímidos rayos de sol asomándose entre las grises nubes iluminaban parte de las preciosas y llenas de historia estructuras y edificios.— ¿qué sucede, yuuri? — rompió el hielo del silencio que reinaba a ambos, llamando su atención. Hace ya un rato podía observar a su pareja disgustado por alguna razón.
— nada, sólo me molesta que seas más alto que yo, me hace sentir inferior.
— creo que hay una ventaja en eso, en ser más bajo que yo.
— ¿qué ventaja puede haber? no se me ocurre ninguna, todo lo que no puedo alcanzar o hacer lo haces tú y eso no me gusta.
— cuando te abrazo, puedes escuchar mi corazón, el cual solamente late por ti. — el moreno lo atrajo hacia su pecho, uniéndose en un abrazo con él, dejando la cabeza del rubio reposando sobre su pecho, donde se encontraba su corazón. Podía escuchar los rápidos latidos en el pecho de otabek, siendo inundado ante una sensación de amor enorme.
— ah, lo haces a propósito, ¿no es así?
— me encanta verte sonrojado, no te lo voy a negar.
por su parte, con viktor y yuri.
— yuri, ¿cómo te sientes?
— hoy especialmente me siento muy bien, tengo energías y buen humor.
— me alegra saberlo, desde que nos enteramos de ella no has estado en la mejores condiciones.
— lo sé, aunque ahora mismo está pateando realmente fuerte, anoche estuvo en calma.
— eso es sano, quiere decir que se está desarrollando correctamente.
— lo es, pero en ocasiones siento como patea mi costilla y duele.
— espero que se calme pronto. — musitó con dulzura en sus palabras, acariciando sus mejillas. — yuri, te extraño.
— qué dices, siempre estás a mi lado, a todo momento, menos en las mañanas, cuando estás en el trabajo.
— no me refiero a eso. — susurró para sí mismo, acariciando el vientre abultado de su prometido. — estoy contigo por que necesito estar a tu lado, eres mi medalla de oro más preciada.
— lo sé, cariño. — el azabache le regaló una cálida sonrisa, acariciando los platinados cabellos de su pareja con suma calma. — tan sólo unas semanas más y ya tendremos a nuestra preciosa princesa en nuestros brazos.
— no puedo esperar a tenerla a nuestro lado.
(...)
—papi. ¿cuándo conoceré a mi hermanito?
— muy pronto cariño. ¿jugaras con el, verdad? como su hermana mayor tendrás que cuidarlo y protegerlo, especialmente cuando nosotros no estemos aquí.
— seré la mejor hermana mayor, ya verás. Lo ayudaré a patinar y le enseñaré muchas cosas, no lo dejaré utilizar sus medallas de oro para jugar, son importantes para ustedes, ¿cómo se llamará?
— no lo sabemos aún, tenemos "history" en mente. Es un nombre simbólico para tu padre y para mí.
— ¡es un lindo nombre! papi...
— ¿qué sucede cariño?
— ¿cuándo regresara papá? — preguntó un un pequeño puchero, era la misma pregunta de todas las tardes.
— muy pronto, sabes que está muy ocupado, seguro regresa cansado, así que intenta no gritar demasiado mientras juegas.
— ¡espero que me traiga muchos dulces!
— seguro que sí, anoche hablé con la abuela, te extraña mucho. ¿te gustaría dejarle un mensaje de voz? se pondrá muy feliz.
— ¡Si! sarah extraña mucho a los abuelos, extraño la deliciosa comida que hace mi abuela.
— papi yuri también los extraña mucho. Pero muchas veces para cumplir tus objetivos y deseos tienes que dejar atrás muchas cosas, en este caso yo y tu padre estamos muy ocupados aquí, por eso no podemos viajar a japón a menudo.
— lo entiendo, ¿dónde está yurio? la última vez que nos vimos me prometió comprarme un tigre de mascota, ¿me dejarías tenerlo? — la pequeña se sentó en las piernas de su padre, tarareando la canción que solía cantarle yuri para dormir.
— oh bueno, hmh, voy a comentarlo con tu padre, cariño.
— ¿podemos ir a tomar un helado? hace mucho no salimos a por un helado, quiero uno.
— sí, ¿porque no? ponte algo para salir entonces, yo te ayudaré con tus zapatitos.
(...)
— sé que no es el momento, pero hace mucho no tenemos nuestro momento para sólo tú y yo, ya sabes, un poco de intimidad. — susurró el peliplata contra el oído de su adormilado esposo.
— huele bien, qué hambre hace. — sin escuchar ni prestar especial atención a las palabras de su prometido, se vió atraído por el cálido aroma proveniente de la cocina, provocando una risa de parte de viktor al darse cuenta de que fue ignorado por completo.
— claro, hice de desayunar tu amado platillo, cielo. — susurró dándole un pequeño beso en la nariz del azabache, aferrándose con fuerza al cálido cuerpo de su pareja.
— ah, viktor, sobre eso...— yuri se sentó en el borde de la cama, tomando sus lentes de la mesa de noche. — yo, yo también quiero...si quieres, esta noche...
— perfect. — una sonrisa ladina se mostró en el rostro del peliplata, depositando un cálido beso sobre las mejillas de su pareja. — buenos días, cariño.
— buenos días cielo.
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¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.
Fanfictiondespués del Grand Pix Final, yuuri y viktor decidieron formalizar su relación en privado, entre sus planes a futuro y el proceso de aprender a amarse el uno al otro, no contaron con la inesperada noticia que recibirían, y cambiaría su vida por compl...