Es imposible detener el tiempo: pasa y lo cambia todo.

645 3 0
                                        

Puedes dejar pasar el tiempo, que se lleve tu vida y, según tú, tus problemas. Pero esos problemas vuelven, el tiempo los trae de vuelta como las olas del mar devuelven a la orilla lo que no quieren. Los problemas no desaparecen con el tiempo, sólo se van...para regresar tarde o temprano. Y mientras dejas que pasen los años, estás dejando pasar también tu vida, eso que forjaste poco a poco con el tiempo y que él mismo te va a quitar.
 Las tormentas removerán la tierra bajo la que enterraste aquello que querías esconder para siempre, pero todo vuelve. ¿Las golondrias? Vuelven. ¿El hijo pródigo? Vuelve. Todo vuelve, antes o después, cuando menos te lo esperes, porque 'para siempre' es mucho tiempo.
Volver no es malo: te ayuda a recordar, y quizás a arreglar. Arreglar aquello que dejaste atrás, para olvidar. Aquello que hizo daño y que no quisiste enmendar porque tu orgullo era demasiado fuerte. Te cegaba y no te dejaba ver.
Y cuando te arrepentiste, ya era demasiado tarde. No podías volver atrás. No podías detener el tiempo, darle la vuelta a las manecillas del reloj y cambiar el destino. ¡Eso es! El destino. Está ligado al tiempo de alguna manera. Están atados con largas cuerdas que no podemos ver. Y vivimos entre ellas, nos enredamos y caemos, sin saber exactamente qué nos hizo tropezar.
Es como una maraña de cosas incomprensibles, que suben y bajan, que cambia a su antojo.
Y nosotros, ¿qué somos? Simples marionetas. Marionetas del destino, movidas por el tiempo.
No podemos hacer nada contra ello; simplemente hacer como si no existiera. Arreglar las cosas cuando se debe en vez de esperar, reír en los momentos en los que hay que reír, y llorar cuando hay que llorar.
Es imposible detener el tiempo: pasa y lo cambia todo. Y lo peor es que te arrastra consigo.

b a s o r e x i aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora