WANDERLUST

18 1 0
                                    

 Lo llaman wanderlust,
ese deseo irrefrenable de escapar
muy
lejos.
¿Nunca habéis sentido que una palabra encaja perfectamente en la comisura de tu corazón? Y palpita, en un silencio atronador.
Es una de esas palabras que dices: joder, tiene que ser mía. Tenemos que ir de la mano para que me recuerde, cada día, que la meta está siempre un poco más alta aunque avances mil pasos hacia arriba.
Pero muchas veces se multiplica el peso sobre los hombros, y ya sabéis que yo tengo problemas de espalda: me pesan un par de alas que de momento no me funcionan pero que espero poder desplegar en la cima.
Y además, la gente espera demasiado de mí. Y yo, yo puedo acostumbrarme a esa presión durante un tiempo, pero nadie entiende que soy un espíritu libre, que nada puede atarme a la tierra. Por eso, por mucho que (te) quiera, que (te) eche de menos o que me aleje de mi hogar, seguiré siempre queriendo ir pintando de colores cada atardecer del mundo que han visto mis ojos.
Sólo quiero atarme,
y con doble nudo,
a esa palabra que me grita cada noche
que si quiero,
puedo irme.  


b a s o r e x i aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora