Leer; te alimenta y te mata en cada libro.

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¿Alguna vez te has parado a pensar lo peligroso que es leer? Sinceramente. Creo que es la cosa más peligrosa que conozco.

Los adultos están obsesionados con ello; "aprendes más vocabulario", "eres más inteligente", "potencia la imaginación" y demás pamplinas, pero creo que lo que realmente quieren es que entremos en mundos donde podamos ser quien queramos todas las veces que queramos.

La primera vez que tienes un libro en la mano, es el primer día de tu condena. Es como una droga, un empieza y no para.

Los libros dejan de ser hojas de papel encuadernadas con letras impresas formando oraciones con sentido, a ser portales a otro mundo. Visto desde el mundo racional parece algo estúpido y sin sentido, pero también es la gente racional la que tiene el alma más gris.

Abres un libro, una puerta, y cuando menos te lo esperas esa puerta se cierra y la historia que escondía se acaba y muere, y te deja ahí, indefensa, curiosa por saber qué pasará más allá de lo que la imaginación del autor ha llegado. Y lo peor de todo son los días posteriores; has estado viviendo una historia completa durante cuatro días intensivamente, y de repente desaparece como un plumazo, y tú te quedas medio muerta, en un limbo entre la realidad y la ficción en la que muchas veces te encuentras a ti misma mirando al vacío, rememorando escenas de los libros tal y como tú te las habías imaginado.

Y sientes que parte de ti ha muerto con en final de esa historia.

Y ahí empieza el bucle.

Un libro. Y otro. Y otro más. Y una saga y una trilogía y tropecientosmil libros divididos entre tu estantería, la de tu hermana, la del salón, el portátil, el ebook y la biblioteca. Y forjas tu personalidad poco a poco, y coges el romanticismo de una protagonista, y la valentía de otra, y las rabietas y las manías de otra, y tú misma te conviertes en otro personaje de libro formado a través de todas las partes de ti que mueren un poco cada semana.

Y no puedes evitar intentar que tu vida se parezca a tu libro favorito, y que el hombre de tu vida tenga pinceladas aquí y allá de los personajes que te enamoraron más, y te obsesionas y tu mente permanece la mitad del tiempo en lugares que solo tú y un par de afortunados más conocen.

Leer; te alimenta y te mata en cada libro.

b a s o r e x i aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora