¿Por qué? No entiendo por qué siento esa impotencia al verte ahí parado, sonriente, como un sueño, inalcanzable. Y me duele mucho. Me duele que me digas que no podras quedar mañana porque has quedado con otra; si, la que te gusta. Y el problema es que cada día me das más y más motivos para que me gustes. Y tengo miedo de enamorarme, porque sé que si lo hago, me dolera más que ahora. Y que esas cosas insignificantes como aquel beso en la frente, o la forma en la que nos saludamos, me crea demasiadas ilusiones. Y tú no te das cuenta. Pero en mi sigue habiendo la pequeña esperanza de que lo que me cuentas sobre otras chicas, es para darme celos, y que tus pequeños gestos, son porque de verdad sientes algo. Y me aferro a ello desesperadamente. Y ahora solo me queda esperar y confiar. Esperar y confiar
