'Una vieja canción decía: "Tú lo sabes todo sobre la realidad del mercado y yo en eso soy un negado, pero para inventar lo que no existe quizás yo sea mejor... Tú tienes el dinero; yo la fortuna de encontrar flores en la basura. Porque para encontrar lo que no existe quizás yo sea mejor".
Pues entonces, déjate ya de cuentas y de cifras.
¿Sabes decir cuánto amor llevas dentro? ¿Un kilo? ¿Un litro?
No lo sabes, ¿verdad?
Entonces, olvida las matemáticas.
Inventa lo que no existe.
Porque lo que existe es de todos.Pero si consigues encontrar lo que no existe, bueno, entonces tienes algo sólo para ti. Y si alguien ve lo mismo que tú ves, es que has encontrado a alguien que te vive.
No lo dejes escapar. ¡Cógelo! ¡Vívelo! ¡Escríbelo!
Las historias son como las personas, no están hechas para estar solas.
En alguna parte del mundo hay alguien que vive una historia que se refleja en la tuya.
¡Mira a tu alrededor!
Ese alguien no está tan lejos de ti. Es la otra mitad del libro.
No pierdas tiempo escribiendo más páginas...
¡Búscalo!
El resto lo escribiréis juntos. Porque no hay nada más perfecto que dos historias que se entrelazan.'
'Y me encuentro aún aquí, hablándole al cielo. Tiene los brazos grandes y una sonrisa que sabe a destellos. Va completamente vestido, va vestido de estrellas. Da miedo este gigante que me acaricia la cabeza, que me ve vivir y no dice nada. Y quisiera contar sus estrellas, para conocerlo mejor, para saber que es mi amigo. Y de estrellas, ¿cuántas hay? Muchas, demasiadas.'
