Enamórate del que se fije,
del que te vea bailar bajo la lluvia y se empape de sonrisas.
Enamórate del que te deje en el lado de la ventanilla para poder aprenderse tus curvas,
del que te tape los antojos y te abra puertas a sorpresas que sean canciones o un beso, pero que sean inexpertas,
imperfectas,
sin razón de ser pero las más lógicas del mundo.
Enamórate del que com(prenda) la vela de tu bote salvavidas, pero eso es lo de menos si le abrasa la mirada con tan solo una caricia,
si no le importa que tus manos sean nerviosas porque hacen magia con los dedos.
Enamórate del que se de cuenta
de que no puedes parar de taparte,
de morderte
de esconderte,
del que se queda con los pequeños detalles.