Por eso lo llaman romper,
porque el vacío que dejan
es irremplazable.
porque es casi imposible
encontrar un pegamento
que vuelva a unir las piezas.
Y digo que es casi imposible porque a veces, aparecen unas manos que, con un intento a la desesperada, lo intentan.
Y aunque no llegan a fallar,
siempre queda arena
que se escurre entre sus dedos
y vuela hasta el recuerdo,
negándose
a que el vacío
se vuelva a llenar.