Capítulo cuatro

19.2K 781 7
                                    

Al aparcar entramos los seis riendo porque Blake ha perdido la carrera. Al entrar al portal de la gran mansión hay gente ya borracha a las doce de la noche , gente haciendo improperios y otra gente destrozando todo.

Imbéciles...

Desde fuera se puede oír la música de la playa, pero lo mejor de todo es que no sólo hay fiesta en la playa sino también dentro de la casa. Decidimos quedarnos un rato en la playa porque había demasiada gente. Y hace un calor increíble. Salimos de la terraza. La casa da con la playa al instante. Es un paraíso.

La gente baila eufórica y pegada. La música se oye estupendamente y la gente es un poco mejor que la de dentro. Me acerco a Kayla y para que me escuche.—. Voy a por bebida, ¿vienes?—Me acerco más mientras le hablo en el oído para que me escuche.

—Ve, yo no quiero nada, por ahora.—Responde feliz, me giro para caminar para ir, pero alguien me coge de la muñeca. Vuelvo a darme la vuelta inmediatamente para encontrarme con Dylan sonriendo.

—¿Te acompaño?—Pregunta sonriendo. Con esa sonrisa socarrona plantada en su cara.—. No, ¿quieres algo?—Le digo rápida mirando el chiringuito con luces de neón.

—Sí— Dice andando hacia el mini bar iluminado con luces de neón azules y verdes solo. ¿Éste es tonto? ¡Sí Kenya, no lo dudes!

Se detiene cuando llega a la barra, lo imito pero del otro lado del chiringuito con forma de círculo.—. ¿Qué necesitas hermosura?—Un chico rubio con los ojos marrones, alto y musculoso atendía la barra con una sonrisa seductora.

—Ponme algo normal, quiero ir calentando motores—Le pido devolviéndole la sonrisa.—. Enseguida preciosa.—Responde guiñándole un ojo. El chico llena mi vaso de plástico con un líquido rosa color fucsia.

—Aquí tienes. ¿Por cierto, tu nombre es?—Pregunta de manera seductora.—. Kenya—Digo sonriendo de vuelta.

—Bonito nombre, Kenya—Responde saboreando mi nombre antes de darme la copa.—. Gracias, como te llames, supongo—Le respondo nerviosa. Hay que decir que el chico es muy atractivo.

—Colton—Responde hábilmente con su nombre.—. ¿Te apetece bailar? He terminado mi turno—Me pregunta sonriendo, acercándose más a mí.

—Gracias aunque bueno, yo no sé—Comienzo a decir dudosa, ¿¡y si me viola!? ¿¡o me intenta drogar para raptarme!? No soy mucho de fiarme de gente que acabo de conocer.—. Vamos hermosa, no te haré nada, sólo bailar—Se acerca mas a mí, teniéndolo a unos pocos centímetros de mí.

—¡Te ha dicho que no!—Dice una voz conocida detrás mía. Me doy una hostia mental inmediatamente.

Oh ¿¡Enserio!?, ¡¿Es que no puede meterse en sus mierdas?!

—Qué eres, ¿su novio?—Vacila Colton riendo.—. Dylan, tranquilízate—Gruño entre dientes y me giro, mirándolo con una ceja levantada.

—Eso Dylan, estáte tranquilito—Se burla Colton de Dylan.—. Vámonos Kenya, no vaya a ser que...—Me ordena Dylan, pero Colton lo interrumpe.

—¿Sino qué? Si la chica quiere bailar conmigo déjala, no eres nadie para mandarle—Dice Colton posicionándose a mí lado, agarrando mi cintura. Ese acercamiento me molesta. Esto se está poniendo un poco violento.—. Vamos Kenya—Sentencia Dylan, observando el agarre de Colton hacia mí. Colton oprime más el agarre. Lo que provoca que Dylan pierda los estribos.

—¿Qué mierda te crees que haces tocándola? —Su mirada se vuelve oscura, incluso puedo verlo aún con las altas horas que son y el cielo oscuro. Esto no me gusta.—. Lo que me da la gana, ¿eh Kenya?—Y sin previo aviso pega sus húmedos labios en mi cuello succionando. Haciéndome remover del asco. Dejándome lo que seguro sería más tarde, un chupetón.

MI ESTÚPIDO BOXEADOR© ✓ [Libro I Hombres irresistibles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora