Capítulo 39

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Kenya

Conducimos hacia el semáforo más cercano que haya, dejando atrás el túnel y la autovía.

Conecto mi móvil por bluetooth al aventador y dejo que suene Halsey con "Him & I " y subo el volumen a todo lo que da ésto.

La letra me invade y no puedo dejar de traducir la letra a punto de llorar.

Sonrío nostálgicamente al saber que después de ésta madrugada todo se va a acabar y miro a Dylan sonreír como nunca.

Vamos ayá, si va a ser la última vez, que sea memorable

El sonido de Halsey y G-Eazy y el coche me invaden haciéndome feliz.

Llegamos al semáforo más cercano y nos paramos a la misma altura los dos.

Bajo la música y bajo la ventanilla.

— ¡¿Estás listo para perder contra mi bebé?! — El sonríe negando cona cabeza.

— Te voy a ganar. — Dice haciendo una careta con sus manos en su cara y sacando la lengua burlándose.

— Hasta tu casa. — Dice riendo, mientras me mira malévolamente.

— ¡Hecho! — Dice aceptando el reto.

Levanto la ventanilla y subo el volumen para escuchar mejor la canción.

Miro el semáforo que está en rojo y solo pienso en acelerar en cuanto se ponga en verde.

En cuanto eso pasa miro una última vez a Dylan y vuelvo la vista a la carretera, para meter primera y acelerar, meto cuarta y veo como el coche de Dylan se posiciona detrás de mí y yo acelero más, y veo la aguja marcar más de cien kilómetros por hora.

Debo admitir, que nunca había hecho una carrera callejera. La vez que me retaron Logan y Connor. Los dos chicos que me retaron a la carrera de vuelta a casa. Cuando los chicos me pillaron en el ajo.

No quería estrellarme a lo Paul Walker contra un árbol, que en paz descanse ese ángel. Lo amaba tanto. Siempre me encantaron todas sus películas de rápidos y furiosos.

Mis películas favoritas.

Me acuerdo el día que me enteré que falleció. Lloré como fan, e incluso fui al homenaje a llevar flores y velas en Los Ángeles.

Dejando a parte a mi querido Paul Walker. Tuve que esquivar a varios coches para no estrellarme con ellos.

Dylan en un abrir y cerrar de ojos me adelanta posicionándose delante de mí.

No te rías tan rápido.

Puede que se me den mejor las motos. Pero los coches son una pasión escondida que tengo.

Sin pensármelo más, acelero pisando el acelerador y esquivo a Dylan a su Audi R8, por cierto, ese coche es lo más. Me tiene engatusada.

Me río mentalmente de mi amor por los coches deportivos.

Me río mentalmente de mi amor por los coches deportivos

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MI ESTÚPIDO BOXEADOR© ✓ [Libro I Hombres irresistibles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora