Capítulo cinco

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El semáforo se pone en verde y no falta más para que yo esté en medio de los dos, os váis a enterar. Estoy bastante segura de que quieren ese beso mío y que van a hacer todo para ganar. El moreno va delante, yo detrás de él y el pelinegro detrás mío. Miro el carril contrario en busca de coches que vengan en dirección contraria a la nuestra, pero no se ve ninguno. Aprovecho y acelero a discientos cincuenta y seis kilometros por hora sobrepasando al moreno.

La carrera es hasta el próximo semáforo, cuando llego a este paro victoriosa a esperar a los otros dos. Que después de tres segundos aparecen y se paran en el semáforo. Bajamos los tres. Ellos me entregan cada uno cincuenta dólares.

¡Mami ha ganado!

—Me ha gustado correr contigo—Dice el moreno.—. Mi nombre es Connor y el de él es Logan—Dice el pelinegro.

—Encantada, el mío es Kenya—Sonrío dándoles un apretón de manos a los dos.—. Eres buena Kenya, deberías competir en las carreras ilegales, seguro que ganarías mucho.—Asegura Logan antes de encender un cigarrillo.

—¿Fumas?—Pregunta Logan invitándome. Niego automáticamente sonriente.—. Cuando necesites desahogarte con carreras llámanos muñeca, y te conseguimos una plaza para que compitas—Sonríe Connor. Le respondo de la misma manera.

—Gracias chicos—Les agradezco cogiendo un papel con dos números que me tiende Logan.—.Me hubiera gustado haber ganado ese beso. —Comenta esta vez Logan.

—A lo mejor a la siguiente lo conseguís—Digo riendo mientras monto en la Kawasaki ninja y les guiño un ojo. Arranco y me voy feliz, sin duda hoy ha sido un día cansado pero divertido. Cuando llego a la casa de Kayla, ellos ya han llegado.

¿Preparada para las preguntas?

Aparco sigilosamente y entro la llave rogando que ya se hayan ido a dormir todos. Giro la llave, empujo, mierda.

—Hola—Sonrío lo más inocente posible.—. ¿Qué tal la fiesta?—Digo sin dejar la sonrisa inocente y cierro la puerta a mis espaldas.

—Kenya Fox West, ¿dónde estabas cuando nos dijiste que venías hacia aquí?—Pregunta Kelly enfadada enarcando una ceja y cruzándose de brazos, mientras que Blake, Dylan , Kayla y Bryan me miran de la misma forma. Ruedo los ojos.—. Pues resulta que, que un camión de la basura se puso enfrente mía y no podía adelantarle—Digo, mintiendo sin quitar la sonrisa. Ella enmarca aún más la ceja y luego habla.

—Ya, y por que llevas un papelito que veo desde aquí con dos números—Dice astuta, sonriendo con maldad.

—¿Ahora sóis el FBI o qué?—Me siento en el sofá puf que hay a mi lado. Bryan se acerca a mí y me analiza.

—Has estado con dos hombres, uno moreno y otro peli negro, ¿a que sí?—Dice riendo.—. ¿Cómo, dices?—Me quedo perpleja.

—Te hemos visto—Dicen Bryan y Blake señalando a los demás.—. ¿Me habéis estado espiando? Esto es muy fuerte.

—No cambies de tema—Canturrea Kelly.—. Vale pandilla de Serlock Holmes ¿qué más información queréis? Ni que fuera esto madre mía, súper interesante.—Me rindo. ¡¿Por qué me siguen?! Ah, porque sus vidas son muy aburridas comparadas con la mía...

Jé.

(...)

Pesados.

Me han hecho contarles sobre las apuestas. Y después de media hora me dejaron irme a dormir.

Cinco y veintiséis de la madrugada. Oh perfecto, mañana no me pienso levantar ni muerta.

—¿Vas a quedarte ahí en medio mientras me cambio?—Pregunta Dylan divertido. Aún sigo enfadado con él.—. Ni que fueras el ombligo del mundo—Le respondo de manera lasciva.

MI ESTÚPIDO BOXEADOR© ✓ [Libro I Hombres irresistibles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora