Capítulo 30

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Dylan

Su cuerpo pálido descansaba en mis brazos, mientras que ella apenas me miraba.

Escaneé su cuerpo y sentí como mi corazón se apretujaba a mi pecho y se incrementaba un fuerte dolor en este

Estaba a punto de llorar, mis ojos se llenaron rápidamente de lágrimas, acumulándose el estos

- Te juro que voy a luchar por ti - dije mientras una lágrima caía rebelde por mi mejilla

El dolor que sentía era tan fuerte que por un momento deseé caerme al suelo y dejar que el me impregnara

Pero le prometí que lucharía por ella. Ella lo decía nada, su cuerpo sangraba y yo cada vez que la veía mientras caminabámos quería morirme

- Aguanta pequeña, aguanta - dije apresurando el paso

El ruido de disparos se hizo presente en la casa

Quería sacar alguna pistola, pero el cuerpo de ella me lo impedía

Pensé rápido y bajé de nuevo las escaleras hacía abajo con cuidado de no caernos

Tenía que sacarla de ahí sin derramar más sangre

Corrí hasta la gran puerta de ese garaje, busqué con la mirada algún interruptor, o algún mando para poder salir de ahí

Al no encontrarlo dejé a Kenya en el suelo y busqué rápidamente por los pocos muebles que habían en ese maldito garaje

Mi cuerpo temblaba y sentí que estaba pasando por un ataque de ansiedad

Me era difícil respirar, ya que un pinchazo de dolor vino al centro de mi pecho

Me desesperé y la abrí a la fuerza bruta, pateándola muy fuerte hasta que cedió y se abrió sola

Cuando se abrió lo suficiente como para que podamos salir los dos, volví a coger en brazos a Kenya

Me disculpé por el gritó ahogado que ella soltó por culpa de como la había levantado

- Aguanta mi niña, no cierres esos ojitos tan lindos que tienes - dije mirándola mientras que corría saliendo a la calle, di la vuelta a la casa y ví mi coche aparcado

Arranqué mi camiseta a la fuerza y la até a su abdomen para evitar que más sangre saliera de su cuerpo

Abrí la puerta de copiloto y la recosté bajando el asiento hacia atrás para que la herida no le doliera tanto. Cerré la puerta y di la vuelta a mi coche para entrar y pisar a fondo el acelerador

La miré varias veces, sus hermosos ojos me miraban cansados al borde de cerrarse

- No lo hagas - dije mientras más lágrimas salían de mis ojos

- No me dejes por favor - le dije volviendo a mirarla, agarré su pálida y delicada mano y la besé mientras que conducía

Tenía suerte de no estrellarme con ningún coche por la poca atención que le estaba dando a la carretera

No me importaba nada si no era por Kenya

Mis ojos se hincharon y mis manos siguieron temblando

Giré varias calles, puse el automático para las marchas y así podría agarrar su mano

Unas calles más y llegaríamos al Hospital

La miré y la ansiedad se apoderó de mí

- No !! NO LOS CIERRES MI AMOR, NO LO HAGAS, VAS A SALIR DE ÉSTA - dije apretando su mano

MI ESTÚPIDO BOXEADOR© ✓ [Libro I Hombres irresistibles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora