La Saeta de Fuego

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Narradora catrina 👻💀:

Harry y _____ no saben muy bien cómo se las han apañado para regresar al sótano de Honeydukes, atraviesan el pasadizo y entrar en el castillo. Lo único que saben es que el viaje de vuelta parece no haberles  costado apenas tiempo y que no se dan muy clara cuenta de lo que hacen, porque en sus cabeza aún resuenan las frases de la conversación que acaban de oír.

¿Por qué nadie les había explicado nada de aquello? Dumbledore, Hagrid, el señor Weasley, Cornelius Fudge... ¿Por qué nadie les habían explicado nunca que sus padres habían muerto porque les había traicionado su mejor amigo y su tío?

_____ no puede mirar a los ojos a Harry, se siente mal, pero, ¿Porqué Stefan y Damon le habían contado eso? Solo le habían dicho que sus padres murieron y que la protegieron. Tendrá una plática muy seria con sus dos tarados hermanos retrasado.

Ron y Hermione observan intranquilos a Harry y a _____ durante toda la cena, sin atreverse a decir nada sobre lo que han oído, porque Percy esta sentado cerca. Cuando suben a la sala común atestada de gente, descubren que Fred y George, en un arrebato de alegría motivado por las inminentes vacaciones de Navidad, ha lanzado media docena de bombas fétidas.

Harry, que no quiere que Fred y George le pregunten si ha ido o no a Hogsmeade, se va a hurtadillas hasta el dormitorio vacío y abre el armario.

Echa todos los libros a un lado y rápidamente encontró lo que busca: el álbum de fotos encuadernado en piel que Hagrid le ha regalado hacía dos
años, que está lleno de fotos mágicas de sus padres. Se sienta en su cama, corre las cortinas y comienza a pasar las páginas hasta que...

Se detiene en una foto de la boda de sus padres. Su padre saluda con la mano, con una amplia sonrisa. El pelo negro y alborotado que Harry ha heredado se levantaba en todas direcciones. Su madre, radiante de felicidad, estaba tomada del brazo de su padre y otras dos personas un hombre alto de cabello castaño con negro y ojos griseados azulados y una mujer medió pelirroja castaña. Y allí... aquél debe de ser. El padrino.

Harry nunca le había prestado atención.

Si no hubiera sabido que es la misma persona no habría reconocido a Black en aquella vieja fotografía. Su rostro no esta hundido y amarillento como la cera, sino que es hermoso y esta lleno de alegría. ¿Trabajaría ya para Voldemort cuando sacaron aquella foto? ¿Planeaba ya la muerte de las cuatro personas que había a su lado? ¿Se daba cuenta de que tendría que pasar doce años en Azkaban, doce años que lo dejarían irreconocible?

Harry: «Pero los dementores no le afectan —piensa, fijándose en aquel
rostro agradable y risueño—. No tiene que oír los gritos de mi madre cuando se aproximan demasiado...»

Harry cierra de golpe el álbum y vuelve a guardarlo en el armario. Se quitó la
túnica y las gafas y se mete en la cama, asegurándose de que las cortinas le
oculten de la vista.

Se abre la puerta del dormitorio.

Ron: ¿Harry? —pregunta

Pero Harry se queda quieto, simulando que duerme. Escucha a Ron que sale de nuevo y se dio la vuelta para ponerse boca arriba, con los ojos muy abiertos.

Siente correr a través de sus venas, como veneno, un odio que nunca ha
conocido. Puede ver a Black riéndose de él en la oscuridad, como si tuviera pegada a los ojos la foto del álbum. Ve, como en una película, a Sirius Black haciendo que Peter Pettigrew (que se parece a Neville Longbottom) volar en mil pedazos. Escucha (aunque no sabe cómo es la voz de Black) un murmullo bajo y vehemente: «Ya está, Señor, los Potter y los Salvatore me han hecho su guardián secreto...» Y entonces aparece otra voz que se ríe con un timbre muy agudo, la misma risa que Harry escucha dentro de su cabeza cada vez que los dementores se le acercan.

Siempre a tu lado (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora