Siempre a tu lado (Harry Potter y tu)

La Invitación

Dedicados a: @serch2038, @DanielaAcostaLopez , @iramalvarez11, @cmmv2004. Si quieren dedicatorias dejen sus respuestas en los comentarios.

Narradora sufriendo de Frío del Estado de México:  

Los tres Dursley ya se encuentran sentados a la mesa cuando Harry llega a la cocina. Ninguno de ellos levanta la vista cuando él entra y se sienta. El rostro de tío Vernon, grande y colorado, está oculto detrás de un periódico sensacionalista, y tía Petunia corta en cuatro trozos un pomelo, con los labios fruncidos contra sus dientes de conejo.

Dudley parece furioso, y da la sensación de que ocupa más espacio del habitual, que ya es decir, porque él siempre abarca un lado entero de la mesa cuadrada. Cuando tía Petunia le pone en el plato uno de los trozos de pomelo sin azúcar con un temeroso «Aquí tienes, Dudley, cariñín», él la mira ceñudo. Su vida se ha vuelto bastante más desagradable desde que ha llegado con el informe escolar de fin de curso.

Como de costumbre, tío Vernon y tía Petunia han logrado encontrar disculpas para las malas notas de su hijo: tía Petunia insiste siempre en que Dudley es un muchacho de gran talento incomprendido por sus profesores, en tanto que tío Vernon asegura que no quería «tener por hijo a uno de esos mariquitas empollones». Tampoco da mucha importancia a las acusaciones de que su hijo tiene un comportamiento violento. («¡Es un niño un poco inquieto, pero no le haría daño a una mosca!», dice tía Petunia con lágrimas en los ojos.)

Pero al final del informe hay unos bien medidos comentarios de la enfermera del colegio que ni siquiera tío Vernon y tía Petunia pueden soslayar. Daba igual que tía Petunia lloriquee diciendo que Dudley es de complexión rece, que su peso es en realidad el propio de un niñito saludable, y que está en edad de crecer y necesita comer bien: el caso era que los que suministran los uniformes ya no tienen pantalones de su tamaño. La enfermera del colegio ha visto lo que los ojos de tía Petunia (tan agudos cuando se trata de descubrir marcas de dedos en las brillantes paredes de su casa o de espiar las idas y venidas de los vecinos) sencillamente se niega a ver: que, muy lejos de necesitar un refuerzo nutritivo, Dudley ha alcanzado ya el tamaño y peso de una ballena asesina joven.

Y de esa manera, después de muchas rabietas y discusiones que hacen temblar el suelo del dormitorio de Harry y de muchas lágrimas derramadas por tía Petunia, da comienzo el nuevo régimen de comidas. Ha pegado a la puerta del frigorífico la dieta enviada por la enfermera del colegio Smeltings, y el frigorífico mismo ha sido vaciado de las cosas favoritas de Dudley (bebidas gaseosas, pasteles, tabletas de chocolate y hamburguesas) y llenado en su lugar con fruta y verdura y todo aquello que tío Vernon llama «comida de conejo». Para que Dudley no lo lleve tan mal, tía Petunia ha insistido en que toda la familia siga el régimen. En aquel momento le sirve su trozo de pomelo a Harry, quien nota que es mucho más pequeño que el de Dudley.

A juzgar por las apariencias, tía Petunia piensa que la mejor manera de levantar la moral a Dudley es asegurarse de que, por lo menos, pueda comer más que Harry.

Pero tía Petunia no sabe lo que se oculta bajo la tabla suelta del piso de arriba. No tiene ni idea de que Harry no esta siguiendo el régimen. En cuanto éste se ha enterado de que tiene que pasar el verano alimentándose de tiras de zanahoria, ha enviado a Hedwig a casa de sus amigos pidiéndoles socorro, y ellos ha cumplido maravillosamente: Hedwig ha vuelto de casa de Hermione con una caja grande llena de cosas sin azúcar para picar (los padres de Hermione son dentistas); Hagrid, el guardabosque de Hogwarts, le ha enviado una bolsa llena de bollos de frutos secos hechos por él (Harry ni siquiera los ha tocado: ya había experimentado las dotes culinarias de Hagrid); en cuanto a la señora Weasley, le ha enviado a la lechuza de la familia, Errol, con un enorme pastel de frutas y pastas variadas. El pobre Errol, que es viejo y débil, tardó cinco días en recuperarse del viaje. __________ le mando muchos dulces muy populares en América.