Siempre a tu lado (Harry Potter y tu)

Hueso, carne y sangre

Maratón 3 / ?

Narra Harry: 

Siento que mis pies dan contra el suelo. La pierna herida flaqueó, y caigo de bruces. La mano, por fin, suelto la Copa de los tres magos.

Harry: ¿Dónde estamos? -preguntó.

Volteó a ver a _________ que se está levantando con cuidado, lo que me sorprende es lo que se ve de sus brazos. Están grises como piedra, se acomoda el suéter que  le  ubre los brazos.

Cedric sacude la cabeza. Se levanta, con atuda de __________ me ayudan a ponerme en pie, y los dos miramos en torno.

Hemos abandonado los terrenos de Hogwarts. Es evidente que hemos viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se ven las montañas que rodean el castillo. Nos encontramos en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se puede ver tras un tejo grande que tenemis a la derecha. A la izquierda se alza una colina. En la ladera de aquella colina se distinge apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.

Cedric mira la Copa y luego a ________ y a mi.

Cedric: ¿Te dijo alguien que la Copa fuera un traslador?—pregunta.

Harry: Nadie —respondo, mirando el cementerio. El silencio es total y algo inquietante—. ¿Será esto parte de la prueba?

Cedric: Ni idea —dice. Parece nervioso-. ¿No deberíamos sacar la varita?

Harry: Sí —asiento, contento de que Cedric se hubiera anticipado a sugerirlo.

________: Esto está muy raro, y se me hace familiar todo este lugar, pero ¿donde lo que visto?

Sacamos las varitas. Sigo observando a mi alrededor. Tengo otra vez la extraña sensación de que nos vigilan.

_________: Alguien viene —dice de pronto.

Escudriñando en la oscuridad, vislumbro una figura que se acerca caminando derecho hacia nosotroa por entre las tumbas. No puedo distinguirle la cara; pero, por la forma en que anda y la postura de los brazos, pienso que lleva algo en ellos. Quien quiera que es, es de pequeña estatura, y lleva sobre la cabeza una capa con capucha que le oculta el rostro. La distancia entre nosotro se acorta a cada paso, permitiéndonos ver que lo que lleva el encapuchado parece un bebé... ¿o es simplemente una túnica arrebujada?

Bajo un poco la varita y echó una ojeada a Cedric y a _________. Estos le devuelve una mirada de desconcierto. Uno y otro vuelven a observar al que se acerca, que al fin se detiene junto a una enorme lápida vertical de mármol, a dos metros de ellos. Durante un segundo, __________, Cedric, yo y el hombrecillo no hacemos otra cosa que mirarnos.

Y entonces, sin previo aviso, la cicatriz empieza a dolerme. Es un dolor más fuerte que ningún otro que hubiera sentido en toda mi vida. Al llevarme las manos a la cara la varita se me resbala de los dedos. Se me doblan las rodillas. Caigo al suelo y me quedo sin poder ver nada, pensando que la cabeza me va a estallar.

Desde lo lejos, por encima de mi cabeza, escucho una voz fría y aguda que dice:

Xx: Mata al otro y a ella, entierrale las estacas.

Entonces escucho un silbido y una segunda voz, que grita al aire de la noche estas palabras:

Xx2: ¡Avada Kedavra!

A través de los párpados cerrados, percibo el destello de un rayo de luz verde, y escucho que algo pesado cae al suelo, a mi lado. El dolor de la cicatriz alcanza tal intensidad que sintió arcadas, y luego empieza a disminuir. Aterrorizado por lo que vere, abro los ojos escocidos.