La cicatriz

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Narra Harry: 

Me encuentro acostado boca arriba, jadeando como si hubiera estado corriendo. Acabo de despertarme de un sueño muy vívido y tengo las manos sobre la cara. Mi antigua cicatriz con forma de rayo me arde bajo mis dedos como si alguien me hubiera aplicado un hierro al rojo vivo.

Me incorporó en la cama con una mano aún en la cicatriz de la frente y la otra busco en la oscuridad las gafas, que están sobre la mesita de noche. Me los pongo, el dormitorio se convierte en un lugar un poco más nítido, iluminado por una leve y brumosa luz anaranjada que se filtra por las cortinas de la ventana desde la farola de la calle.

Vuelvo a tocarme la cicatriz. Aún me duele. Enciendo la lámpara que tengo a mi lado y me levanto de la cama; cruzo el dormitorio, abro el armario ropero y me miró en el espejo que hay en el lado interno de la puerta. Un delgado muchacho de catorce años me devuelve la mirada con una expresión de desconcierto en los brillantes ojos verdes, que relucen bajo el enmarañado pelo negro. Examinó más de cerca mi cicatriz en forma de rayo de mi reflejo.

Paresco normal, pero sigo escociéndolo. Intento recordar lo que he soñado antes de despertarme. Ha sido tan real... Aparecen dos personas a las que conozco, y otra a la que no. Me concentró todo lo que pudo, frunzo el entrecejo, trato de recordar... Vislumbró la oscura imagen de una estancia en penumbra. Hay una serpiente sobre una alfombra... un hombre pequeño llamado Peter y apodado Colagusano... y una voz fría y aguda... la voz de lord Voldemort. Sólo con pensarlo, siento como si un cubito de hielo se me deslice por la garganta hasta el estómago.

Aprieto los ojos con fuerza e intentó recordar qué aspecto tiene lord Voldemort, pero no puedo, porque en el momento en que la butaca gira y él, lo veo sentado en ella, el espasmo de horror lo ha despertado... ¿o ha sido el dolor de la cicatriz?

¿Y quién es aquel anciano? Porque ya tengo en claro que en el sueño aparece un hombre viejo: Lo he visto caer al suelo. Las imágenes me llegan de manera confusa. Me vuelvo a cubrir la cara con las manos e intento representar la estancia en penumbra, pero es tan difícil como tratar de que el agua recogida en el cuenco de las manos no se escurra entre los dedos.

Voldemort y Colagusano han hablado sobre alguien a quien han matado, aunque no puedo recordar su nombre... y han estado planeando unos nuevos asesinatos: el de _______ y el mío.

Aparto las manos de la cara, abro los ojos y observó a mi alrededor tratando de descubrir algo inusitado en mi dormitorio. En realidad, ha hay una cantidad extraordinaria de cosas inusitadas en mi: a los pies de la cama hay un baúl grande de madera, abierto, y dentro de él un caldero, una escoba, una túnica negra y diversos libros de embrujos; los rollos de pergamino cubrían la parte de la mesa que deja libre la jaula grande y vacía en la que normalmente descansaba Hedwig, mi lechuza blanca; en el suelo, junto a mi cama, hay un libro abierto. Lo he estado leyendo por la noche antes de dormirme. Todas las fotos del libro se mueven. Hombres vestidos con túnicas de color naranja brillante y montados en escobas voladoras entran y salen de la foto a toda velocidad, arrojándose unos a otros una pelota roja.

Vou hasta el libro, hasta él y observó cómo uno de los magos marcan un tanto espectacular colando la pelota por un aro colocado a quince metros de altura. Luego cierro el libro de golpe. Ni siquiera el quidditch (en mi opinión, es mejor deporte del mundo) puede distraerme en este momento. Dejo Volando con los Cannons en su mesita de noche, me voy al otro extremo del dormitorio y retiro las cortinas de la ventana para observar la calle.

El aspecto de Privet Drive es exactamente el de una respetable calle de las afueras en la madrugada de un sábado. Todas las ventanas tienen las cortinas corridas. Por lo que distingo en la oscuridad, no hay un alma en la calle, ni siquiera un gato.

Siempre a tu lado (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora