El Cáliz De Fuego

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Narra Harry:

Ron: ¡No me lo puedo creer! —exclama asombrado cuando los alumnos de Hogwarts, formados en fila, vuelve a subir la escalinata tras la comitiva de Durmstrang—. ¡Krum, Harry! ¡Es Viktor Krum!

Hermione: ¡Ron, por Dios, no es más que un jugador de quidditch! —dice.

Ron: ¿Nada más que un jugador de quidditch? —repite, mirándola como si no pudiera dar crédito a sus oídos—. ¡Es uno de los mejores buscadores del mundo, Hermione! ¡Nunca me hubiera imaginado que aún fuera al colegio!

________: ¡Ron, cállate o si no te doy con la Santa chancla!—dice harta—.

Volvemos a cruzar el vestíbulo con el resto de los estudiantes de Hogwarts, de camino al Gran Comedor, veo a Lee Jordan dando saltos en vertical para poder distinguir la nuca de Krum. Unas chicas de sexto revuelven en sus bolsillos mientras caminaban.

Xx: ¡Ah, es increíble, no llevo ni una simple pluma! ¿Crees que acceda a firmarme un autógrafo en el sombrero con mi lápiz de labios?

—¡Pero bueno! —bufó Hermione muy altanera al adelantar a las chicas, que habían empezado a pelearse por el lápiz de labios.

_________: Se que es un buen jugador y todo, pero no es para llevar el fanatismo a un nivel tan extremo—dice—.

Ron: Voy a intentar conseguir su autógrafo —dice—. No llevarás una pluma, ¿verdad, Harry?

Harry: Las dejé todas en la mochila —contesto.

Nos dirigimos a la mesa de Gryffindor. Ron pone mucho interés en sentarse orientado hacía la puerta de entrada, porque Krum y sus compañeros de Durmstrang siguen amontonados junto a ella sin saber dónde sentarse. Los alumnos de Beauxbatons se han puesto en la mesa de Ravenclaw y
observan el Gran Comedor con expresión crítica. Tres de ellos se sujetan aún bufandas o chales en torno a la cabeza.

Hermione: No hace tanto frío —dice, molesta—. ¿Por qué no han traído capa?

_________: Dejalos, costumbres de cada una de las escuelas—responde—.

Ron: ¡Aquí! ¡Ven a sentarte aquí! —dice entre dientes—. ¡Aquí! Hermione, __________, háganse a un lado para hacerle sitio...

Hermione: ¿Qué?

___________: Ni que estuviéramos tan gordas, Weasley.

Ron: Demasiado tarde —se lamenta con amargura.

Viktor Krum y sus compañeros de Durmstrang se han colocado en la mesa de Slytherin. Veo que Malfoy, Crabbe y Goyle parecen muy ufanos por este hecho. En el instante en que miró, Malfoy se inclina un poco para
dirigirse a Krum.

Ron: Sí, muy bien, hazle la pelota, Malfoy —dice de forma mordaz—. Apuesto algo a que Krum no tarda en calarte... Seguro que tiene montones de gente lisonjeándolo todo el día... ¿Dónde creen que dormirán? Podríamos
hacerle sitio en nuestro dormitorio, Harry... No me importaría dejarle mi cama: yo puedo dormir en una plegable.

Hermione exhala un sonoro resoplido.

Harry: Parece que están mucho más contentos que los de Beauxbatons —comento.

Los alumnos de Durmstrang se quitan las pesadas pieles y miran con expresión de interés el negro techo lleno de estrellas. Dos de ellos toman los platos y las copas de oro y los examinan, aparentemente muy impresionados.

En el fondo, en la mesa de los profesores, Filch, el conserje, esta añadiendo sillas. Como la ocasión lo merece, lleva puesto su frac viejo y enmohecido. Me sorprendo de verlo añadir seis sillas, dos a cada lado de Dumbledore.

Siempre a tu lado (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora