La noble y ancestral casa de los Blacks.

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Narra Harry: 

(Antes de que hablara con _________)

La señora Weasley nos sigue muy seria por la escalera.

Sra. Weasley: Quiero que se vayan directos a la cama, y nada de hablar —dice cuando llegamos al primer rellano—. Mañana nos espera un día muy ajetreado. Espero que Ginny ya esté dormida —añade, dirigiéndose a Hermione—, así que intenta no despertarla. 

Fred: Sí, dormida, ya —murmura por lo bajo después de que Hermione les de las buenas noches, y siguen subiendo hasta el siguiente piso—. Si Ginny no está despierta esperando a que Hermione le cuente todo lo que han dicho abajo, yo soy un gusarajo... 

Sra. Weasley: Muy bien, Ron, Harry... —nos indica cuando llegamos al segundo , señalando nuestro dormitorio—. A la cama. 

Harry / Ron: Buenas noches —decimos a los gemelos. 

Fred: Que duerman bien —nos desea guiñándonos un ojo. 

La señora Weasley cierra la puerta detrás de mí con un fuerte chasquido. El dormitorio
parece aún más frío y sombrío que la primera vez que lo he visto. El cuadro en blanco de la pared respira lenta y profundamente, como si su invisible ocupante esté dormido. Me pongo el pijama, me quitó las gafas y me meto en la fría cama, mientras Ron lanza unas cuantas chucherías lechugales hacia lo alto del armario para apaciguar a Hedwig y Pigwidgeon, que, nerviosas, no paran de hacer ruido moviendo las patas y las alas. 

Ron: No podemos dejarlas salir a cazar todas las noches —explica mientras se pone el pijama de color granate—. Dumbledore no quiere que haya demasiadas lechuzas sueltas por la plaza porque dice que podrán levantar sospechas. ¡Ah, sí! Se me olvida... 

Va hacia la puerta y echa el cerrojo. 

Harry: ¿Por qué haces eso? 

Ron: Por Kreacher —aclara, y apagó la luz—. La primera noche que pasé aquí entró a
las tres de la madrugada. Créeme, no es nada agradable despertarse y encontrarlo paseándose por la habitación. En fin... —Se mete en la cama, se tapa bien y se vuelve hacia mí en la oscuridad; veo su contorno gracias a la luz de la luna que se filtra por la mugrienta ventana—. ¿Tú qué opinas? 

Se a la perfección a qué se refiere mi amigo. 

Harry: Bueno, no nos han contado gran cosa que no podamos haber imaginado, ¿verdad?
—contestó, pensando en todo lo que se ha hablado abajo—. En realidad lo único que han
dicho es que la Orden intenta impedir que la gente se una a Vol... —Ron suelta un grito
ahogado— demort —acabó con firmeza—. ¿Cuándo piensas empezar a llamarlo por su
nombre? Sirius y Lupin lo hacen. 

Ron no hace caso de ese último comentario. 

Ron: Sí, tienes razón —dice—, ya sabíamos casi todo lo que nos han contado gracias a las
orejas extensibles. Lo único nuevo es que... 

¡CRAC!

¡Ay! 

xx: Baja la voz, Ron, si no quieres que venga mamá. 

Ron: ¡Se han aparecido encima de mis rodillas! 

xx2: Sí, bueno, es que a oscuras es más difícil. 

Veo las borrosas siluetas de Fred y de George saltando de la cama de Ron. Luego oigo un chirrido de muelles, y mi colchón desciende unos cuantos centímetros porque George se ha sentado cerca de mis pies. 

George: Bueno, ¿ya lo han captado? —inquiere con avidez. 

Harry: ¿Lo del arma que Sirius ha mencionado? —pregunto—. ¿o qué ____________ no quiere para nada nuestra ayuda? 

Siempre a tu lado (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora