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Multimedia | "Hostage" Billie Eilish.


Angela Hyland había sido destituida de su puesto como directora de editorial del Wall Street Journal debido a la publicación de documentos que culpaban al New York Financial por presunta participación en lavado de dinero proveniente del narcotráfico.

Dichos documentos eran verídicos, sin embargo, eran antiguos. Se comprobó que durante el periodo que Sebastian tomó la empresa no se tuvieron registros de actividad ilícita.

Se descartó la idea de una demanda al periódico pues ponerse a la defensiva resultaría perjudicial para la empresa. Por el contrario, la primera medida fue un comunicado en el cual Sebastian aceptaba las acusaciones pero se deslindaba de toda responsabilidad por no haber sido en su periodo.

Acto seguido los abogados pactaron el pago de una módica multa al gobierno federal para así conservar el permiso de operación.

Finalmente se recurrió un par de entrevistas en las televisoras de mayor audiencia.
El tema fue muy sonado, el New York Times se ofreció a colaborar, publicando otra parte de la historia.

Un nuevo panorama para el New York Financial, de como el hijo logró limpiar la imagen de la empresa que el padre había manchado con negocios sucios.

No hubo necesidad de generar un escándalo mediático, ni de sobornar a los medios. La competencia de ambos periódicos nos dio ventaja para tener al New York Times de nuestro lado y así destruir lo que Angela había creado.

—¿Has leído los titulares? —le pregunté mientras sostenía el periódico con una mano y el iPad en la otra.

Sebastian no me prestaba mucha atención pues estaba redactando correos electrónicos.

—Si, le está yendo mal a Angela —respondió sin apartar la mirada del monitor.

—Y no era para menos, ese escándalo y un descuido por parte tuya te habrían costado la empresa.

—Lo sé —dijo él con cierto pesar —Mejor dejemos ese capítulo por la paz, estos dos meses fueron caóticos.

Me quitó cuidadosamente el diario de las manos y lo arrojó al cesto de basura, lo mismo con mi iPad solo que este lo apagó y dejó de lado.

Cambió su postura, ahora sí me estaba prestando toda la atención. Su gesto también cambió, las líneas de preocupación marcadas en la frente y el entrecejo se difuminaron hasta tornarse en una expresión relajada.

—Tu graduación es pasado mañana, ¿qué quieres hacer ese día? —me preguntó con mucho interés.

Había perdido un poco la noción del tiempo y no realicé que el viernes era mi graduación. No había pensado en nada, ni siquiera tenía un vestido.

—No he pensado en ello, después de la ceremonia probablemente regrese a casa a esperarte y podríamos salir a cenar o hacer algo tranquilo.

Sebastian torció el gesto con sumo desagrado.

—¿Y que te hace pensar que no iré a tu graduación?

—La ceremonia de Commencement es en la tarde y creí que estarías ocupado, entonces... —me interrumpió.

—Amelia no es cualquier cosa, es tu salida de la universidad, soy el primero que estará ahí.

Sonreí ligeramente tratando de ocultar el tremendo regocijo que me provocaba cuando él mostraba tanto interés en mi.



El anhelado día había llegado, desde temprano recibí una llamada de mi madre y Charles muy entusiasmados por mi graduación, la charla se extendió hasta llegar a las lágrimas, mi madre se lamentaba por no estar conmigo ese día.

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