Capitulo 1 - Sora

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Sora despertó en el claro de un bosque y sacudió la cabeza confundida. Lo último que recordaba era haberse quedado dormida viendo una serie de Netflix en su apartamento.

—¿Dónde estoy? —se preguntó sorprendida.

De pronto, a unos metros de su posición oyó un sonido agudo, parecía un grito acompañado de sollozos. Sin pensárselo comenzó a correr hacia el lugar desde donde provenían los gemidos. En los pocos segundos que tardó en llegar a su destino se percató de dos cosas; La primera era que ese bosque le resultaba extrañamente familiar y la segunda, que notaba su cuerpo mucho más liviano. Era mucho más ágil, sus pies apenas rozaban el suelo y la velocidad que alcanzó le permitió llegar hasta el lugar de los gritos en sólo unos segundos.

Una vez allí descubrió con asombro a una niña de unos  ocho años sentada en el suelo, la pequeña se sujetaba una rodilla herida, y su rostro estaba sucio y bañado en lágrimas. Lo que más impactó a Sora fue la cara de terror que mostraba la pequeña. Para averiguar a qué se debía esa angustia, la joven siguió la mirada de la niña y casi se cae al suelo al ver una enorme bestia en actitud amenazadora, tardó medio segundo en darse cuenta que la bestia era un lobo, pero no un lobo común. El animal era mucho más grande de lo normal, su tamaño era similar a un oso y una extraña aura negra lo rodeaba por completo.

La bestia volteó su mirada al notar la presencia de Sora, tenia los ojos rojos y sin vida. Miró hacia el cielo y aulló.

—Parece que estoy en un lío —comentó la chica.

La niña al  ver que el lobo perdió interés en ella, miró sorprendida a Sora y le sonrió:

—¿Eres una Ninja de Konoha? ¿Te envía mi mamá? —preguntó la pequeña poniéndose en pie.

Sora sintió una presión en el estómago al oír la palabra "Konoha", en tan sólo unas décimas de segundo recordó a su abuelo moribundo en la cama del hospital, las únicas palabras que murmuraba las ya pocas veces que recuperaba la conciencia eran Konoha y Hokage...

—Ha perdido completamente la cabeza —decía una tía lejana de Sora entre sollozos.

— Hacía mucho tiempo que no decía esas palabras —respondió con voz tranquila su abuela.

Un amenazador gruñido sacó a Sora de sus pensamientos. El lobo se estaba acercando entre jadeos hacia ella, sus dientes eran grandes y afilados, un hilo de viscosa saliva caía de sus fauces abiertas. Buscó con desesperación a su alrededor algo con lo que poder defenderse, un suspiro de alivio escapó de sus labios al ver una fuerte rama caída a tan sólo un paso de ella, se acercó a cogerla a la vez que miraba a la niña y le decía:

—No te preocupes pequeña, mientras yo esté aquí ese perro feo no se atreverá a tocarte —Sora sonrió gratamente sorprendida por la tranquilidad con que sonaron sus palabras.

La niña le devolvió la sonrisa, en ese preciso instante el lobo tomó impulso y se lanzó hacia ellas. La joven agarró la rama como si de un bate de béisbol se tratara y se colocó delante de la pequeña.

—Parece que esto comienza... —se dijo a si misma adoptando una postura defensiva.

La bestia se acercaba a ella entre gruñidos, en tan sólo unos segundos la tendría encima, levantó la rama y la presionó con fuerza. El lobo saltó sobre ella, Sora apenas tuvo fuerza para mantenerse en píe tras el impacto que recibió, no había tenido en cuenta la fuerza descomunal de la bestia aumentada por el impulso de la carrera. Las garras del animal le desgarraron la pierna y un brazo, pero se mantuvo firme, tenía que defender a esa niña, si ella fallaba la pequeña seria destrozada por el animal. Una imagen de la niña entre las fauces de la bestia le causó una rabia repentina, aprovechó esa rabia para preparar el golpe, mientras lo hacia notó una energía en su brazo, sin saber bien cómo,la proyectó hacia la rama y golpeó al lobo.

Kakashi mi protectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora