Capitulo 40 - El nuevo Akatsuki

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Tras percatarse de la presencia del Akatuski, la primera reacción de Kakashi fue mirar a Sora con preocupación, ella observaba al hombre de las alturas con el ceño fruncido. Kakashi limpió las lagrimas de la mujer que amaba y la miró con gesto serio, aún roto de dolor por las palabras que había tenido que pronunciar segundos antes.

—Es un Akatsuki, Sora  —explicó sin perder de vista a su enemigo—. Debemos estar atentos... Tiene un aura de lo más oscura y poderosa.  —Ella miró al enemigo con preocupación y asintió.

El Akatsuki de pelo azul saltó desde el acantilado y aterrizó con gracilidad en el suelo, sus movimientos eran suaves y felinos. Un hombre de hermosos y afeminados rasgos con ojos escarlatas miró a los ninja de la Hoja con interés, sonrió con lascivia al posar su mirada en el peliplata.

—¡Oh! Lamento interrumpir un momento tan intimo como éste, mi guapo amigo  —dijo a la vez que lo miraba con descaro—. Pero es que estoy tan gratamente sorprendido de ver lo atractivo que eres bajo esa máscara, que no he podido contener la emoción de verte de cerca. —Rió con otra estridente y femenina carcajada —.En todas las fotos de los informes que he leído sobre ti, se adivinaba que eras atractivo, pero en verdad mi guapo peliplata, eres asombrosamente hermoso, ese lunar en tu mentón... —Se relamió con descaro, Kakashi lo miró sorprendido y se subió la máscara con incomodidad, el Akatsuki rió divertido—. Mejor no quieras saber lo que me gustaría hacer con él.  —Rió de nuevo con estridencia para luego posar su mirada en Sora—. Y tú, mi adorada viajera, eres aún más impresionante de lo que imaginaba  —dijo dándole un rápido repaso con su mirada—. Tan hermosa, tan delicada, tan... Perdida  —apuntó mirándola con intención—. ¿Por qué llorabas, mi linda flor?  —preguntó con tristeza—. ¿Demasiadas preguntas quizás?.  —Sora abrió los ojos con sorpresa—. Si vinieras conmigo tendrías todas las respuestas a esas preguntas que te atormentan desde que llegaste aquí —le dijo con voz pausada—. Es tan sencillo como eso, ven conmigo, Sora Rendon  —dijo ofreciéndole su mano con delicadeza mientras avanzaba hacia ella. Kakashi se posicionó delante de Sora bloqueando el avance del Akatsuki, sólo el pensar en que la viajera aceptara la tentadora oferta del enemigo le ponía los pelos de punta.

—¡Apártate de ella!  —gritó el shinobi con enfado—. Sora no va a ir a ningún sitio contigo —afirmó con rabia, el Akatsuki dejó salir otra estridente carcajada.

—Mmmm  —murmuró el peliazul con placer—... Tan posesivo y visceral, cada vez me gustas más... Hatake Kakashi.  —Rió con coquetería—. Veo que te resulta atractiva.. —Volvió a mirar a Sora—... Supongo que tras tantos días juntos es algo normal y no voy a ponerme celoso... —meditó durante unos instantes—... Creo que si me lo pidieras accedería a que disfrutáramos todos juntos.  —Volvió a sonreír con lascivia—. Los tres... Jadeantes y sudorosos, gimiendo entre caricias... Sería algo inolvidable.  —Pareció meditar y se pausó por unos segundos—. Aunque si eso ocurriera alguien se enfadaría mucho conmigo y creo que acabaría con mi vida sin dudarlo... Si lo pienso bien, creo que me matarían por partida doble. —volvió a posar su escarlata mirada en el jonin, que había entrecerrado los ojos ante el último comentario del Akatsuki—. Tendremos que conformarnos con disfrutar los dos solos, mi sexy y viril peliplata  —finalizó riendo de nuevo, Kakashi gruñó con enfado.

—Lo siento... No estoy interesado en ese aspecto de los hombres —respondió el shinobi con incomodidad sin moverse de delante de Sora, ella avanzó un par de pasos y se posicionó a su altura, el peliplata la miró y asintió.

—No me digas que eres uno de esos hombres anticuados que sólo se interesa por las mujeres —dijo el peliazul con decepción—... Me rompes el corazón, querido Kakashi... Después de la incapacidad que presentas para estar con una mujer más de una noche, había creído que ya estarías aburrido de tanta fémina.  —Lo miró con gesto de tristeza, el peliplata se removió con incomodidad—. En verdad me decepcionas  —finalizó el desconocido encogiéndose de hombros.

Kakashi mi protectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora