Sora se encontraba bailando en la pista de baile del local de copas, un chico castaño y bastante atractivo llamado Kei pegaba sus caderas a las de ella siguiendo el baile sensual que la viajera marcaba, ella llevaba encima un par de copas de más aunque no estaba borracha del todo y se acercó al joven dejando de lado sus inseguridades.Kei posó sus manos a en la cintura de Sora y se acercó peligrosamente a ella, la mujer mogijata que había escondida bajo capas de descaro se removió inquieta, pero ella no la dejó salir y continuó bailando y restregándose contra su guapo acompañante. Quería acabar de una vez por todas con esa parte de ella misma que había aprendido a odiar. Era una mujer joven, en su plenitud sexual y tenía a un hombre atractivo literalmente a sus pies, continuaron bailando por varios minutos y Sora comprobó como las manos de Kei cada vez rozaban su cuerpo de forma más atrevida, en esos momentos el joven estaba posicionado detrás de ella abrazándola por la espalda, las manos de él estaban situadas peligrosamente cerca de su trasero pero a Sora no le importaba.
Kakashi había dicho que ella había sido una más y eso es lo que iba a ser, una más. Una mujer que pensaba disfrutar del sexo casual y sin ataduras. Una mujer segura de su sexualidad. Se giró con decisión y besó a Kei sin reparos sin dejar de moverse al ritmo de la música, la lengua de la viajera, tomó el control de la situación y marcó el ritmo del beso, las manos de Kei ya estaban en su trasero, acariciandolo sin reparos.
—¿Qué te parece si vamos a un sitio más intimo? —le preguntó él en su oido tras finalizar su beso—. Quiero verte bailar sólo para mi —le dijo pegando su cuerpo aún más al de ella.
Sora asintió y pocos minutos después se encontraba tumbada en un sofá de una de las salas privadas de la parte alta del local. Kei estaba encima de ella, succionando su cuello mientras acariciaba sus pechos con avidez, una de las manos del joven se coló por debajo del vestido de ella y accedió a la ropa interior de la viajera . Sora se sentía mareada e incómoda, él seguía lamiendo su cuello y acariciándola por debajo del vestido. Kei emitía suaves jadeos mientras seguía tocándola con caricias vacías. La determinación de Sora comenzaba a hacer aguas.
—Para, por favor —le rogó la viajera removiéndose inquieta debajo del cuerpo del hombre, él la miró sin comprender.
— ¿Qué pasa? —le preguntó confundido—. Abajo en la pista de baile estabas más que decidida a llegar a esto. No me digas que eres una de esas chicas remilgadas... —continuó Kei.
Algo en el interior de Sora se revolvió al oír la palabra remilgada, quería olvidar a Kakashi, necesitaba sacarlo de su corazón y para lograrlo se había hecho a la estúpida idea de que tenía que acabar de una vez por todas con esa mujer insegura.
—No —contestó con rapidez—. Es sólo... Intenta ir un poco más despacio, ¿Vale? —dijo intentando serenarse, él se encogió de hombros y volvió a posar sus labios en el cuello de Sora, besándola con avidez, la mano bajo el vestido de la joven comenzó a moverse de nuevo con rapidez, provocando en Sora esa ya conocida incomodidad, su otra mano presionaba el pecho de la viajera con brusquedad, causando de nuevo esa sensación de vacío en ella. Las caricias de Kei no producían en Sora ningún tipo de placer y esa incomodidad no paraba de crecer... ¿Ahora también Kakashi la había convertido en una mujer frígida? Kei intentó besarla en la boca y Sora se sintió asqueada. No podía hacerlo, no quería hacerlo.
—Para —repitió ella evitando su beso, él la ignoró y volvió a succionar su cuello—. He dicho que pares... —avisó Sora entre dientes, el chico ignoró su ruego. La viajera iba a alzar su puño para golpearle tal y como Gai le había enseñado cuando de pronto, notó que Kei salía disparado hacia atrás con brusquedad.
ESTÁS LEYENDO
Kakashi mi protector
FanfictionSora despierta en un mundo desconocido, un mundo Ninja al borde de la guerra. Ella sabe que su presencia allí no es casual, ha visto ese mundo en sus sueños y, misteriosamente a lo largo del pasado varios miembros de su familia han viajado allí. Kak...