Kakashi mi protector

Capitulo 25 - Clan Hatake

—¿Cuál es la sorpresa entonces? —preguntó Sora mirando a Kakashi y la pequeña mochila que portaba a la espalda.

Él la miró sonriendo bajo la máscara.

—Lo verás cuando lleguemos, no seas impaciente —contestó el shinobi con su habitual voz pausada.

Acababan de salir del Ichiraku y caminaban por las calles de Konoha. Kakashi miró hacia el cielo, era una tarde de lo más calurosa y el sol de verano emitía sus rayos sin ningún tipo de clemencia. Notó como empezaba a sudar y se quitó el chaleco, era casi inhumano caminar bajo ese incansable sol. El clima era perfecto para lo que tenía pensado hacer, pero el trayecto se estaba haciendo de lo más tedioso. Miró a Sora con disimulo, intentando averiguar si ella también notaba los efectos del calor... la joven no parecía incómoda, caminaba distraída en sus pensamientos. Seguro que está intentando averiguar a dónde la llevo y cuál es la sorpresa que le tengo preparada, pensó el peliplata divertido.

—Podrías darme al menos una pista  —dijo ella en tono de súplica, confirmando sus pensamientos.

Él volvió a sonreír.

—Estamos a punto de llegar —contestó divertido.

Sora miró a su alrededor, estaban en una zona residencial; Grandes mansiones se alzaban tras los muros de las fachadas, se veía un barrio de lo más exclusivo, miró con interés una enorme parcela que ocupaba casi media manzana. La gran puerta principal estaba abierta y se podía ver parte del interior. Estaba franqueada por un pequeño sendero que se perdía sinuoso en un hermoso jardín lleno de flores y plantas, al final de éste en la lejanía se alzaba una gran mansión de obra vista. Era enorme, su tamaño se asemejaba al del Hospital de Konoha. A parte del edificio principal, dos alas más se adivinaban en la lejanía, Sora abrió los ojos por la sorpresa, no sabía que en Konoha hubieran lugares así.

—Ésa es la mansión del Clan Hyuga —explicó Kakashi que había notado su interés—. Es el hogar de Hinata y Neji. El padre de ella, Hiashi, ha sido el miembro de los Hyuga que ha inspeccionado tu sello con su Ojo Blanco —finalizó, Sora asintió y continuó caminando.

—Tsunade me lo ha presentado —dijo ella—. Parece un hombre muy... Honorable.

Kakashi asintió adaptando su paso al de Sora y girando en la siguiente calle.

—Lo es —contestó—. También ha sido demasiado estricto con los chicos algunas veces, ser cabeza de Clan no siempre es fácil —explicó sin dejar de caminar, ella asintió pensativa.

Siguieron caminado por una calle muy ancha que finalizaba en un gran y hermoso portón de madera tallada, cuándo llegaron a éste, Kakashi se detuvo y miró a Sora con interés—. Hemos llegado —dijo señalando la enorme puerta.

Sora lo miró sin comprender, ¿Iban a visitar a alguien en una de esas enormes casas?

—Bienvenida a la mansión Hatake, Sora Rendon —dijo Kakashi sacando unas llaves del bolsillo y abriendo la entrada—. Es un honor poder traerte a la morada de mi clan —recitó mientras movía su brazo invitándola a pasar.

Sora lo miraba anonadada, nunca hubiera imaginado que Kakashi procediera de una familia tan rica, su apellido no era famoso como el Hyuga o el Uchiha... Es más, a la única persona que conocía con ese apellido era al peliplata.

—¿Antes de trasladarte a nuestro apartamento vivías aquí? —preguntó asombrada— Ha debido ser un cambio de las más incómodo —comentó sincera, Kakashi volvió a reír divertido.

—Antes de trasladarme a nuestro apartamento vivía en un pequeño piso cerca de la calle principal —explicó—. Al pasar un par de años de mi incorporación a Anbu dejé la mansión, después de la muerte de mi padre no me sentía del todo cómodo aquí. —Se pausó—. Desde entonces personas cercanas a mi familia la cuidan y la protegen, viven aquí los meses de invierno, cuando llega la primavera a veces la Hokage la utiliza para hospedar a gente importante o como casa de acogida para personas que debido a algún conflicto bélico se encuentran temporalmente sin hogar. —Se encogió de hombros—. Yo no la utilizo y me gusta saber qué hay personas a quién puede serles de utilidad. Actualmente esta vacía —explicó—. Un equipo de limpieza acude una vez por semana para mantenerlo todo en buen estado —finalizó.