Kakashi mi protector

Capitulo 33 - Noche de pasión 1

Aviso! Este capitulo contiene lemon

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Sora llegó al apartamento a las cinco de la tarde. No había visto a Kakashi en toda la jornada, pero la promesa del peliplata la tuvo durante todo el día con un fuerte nerviosismo atenazándole el pecho. Por fin iba a llegar esa mágica noche, Sora tenía que hacer un ligero cambio en su jornada y se presentó en casa algo antes de lo previsto, Kurenai tenía una especie de cita con Iruka y ella se había ofrecido para quedarse con Mirai hasta que acabaran de tomar algo y aclararan su situación. Esperaba que Kakashi lo entendiera, a fin de cuentas, el cambio no afectaba a los planes para esa noche. La joven suspiró y entró junto con Buru en su apartamento, desde que el jonin invocó al niken, éste no se separaba de ella.

—¿Kakashi? —dijo Sora al entrar—. Ya estoy en casa.

—¡Sora! —contestó él—. Estoy en la cocina —dijo desde su posición.

La joven se dirigió hacia allí. Entró en ésta y encontró a Kakashi cocinado, el peliplata llevaba un delantal y sus habituales pantalones reglamentarios, no llevaba nada más en la parte posterior de su cuerpo y su torso desnudo se adivinaba bajo la tela del delantal, sus fuertes brazos marcaban sus músculos por debajo de su piel. Sora volvió a fijarse en el tatuaje ANBU que decoraba su brazo izquierdo. Jodido sexy Kakashi... Sólo a él podía ocurrírsele la idea de ponerse un delantal sin nada debajo, pensó Sora sin dejar de mirar deleitada la tableta que por el lateral se adivinaba que bajaba hasta la cinturilla del pantalón.

—Hoy hace un calor espantoso y el vapor de las ollas no mejora la situación —dijo él divertido al percatarse de la hambrienta mirada que le dirigió su protegida—. ¿Qué tal la clase con Kurenai? —preguntó cambiando de tema, una sonrisa iluminó el rostro de la joven.

—Muy bien —contestó con felicidad—. Por primera vez estoy avanzando en las clases de gentjutsu- finalizó aún sonriendo.

—Me alegra oír eso, Sora  —contestó él sonriendo desde su posición—. Tal y como creí, gracias al Mangekyo puedes conseguir un control más férreo de tu chakra. Cuando consigamos localizar tu sello y neutralizarlo, estoy totalmente seguro de que aún te será más sencillo dominarlo por completo —explicó con su habitual voz pausada—. He hablado con la Hokage y en breve tendrá listo ese escáner del que te habló, espero que logremos encontrarlo en poco tiempo  —le dijo mientras removía con una cuchara en una de las ollas, ella asintió.

—¿Por qué estás cocinando? —le preguntó Sora con curiosidad, él sonrió y la miró divertido, no llevaba la máscara ni el Hitai-Ate y su pelo estaba alborotado de una manera de lo más sensual.

—Temo que si te respondo con sinceridad, te sonrojes de manera adorable, Sora —contestó mirándola con intensidad—. Digamos que... Aunque hoy deseo probar otras exquisiteces... —Se pausó mirándola con picardía—... He pensado en preparar una cena especial, después de todo esto va a ser algo parecido a una cita, no?

Sora sintió un cosquilleo en su bajo vientre al oír la insinuación de Kakashi, ese hombre conseguía que sus más bajos instintos surgieran con tan sólo mirarla... De pronto, fue consciente de las bolsas que acarreaba y decidió dejarlas en su habitación evitando que Kakashi preguntará por ellas. Después de comer, ella y Kurenai habían ido de compras para que Sora consiguiera que la noche con su protector fuera perfecta: Ropa interior sexy, loción para el cuerpo perfumada y un vestido precioso con un escote de infarto con el que jamás se hubiera atrevido a salir a la calle. Iba a dirigirse a su habitación para dejar sus nuevas posesiones cuando Kakashi le dijo divertido:

—Veo que no te has sonrojado con mi comentario... Quizás hubiera tenido que ser más explícito con éste. Me encanta ver como te ruborizas, Sora —le dijo divertido, ella negó con fingido enfado.