Kakashi mi protector

Capitulo 8 - Ninjutsu

Sora y Kakashi se encontraban en el campo de entrenamiento número 3, él estaba recostado en un árbol mientras leía su libro, de vez en cuando levantaba la vista de éste para mirar lo avances de Sora, al ser éstos prácticamente nulos, negaba en silencio y volvía la vista a la lectura.

Ella intentaba trepar el tronco de un árbol con la ayuda del chakra, debía proyectarlo en la planta de los píes y ayudarse de éste para subir al árbol. Los primeros cuatro pasos los realizaba sin problemas, Kakashi observó qué el chakra fluía hacia sus píes de manera correcta, pero al intentar dar el quinto paso, la corriente de chakra se detenía y Sora caía con estridencia sobre su trasero. El Shinobi decidió darle un poco de margen, pero pasaban los minutos y seguía cayendo, pensó qué si continuaba con ese ritmo de caídas tendría el culo dolorido por semanas. 

Kakashi se levantó y avanzó hacia ella, Sora lo miró enfadada, se le notaba que no le gustaba no poder lograr sus objetivos, su rostro estaba encendido a causa de la rabia y el esfuerzo.

—Creo que si no aprendes a caer como es debido, vas a acabar con algún hueso roto —dijo el peliplata omitiendo hablarle sobre su trasero.

Sora bufó con indignación.

—¿Tan difícil es esto de la proyección de Chakra? —preguntó— Tsunade me dijo que lo realmente complejo es conseguir proyectarla por primera vez, una vez lo consigues no tendría porqué ser tan complicado, ¿No? —Le miró con interés

—En teoría debería ser así, Sora —contestó él—. Pero tu situación, al venir de un lugar distinto no es la habitual y quizás debamos enfocar tu entrenamiento de manera diferente. —Se pausó unos segundos—. Para poder controlar el Ninjutsu se requiere una buena base física y por lo que veo tú no la tienes. — Sora enrojeció de nuevo— ¿No practicabas ningún tipo de actividad física en tu mundo? —preguntó.

Sora pensó en su adicción a las series, la lectura  y el sofá, realmente era una persona de lo más sedentaria, en su grupo de compañeros y amigos casi todos acudían al gimnasio o salían a prácticar algún deporte, pero ella no. Bromeaban sobre su actitud diciéndole que el día que su metabolismo cambiara tendría que modificar sus hábitos o acabaría siendo una gran bola de grasa. Ella se encogía de hombros, sabía que no era ninguna modelo de pasarela pero de momento se encontraba bastante contenta con su cuerpo, le gustaría tener una cintura más estrecha y quizás un trasero más respingón, pero por el momento ese cambio de metabolismo no había aparecido y ella había continuado con su rutina sedentaria manteniendo su figura habitual.

—No —contestó con sinceridad—. Ni siquiera me gusta salir a pasear —confesó, él asintió pensativo.

—Creo que inicialmente debemos enfocarnos en mejorar tu Taijutsu —le dijo él—. Hay que conseguir que tengas una buena base física para trabajar correctamente mi área. Te faltan agilidad y rapidez, Sora. Ni siquiera sabes caer al suelo correctamente, seguiremos con ejercicios básicos en Ninjutsu pero le serviré de apoyo a Gai en su área, hay que ponerte en forma. —La miró con gesto serio—. ¿Lo comprendes, verdad?

Sora se tocó sus magulladas nalgas  y asintió mientras se ponía en pie, aprovechó para recoger su melena en una especie de moño improvisado.

—Dejemos por el momento la proyección de chakra, creo que el lanzamiento de Kunais, será un ejercicio más sencillo, lo practicarás hasta la hora de la comida —dijo Kakashi—. Después de comer comenzaremos una rutina de cardio.

Kakashi sacó unos cuantos Kunais del bolsillo que colgaba de su pantalón y se los entregó a Sora, señaló una diana que se encontraba a unos metros y avanzó unos pasos.

—Veamos que tal es tu puntería —dijo.

Sora cogió uno de los Kunais qué le había dado el peliplata y se guardó el resto en su propio bolsillo, sopesó la herramienta y miró la diana.