Kakashi mi protector

Capitulo 62 - El Santuario: Tercera prueba y Hagoromo Òtsutsuki

—El cachorro ha dicho que la siguiente prueba era la del Juicio... —comentó Gai mientras cruzaban el pasillo que les conduciría hasta el tercer y último guardián del Santuario, Kakashi suspiró con preocupación.

—No tenemos más pistas... Por el momento no hemos visto ninguna inscripción ni aviso sobre la siguiente prueba —contestó el Hatake caminando a su lado de lo más pensativo, Pakkun había sido enviado de vuelta a su dimensión y los jonin avanzaban con tranquilidad por el largo corredor.

—También tenemos la frase que te ha dicho la primera cabeza... Lo de no desesperar cuando lo creas todo perdido... —apuntó el de verde encogiéndose de hombros, Kakashi dejó salir un profundo suspiro.

—Temo que ésta sea la prueba más difícil de todas... —confesó el peliplata sin dejar en ningún momento su postura relajada, era curioso lo bien que sabía camuflar sus expresiones corporales—. No sabes como me molesta no tener detalles, no conocer al enemigo... No poder planear una estrategia —explicó con el ceño fruncido en gesto de preocupación, su amigo gruñó con enfado.

—Piensa que cada vez estamos más cerca... —dijo Gai con positividad.

—No paro de repetírmelo desde que he cruzado esa puerta... —reconoció el portador del Sharingan—. Pero me preocupa enormemente eso del Juicio... Sabes que me siento culpable por demasiadas cosas que han ocurrido en mi vida. —admitió preocupado—. No sé si seré merecedor de salir victorioso de esta última prueba...

—¡Vamos mi eterno rival! Creía que tras la aparición de Sora en tu vida, habías comenzado a aceptar el pasado —argumentó Gai posando su mano en el hombro de su compañero, Kakashi negó en silencio.

—No puedo olvidar ciertas cosas... Como que no fui lo suficiente bueno como para que mi padre decidiera vivir por mí, la realidad de que Obito murió por mi culpa, que atravesé a R...

—¡Basta Kakashi! —exclamó Gai con enfado—. No puedes culparte por la decisiones que tomaron otros... Tienes la oportunidad de ser feliz al lado de Sora y para conseguirlo, debemos superar la siguiente prueba. Si ésta es un juicio, estoy seguro de que saldrás absuelto porque tú no eres culpable de nada —finalizó con determinación.

Kakashi apretó la mandíbula a la vez que soltaba un largo suspiro. Su amigo tenía razón, la única forma de poder volver a tener a Sora entre sus brazos era superando ese misterioso juicio. Por tanto, no tenía más opción que ganar al tercer y último guardián.

—Tienes razón, Gai —respondió finalmente—. No puedo cambiar mi pasado, pero si puedo elegir mejorar mi futuro y sin ninguna duda, elijo un futuro al lado de Sora.

—Pues no se hable más y démonos prisa, te confieso que tantos días sin ver la luz del sol empiezan a incomodarme... —confesó el de verde acelerando el paso.

Kakashi asintió e imitó a su amigo hasta que llegaron a otra gran puerta de madera labrada. Los ojos del peliplata se abrieron como platos al ver el símbolo grabado en el marco de la puerta.