Kakashi mi protector

Capitulo 48 - Hermanos

—Entonces, ¿Prefieres que actuemos como si tú no hubieras neutralizado el jutsu?  —preguntó Sora con sorpresa.

Darui asintió y la miró con determinación, tal y como le dijo a Kakashi no pensaba tomar ventaja de algo que no había conseguido por si mismo.

—Correcto  —respondió con rapidez—. Me hubiera gustado que las cosas hubieran avanzado de manera distinta, un par de citas, un helado, un beso de despedida en tu portal... Lo otro ya hubiera llegado —dejó caer con esa cálida sonrisa de dientes perfectos y blancos, Sora sonrió levemente.

—Espero no ofenderte pero,  tú no pareces de esos Darui...  —respondió Sora con sinceridad, a pesar de la confianza que el jonin se había ganado en las últimas horas, le incomodaba enormemente hablar de ese tema y lo que había desencadenado.

—Tú tampoco pareces una de esas mujeres que se acuestan con cualquiera, Sora —contestó levemente divertido—. Digamos que ninguno de los dos ha actuado en esta situación como acostumbra a hacerlo —afirmó mientras se ponía en pie, luego pareció dudar y volvió a sentarse— ¿Estás de acuerdo? Quiero decir, creo que es lo correcto... pero es algo que debemos decidir los dos —dijo con un suspiro, Sora asintió.

—Veo que ya te has dado cuenta de que soy una tonta remilgada... —dijo Sora con un resoplido, Darui rió divertido.

—Eso no es algo malo, Sora —respondió posando su mano sobre el hombro de la joven—. Cada uno tiene su manera de entender el sexo y tu actitud es respetable como cualquier otra. —Volvió a ponerse en píe—. Debo ir con mis compañeros, tenemos no sé qué historia con los consejeros de la Hokage. —Miró a Sora con preocupación—. ¿Estarás bien, chica sedienta? —Sora sonrió levemente.

—No te preocupes, debo ir a ver a Tsunade-Sama, hay algo que debo aclarar con ella —dijo la joven con preocupación.

—¿Tiene que ver con Kakashi? —preguntó Darui con inquietud.

—Sí —respondió  con determinación—. Tengo que decirle que él ya no será más mi guardaespaldas.

—¿Le contarás lo de la neutralización del jutsu? —cuestionó el rubio con seriedad.

—Intuyo que Tsunade ya lo sabe.  —Sora suspiró—. Por lo menos es lo que me dio a entender Kakashi...

—Bueno, supongo que tendrás que darle explicaciones también a tu amiga Kurenai. —Sora gruñó con preocupación al pensar en su amiga, hacia un par de semanas que Kurenai había decidido marcharse con Mirai  (unas súbitas vacaciones para aclarar sus ideas), Sora creía que era por Iruka pero entre una cosa y la otra, las dos mujeres no habían tenido tiempo de explicarse prácticamente nada de sus avances amorosos.

—Prefiero no decirle a Kurenai sobre lo que ha hecho Kakashi, creo que conociéndola es capaz de presentarse delante de Kakashi y ponerle en una situación complicada... —comentó con preocupación, Darui asintió.

—Pasaré a verte a última hora de la tarde, Sora  —le dijo dirigiéndose a la puerta—. Cualquier cosa que necesites no dudes en buscarme, sabes que voy a intentar ayudarte en todo lo que pueda —afirmó ya desde el pasillo.

—¡¡Darui!! —llamó la joven desde su posición, el shinobi asomó la cabeza desde el marco de la puerta con esa cálida sonrisa que siempre conseguía reconfortar a Sora—. Gracias  —dijo con sinceridad ella—. Por lo bien que te portaste anoche conmigo y por brindarme tu apoyo en toda esta... situación.  —Él asintió y le guiño un ojo en gesto divertido.

—De nada, después de todo; los afectados por eso llamado mal de amor, deben ayudarse entre ellos. —Rió levemente—. Te veré en la noche, chica sedienta. Y... ¡Vigila con las duchas de agua fría! —gritó antes de abandonar el departamento.