Kakashi mi protector

Capitulo 46 - Cómplices

Darui miró con gesto serio a Kakashi y rió con estridencia.

—¿Estás diciéndome que te has hecho pasar por mí para acostarte con Sora?  —preguntó con incredulidad.

Kakashi suspiró abatido, esto iba a costarle más de lo que imaginaba. Desde que había encontrado al ninja de la Aldea del Rayo en uno de los campos de entrenamiento y le había pedido hablar a solas con él, éste parecía tomárselo todo a broma.

—Sabía que eras un tipo raro, Hatake Kakashi —continuó Darui ya en tono serio—. Pero nadie me había dicho jamás que fueras un idiota. —Se pausó mirándolo con el ceño fruncido—. He visto como la miras, como pareces perderte en su rostro y también he visto como me miras a mi cada vez que le digo algo. —Se pausó—. Sabes que me interesa, es una mujer fascinante a parte de estar buenísima y no logro comprender porque has actuado así —finalizó.

—Las razones de mis acciones no te interesan, Darui —le contestó el peliplata con sequedad—. Céntrate  simplemente en la posición en la qué gracias a éstas te encuentras con Sora.

El hombre rubio lo miró alzando una ceja y volvió a sonreír.

—Me dejaste en buen lugar al menos, ¿Cierto? —preguntó.

Kakashi volvió a recordar su encuentro con Sora, lo cohibida e insegura que se mostró al principio y la deshinibida pasión que demostró al final. Recordó sus besos, su cuerpo, su calor y su entrega cuando sucumbió al tremendo orgasmo que Kakashi le provocó haciéndose pasar por otro hombre.

Suspiró con tristeza, de nuevo ese dolor y ese arrepentimiento por lo que le había hecho. Temía el momento en que ella despertara y tuviera que enfrentarla, pero él sabía que no podía haber actuado de otra manera, no tenía opción. Volvió a mirar al shinobi que tenía en frente y le contestó:

—No te preocupes, ella no podrá poner en duda tu destreza sexual. —Se pausó—. Pero ese no es el punto.

Algo cambió en la actitud del shinobi de la aldea del Rayo, dejó de lado su aparente diversión y miró al peliplata con seriedad.

—Cierto —respondió Darui—. El punto está en que me digas porqué razón debería entrar en tu juego y continuar con tu teatro. —Volvió a mirarlo serio—. No he necesitado nunca la ayuda de nadie para conquistar a una mujer, confío en mis posibilidades y Sora me interesa de una manera... Digamos ... Formal. —El ojo visible de Kakashi brilló con peligrosidad—. No parece una mujer de esas con la que pasar una sola noche de pasión o unos pocos encuentros furtivos, ya me entiendes. Se ve a la legua que no es de esas y tengo un gran interés en ella. —Volvió a mirar al peliplata—. Hubiera preferido tener un par de citas, ya sabes, conocerla poco a poco y lo otro ya hubiera llegado.

—Puedes hacerlo así igualmente —dijo Kakashi con los dientes apretados—. Dile a Sora que vuestro encuentro fue algo que deseabas, pero no de esa manera, qué lo hiciste para salvarle la vida y que te gustaría empezar poco a poco con ella. —Apartó la mirada con tristeza—. Ahora te será más sencillo, yo ya estoy fuera de la ecuación —finalizó, Darui asintió.

—Es una buena estrategia  —dijo el ninja de Kumo—. Pero no has contestado a mi pregunta. —Lo miró con seriedad—. ¿Por qué razón debo seguir tu juego?

Kakashi estaba cada vez más tenso.

—Dices que Sora te interesa de verdad, ¿No? —preguntó.

—Es pronto aún, pero creo que sí. Hacía mucho tempo que no sentía algo así por una mujer. —Lo miró serio y pareció dudar por un breve instante—. No voy a explicarte mis sentimientos, un simple sí es suficiente —finalizó incómodo, Kakashi con su habitual perspicacia había notado un brillo intenso en la mirada del ninja al hablar de Sora, todo parecía complicarse sin remedio.