Capitulo 19 - Pulso

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—No deberías mostrar esa actitud tan derrotista, Sora —le dijo Kurenai.

Las dos mujeres se encontraban sentadas en una cafetería cerca del campo de entrenamiento dónde habían pasado las últimas cinco horas, Sora había iniciado su entrenamiento en genjutsu con mal píe, si el ninjutsu ya le resultaba complicado, esta otra modalidad le era imposible. La joven suspiró con desagrado.

—Es igual que en las clases con Kakashi, Kuren —respondió Sora con un mohín de enfado—. Localizo mi chakra con facilidad y puedo proyectarlo con rapidez, pero cuando lo he hecho un par de veces, este se vuelve inestable y pierdo totalmente su control. Cuando esto sucede, cualquier avance que haya realizado con anterioridad, se desvanece —gruñó molesta—. No soy capaz de frenar esa especie de bloqueo —finalizó abatida.

Kurenai miró pensativa a su amiga, llevaba mucho tiempo como profesora  y nunca se había encontrado con un caso como el de Sora, el bloqueo del que hablaba, era real. La experta en Genjutsu había podido percibir como la enorme corriente de chakra de su amiga, menguaba casi de golpe para volver a aparecer con la misma magnitud del principio. Era desconcertante, el  chakra era solamente controlable por su portador, nadie podía manipular el  de otra persona, por lo tanto el bloqueo que sufría Sora, quizás se lo estaba provocando ella misma. Las situaciones de estrés y nerviosismo dificultaban enormemente al control de chakra. Podía ser que esa fuera la razón del bloqueo de la joven.

—¿Hay algo que te preocupe más de la cuenta? —preguntó Kurenai con cautela, al momento negó en silencio—. Sé que mi pregunta te parece un poco estúpida, dada la extraña situación en la que te encuentras, pero creo que quizás tu rara aparición aquí no sea todo lo que te tiene intranquila. —La miró interrogante—. Te noto más dispersa que los días anteriores. ¿Ha ocurrido alguna cosa más? —finalizó.

Sora suspiró y miró a Kurenai con angustia.

—Hace dos días maté a un hombre y luego vi morir a otro por primera vez —respondió con sinceridad—... No fue algo fácil. Además he puesto en riesgo a los demás...

Kurenai frunció el ceño con preocupación.

—¿Qué ocurrió? —preguntó.

Sora suspiró y le relató los acontecimientos a su amiga, la excursión con  Iruka y la sorpresa final al llegar al Valle del Fin, Kurenai sonrió con calidez mientras Sora le relataba lo mucho que le había gustado la clase del jonin, cuando Sora llegó a la parte de la aparición del ninja oscuro, su amiga cambió a una expresión mucho más seria, al acabar su relato el rostro de su amiga se veía ensombrecido y su semblante estaba más pálido. A Sora le chocó la reacción de su compañeray la miró con gesto preocupado.

—¿Kurenai... Estás? —preguntó Sora sorprendida, después de todo ella era una ninja y estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones.

—Si, disculpa... —La miró con una leve sonrisa—... Es sólo que me ha afectado el saber a qué se dedicaban esos hombres... Me repugna la idea de que esas mujeres hayan sufrido un genjutsu tan brutal —acabó con una leve incomodidad.

Sora miró a su sensei en genjutsu y asintió, la situación de esas mujeres era realmente desesperante, pero aún y con todo eso, Sora intuía  que se escondía algo más tras la actitud de su amiga. ¿Por qué se había angustiado tanto?

—Espero que tal y como me contó Gai, gracias a la eliminación de ese grupo, la Hokage pueda terminar para siempre con esa organización de desalmados —explicó Sora.

—Yo también, Sora —respondió su amiga—. Es realmente asqueroso lo que han hecho con esas pobres mujeres. —Miró hacia otro lado—. Y... ¿Qué tal se encuentra Iruka? —preguntó con aire distraído mirando hacia el exterior del local.

Kakashi mi protectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora