capítulo 23

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Lisa abre los ojos lentamente, los rayos de sol entrando entre sus cortinas, pestañeando repetidas veces antes de enfocar su mirada en la castaña que yacía dormida en aquella silla junto a la cama de lalisa, Le conmueve ver el angelical  rostro que jennie tenía al dormir, su cabeza reposando sobre las piernas de lisa que eran cubiertas por aquellas mantas. Aunque jennie kim duerme con él rostro completamente en paz, lalisa no puede evitar recordar lo sucedido antes de desmayarse, Aquella plática que le rompió aun mas él corazón.

—Lalisa....—Susurra la mayor en sus sueños, La rubia siente él ardor en sus mejillas, extiende su mano para acariciar la mejilla de jennie sin dejar de mirarla.

le parece gracioso y no puede evitar reír al notar la frente de la mayor ligeramente fruncida. Él despertar a su lado la hace sentir feliz, renovada por que nada la hacia mas feliz que mirar él rostro tan tranquilo de la chica que ama. No obstante su corazón estaba ligeramente lastimado por los simples recuerdos, Claro que lalisa era menor que ella, claro que era la niña mas insoportable, quejumbrosa y llorona, pero aun con todas esas pequeñas imperfecciones deseaba ser tomada por jennie como una mujer dispuesta a dejar todo por ella.

Por que no, Lisa no quería ser solo su hermanita.

Pero incluso si ama a jennie, no iba a hacer nada mas, no quería lastimar a la castaña y mucho menos a ella misma. Simplemente desecharía aquel sentimientos y se tragaría cada pizca de amor y lo guardaría en un pequeño cajonsillo de su corazón.

Hasta que llegue él día, en que ya no lo sienta mas.

¿Lalisa? — la voz soñolienta de jennie la llama, La mirada de la rubia no tardó en posarse sobre ella. —¿Como te sientes? —pregunta adormilada, aun mas un poco preocupada por él estado de lisa.

—Estoy mejor, Unnie—Responde, como si su estado no tuviera importancia, por que era mas un dolor sentimental que uno físico.

—¿Segura? — Le cuestiona, un poco mas despierta, la menor se limita a  asentir, Sin mas. —Bien, eso es bueno—Se pone de pie para tomar asiento en la orilla de la cama de lalisa.—Tu, No quieres algo de comer, antes de irse mama ha preparado todo.

—No tengo hambre Unnie, Gracias — le muestra la mas gentil de sus sonrisas, sin embargo la mirada de jennie derrochando aquella frustración y enojo solo se posa en ella —¿No has ido al colegio?

—Mama no quería dejarte sola y bueno..—Se rasga él cuello, incomoda ante tal recuerdo. —Ella tenía una junta importante, No podía faltar.

—Entiendo..—Susurra aun con su sonrisa plantada, volviendo aquel gesto en un mueca de desilusión, por que muy en él fondo de ella creía que jennie lo había echo por voluntad propia. —Lamento...Haber sido un molestia para ti.

—No, No importa —Le resta total importancia, Dejando que él silencio se hiciera presente.

Quería decir que no era molestia y que ella había insistido en quedarse a cuidar de lisa, pero no, jennie no iba a contarle aquello.

Pequeños suspiros se oían de ambas chicas, cada una concentrada en su propio pensamiento, cada una ahogándose en su propio dolor. Jennie había desviado la mirada de la menor, incomoda por no saber como tocar aquel tema, por no tener una pizca de motivación. Lisa solo centraba su mirada en la castaña, concentrándose en cada pieza de su rostro, en lo linda que era cuando callaba.

Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora