Jennie se adentró con sigilo a su muy silenciosa casa, suspiro pesadamente al estar a unos pasos más adentro, miro por doquier intentando no encontrarse con aquella rubia que tanto dolor de cabeza le hacía sentir. Había pasado 1 día desde que no volvía a casa y sinceramente estar fuera le era de lo mejor porque sabía que no se toparía con la menor, sin embargo, ya no aguantaba más las cuestiones de su mejor amiga, así que solo decidió volver.
Tomo marcha a su habitación subiendo las escaleras con prisa, sin embargo, sus pasos se detuvieron en el último escalón y su mirada se posó en la puerta de la habitación de lalisa, un pequeño pero silencioso suspiro escapo de ella y francamente jennie se cuestionaba cada una de sus palabras. ¿estaba bien? realmente, ¿estaría bien sin tener a lisa hablándole?, no quiso pensar más en ello y se convenció así misma de que había echo lo correcto. Camino hasta su habitación, suspirando agotada, sus pasos lentos se detuvieron cuando delante de la puerta de su habitación se encontraba una pequeña flor roja.
Su cuerpo tembló cuando la tomo y una pequeña nota se encontraba en ella, Jennie mordisqueo su labio inferior con fuerza, deseando que el temblor en su cuerpo se detuviera, sin embargo, le fue imposible cuando leyó aquella pequeña escritura;
"Siempre voy amarte Jennie-Unnie"
Decía aquella nota, provocando que jennie sintiera su corazón estrujarse, aun mas, sentir aquella confusión en su mente. Suspiro con fuerza mientras sus ojos le comenzaron a picar, sin embargo, la mayor se esforzó por no soltar una sola lagrima. Se dejo llevar por el enojo y camino hasta la habitación de lalisa, dispuesta a ponerle un alto, sin embargo, la menor no se encontraba allí, bajo las escaleras con aquella flor en mano, acompañada de esa pequeña nota, su cuerpo tembló nuevamente cuando aquellos ojos color miel le miraron directo mientras cerraba con cuidado la puerta de la entrada.
Lisa observo la mirada de enojo de jennie y también se percató de aquella nota y de la flor que jennie traía en manos, recordándole cuando ella lo había dejado en la puerta de la mayor. Dejo escapar un suspiro antes de decidir acercarse a ella y así mismo jennie termino de bajar las escaleras para mirarle mejor.
—¡¿A qué demonios estas jugando?!—le reclamo jennie, levemente irritada ante la mirada de lisa. —¡¿Quién demonios te crees y quien demonios crees que soy yo para andar dejando notas estúpidas?!— Dijo notablemente exaltada. lanzando aquella pequeña nota en la cara de la menor.
Sin embargo, lalisa se mantuvo en silencio, escuchando tales palabras como eran, sintiendo como su corazón se estrujaba un poco más.
—¡¡Te dije que no quería volver a hablarte y saber de ti!!— le recordó irritada. — ¡¿Que parte no te quedo clara manoban?!—Le pregunto, sintiendo el enojo recorrerle, aun mas por que la menor se mantenía al margen de cada palabra.
Jennie sintió su cuerpo arderle al no tener respuesta de la menor, su respiración acelerándose aún más, claro que quería una respuesta a aquella nota, quería escuchar una explicación, pero no lo haría, no se lo pediría.
—Lo siento...—Musito la menor tardíamente.
jennie mordisqueo su labio con fuerza, sintiéndose súbitamente irritada, mientras sus ojos colapsaban ante aquellos dulce ojos apenados, dio un paso más ante la menor logrando que esta le mirara de manera temerosa.
—¡No quiero tus estúpidas disculpas! —Le aclaro con un tono de voz elevado. —¡Tampoco quiero tu estúpida flor! —Y sin previo aviso rompió aquella flor en dos, lanzándosela a la menor quien no dejo de mirarle con aquellos ojos completamente destrozados.
Lisa miro aquella flor en el suelo mientras ambos pedazos estaban dispersos, sus ojos picaron y el deseo de llorar solo le hacía sentir de peor forma. Sin embargo, jennie se mantuvo callada observando el rostro pálido de la menor tras romper aquella flor y sintiéndose un poco mal por ello después.
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Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]
Fanfiction~Del odio al amor solo hay un paso~ Tras la muerte del señor kim, jennie cambia volviéndose una chica solitaria y reservada odiando todo aquello que antes le causaba alegria, debido a su cambio la señora kim decide adoptar a otra chica de nombre lal...