Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]

capítulo 25 [Aun si solo es un instante..]

La señora kim espero durante media hora en él auto, esperando que en cualquier momento la puerta de la entrada fuera abierta y viera salir en ella a su hija. Sin embargo no fue así, Jennie no salió ni aunque la mayor allá ido a tocar su puerta y mucho menos cuando lisa subió para intentar animarla y pedirle que bajara.

Seguramente perdería su vuelo.

—No bajara....—Susurro para si misma antes de mirar de reojo su reloj de mano, su mirada se cristalizo ante él repentino rechazo de su hija y sabia bien que nunca fue una buena madre, sin embargo, Intentarlo no estaba de mas. —Bien...es hora —Suspiro con fuerza antes de encender él auto.

—¿No esperarás mas? —La repentina voz de lalisa en la parte tracera del auto la hace voltear, mirando aquellos ojos llenos de esperanza.

—No cariño, ella no bajara— Se limitó a decir, regresando su mirada en él volante. —Si tardo mas, perderé él vuelo.

—Pero tal vez..—Suspira mirando la puerta de la entrada que aun se mantenia cerrada.—Espera un poco mas ¿Si?  —Pide. Pero la mayor no hace mas que negar, claro que quería esperar mas, si por ella fuera la esperaría mil días, pero no. Tenía que marcharse.—Mama..

—Lo siento cariño, No puedo —Pone en marcha él auto, su mirada nublada, no podía Mirar los ojos dulces de la rubia.

Lisa quiere bajarse y pedirle a jennie que recapacite y que fuera con ella a despedir a su madre, sin embargo se mantiene en aquel asiento, estática. La mayor mira por última vez aquella puerta, que a pesar de saber que no seria abierta, aun conserva la esperanza de ver salir a jennie. Él auto poco a poco va avanzando, con la mirada rota de la mayor, y la triste corazonada de lalisa.

Por que jennie no bajo, por que jennie no iba a bajar jamás.

La castaña se mantenía mirando desde aquella ventana, un impulso en su corazón le gritaba que bajara con prisa, que aun había tiempo y que podría alcanzar él auto de su madre, pero no, su cuerpo solo tembló cuando la camioneta de su madre desapareció, Suspirando pesadamente mientras apretaba con fuerza sus puños, No definitivamente odiaba ser tan orgullosa.

Se deja caer en su cama, mirando la nada de su habitación, Concentrándose en sus pensamientos mientras cubre con su mano su boca, silenciando su sollozo, queriendo comprender la razón de su madre y lo injusta que pudo haber sido ella misma al no estar a su lado cuando ya no la vería en mas de tres meses. Observa con fijadez su habitación, La imagen de su madre luciendo desoladora a través de sus lágrimas y voltea su mirada en aquella fotografía que tenia de ambas, aquel tiempo en donde su risa de niña le hacia feliz, en donde su madre decía que la amaba y lo demostraba.

Aquel tiempo, que no volverá jamás.

La mayor Beso una vez mas la frente de la rubia, Suspirando para ella misma cuando su vuelo es anunciado y aunque ya se despidió mas de una vez, aquella imagen de los ojos dulces de lalisa le hacen dudar sobre marcharse, por que aun si jennie no estaba allí, La joven que le motivaba todos los días, con la cual se siente muy arrepentida y mal, estaba allí, sonríendole y animándola.

—Volveré pronto ¿Si?—Le asegura. Acariciando con suavidad su mejilla, deposita un último beso y toma sus maletas mientras comienza a alejarse. —Cuidate y cuida de ella —Le pide antes de lentamente soltar su mano

La rubia asiente con tristeza cuando lo único que mira es la espada de su madre, mira como aquella mujer le entrega su boleto a la azafata, apuntó de alejarse y cruzar por aquella linea que le asegurara que no volverá verla en lo que resta de los meses. Quiere llorar por aquella mujer, quiere decirle que todo estará bien y que ella estará bien, pero eso no estaba en sus manos.