capitulo 32

12.9K 1.3K 1.1K
                                    

La pequeña rubia observaba desde aquella  ventana de su habitación, como todo a fuera de esos grande muros parecía teñirse de un solo color, mirando ansiosa como algunos gatos intentaban escalar los grandes arboles y uno que otro pájaro cantaba a su alrededor. tan lindo, le era demasiado bello mirar como todo fuera lucia tan hermoso y  muy en el fondo lisa deseaba pronto poder estar allí, poder salir de aquel lugar en compañía de una cariñosa familia que le adoraría demasiado.

eso esperaba.

era  lo que mas deseaba.

su corazón no pudo evitar sentirse emocionado cuando aquella camioneta se detuvo en las grandes puertas de el internado. ¿seria hoy? ¿lograría conquistar el corazón de aquella familia?. por supuesto, era una pequeña niña de 7 años, una chica alegre y amable, ¿por que  no la elegirían?

se coloco su pequeño moño en la cabeza y antes de salir corriendo peino su lindo fleco que la hace tan única. espero  fuera de la puerta de la directora, intentando conquistar los corazones de la pareja que segundos antes le habían sonreído. varias voces le fueron audibles, sin embargo no pudo comprender que era lo que decían.

sus piernas temblaron cuando la perilla de aquella puerta comenzaba a girar. aquella dulce mujer fue la que la recibió y detrás de ella un hombre con una sonrisa agria. los vio salir,totalmente desanimados. la directora tan solo la miro al percatarse de su parecencia, una sonrisa forzada fue todo lo que le entrego antes de pasar de ella y antes de retirarse y dejarla allí le acaricio el cabello.

—No sera hoy pequeña— le susurro y sin mas la dejo. lisa la observo en silencio, deseando no haber escuchado aquello.

miro como aquellos adultos tomaron entre brazos a aquella pequeña y le sonrieron mientras repetían; somos tu nueva familia. la pequeña rubia no aguanto mas y dejo salir sus lagrimas, cubrió su boca con una mano para no dejar escapar sus sollozos y corrió hasta su habitación y se cubrió con toda su manta. realmente ¿había algo malo en ella?, ¿por que no la elegían?  acaso no era lo suficientemente buena, no, no era así.

y ella lo sabia, era especial, muy especial. 

es una niña brillante como una estrella y las estrellas no son para cualquiera.

[🌨]

La rubia pestañeo repetidas veces cuando sintió su cuerpo ser movido de manera lenta, se esforzó por poder notar el rostro frente a ella, bajo la mirada y soltó un silencioso suspiro. levanto la mirada para encontrarse con aquella sonrisa dulce que la miraba con cierta confusión. era rose, quien se había percatado de la muy adormilada rubia que descansaba bajo la sombra de aquel árbol, era demasiado temprano y sus clases ya habían comenzado por eso a la pelinegra le pareció raro encontrarla allí.


¡¡lisa!! ¡¡lisa!! la llama una vez más cuando la menor no le responde. — ¿te encuentras bien?

— ¿huh? — musita, limitándose a mirar a la pelinegra. — Lo estoy, no tienes que preocuparte rose.

la pelinegra tan solo sonríe, tomando asiento aun lado de la menor, quien solo se concentraba en tallar sus ojos y suspirar cada cierto segundo.

— ¿no has dormido bien? — pregunto rose cuando la menor había optado por soltar un bostezo.

— No es eso, es solo que tuve una noche larga y....— su voz se corta cuando al mirar a la pelinegra esta le miraba con total atención. — algunas pesadillas.

— ¿qué clase de pesadillas? — interroga, luciendo claramente interesada en cualquier historia que lisa le pudiera contar.

— No es, no es nada importante — titubea con nerviosismo, le era difícil hablar de su vida, hablar de aquello que aún le es sensible.

Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora