Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]

capitulo 72 [¿No vas a dejarla ir?]

Él silencio era lo único que gobernaba en aquel instante, Nayeon sujetaba con fuerza la mano de jennie durante él camino y Irene quien también les acompañaba solo se mantenía en silencio puesto que nayeon le había pedido no cuestionarle nada. La castaña que de muy mala gana había aceptado ir a la casa de Irene solo por que su mejor amiga le había pedido mantenerse lejana a lisa por unos momentos y quizás así darle tiempo de que la menor piense bien.

Quizás estaba teniendo un mal día y había dicho palabras de las cuales se arrepentiría, quizás lisa no hablaba enserio, quizás solo quizás todas las palabras que dijo fueron un error. Así pues suspiro lentamente cuando ya se hallaban fuera de la casa de la pelinegra.

—Tengo que irme ya—Avisa nayeon, mirando enternecida a su mejor amiga que solo se limitaba a asentir.—Cualquier cosa, me llamas ¿ok?—Dice depositando un beso en la mejilla de la castaña y así mismo decidió marcharse.

Tenia que cuidar de su hermana menor por ese motivo solo se había animado a llevar a jennie hasta la casa de Irene y de tal modo pedirle a la pelinegra cuidar de ella y evitar hablarle de Lisa. Irene tan solo siente su cuerpo temblar cuando la castaña le mira, suspirando apenas y fijando su mirada en la puerta de su casa y así mismo invitándole a pasar.

—¿Que es lo que tanto querias mostrarme?—Cuestiona la castaña sin dejar de mirarle, Irene solo suspiro indicándole que tome asiento y así lo hizo.—¡Vamos habla! —le presiono.

—Bueno jennie —Empieza a hablar un poco nerviosa.—Sabes que mi madre y la tuya son cercanas ¿no?—La castaña solo niega, sin tener idea de que su madre conocía a la mama de irene.—Bueno, así es —Rasga con ligereza su cabello.

—¿Y eso que tiene que ver conmigo?— hablo irritada sin entender su punto.

—Lo que pasa es..—Baja la mirada intentando buscar las palabras correctas para decirle.—Tu madre le obsequio a mi madre a tu cachorro —Dice sin mas y jennie tan solo le mira sorprendida.

—¡¿Kuma?!—Dice sobresaltada mirandole alegre. —¿Esta aquí? ¿Donde lo tienes?

—Kuma...—Murmura su nombre sonriendo suavemente. —Es un lindo nombre —le dice y es consiente del pequeño brillo lleno de alegría en los ojos de la castaña.—Ire por él, espera aquí ¿si?—La castaña asiente tal cual como una niña pequeña.

Y cuando la peliengra desaparece de su vista y así mismo le ve desaparecer en una de las puertas su corazón no puede estar mas emocionado por ello.
Así que solo suspira conservándo la calma y sonriendo suavemente hasta que le ve, a aquel pequeño reposar en los brazos de Irene quien le carga gustosa. Así que corre a él, tomandolo en brazos, depositandole pequeños besos, acariciando su suave pelaje y de igual modo él cachorrito le correspondía a sus caricias.

Irene quien sólo observo ese peqño reencuentro sonrió en sus adentros al ver a jennie tan feliz, tan alegre, tan niña, recuerda a ver tenido deseos de verle reír y ahora mismo, ante sus ojos la castaña quien eres su indudable amor, lo hacia, Reía allí ante ella, con esa melodía que derretía muy profundo su pequeño corazón en él que solo había un espacio y era solo para jennie.

—Me lo llevare de regreso a casa —Sentencia sin mas sujetándolo en brazos, la peliengra tan solo niega, creyendo que seria una mala idea.—Es mi cachorro, Voy a llevármelo —Repite sin mas.

—Pero jennie, tu madre dejo en claro que si yo o mi madre te lo devolvía volvería regalarlo —Aviso, mirándole con pena.—Nada me gustaría mas que lo volvieras a tener—admite mirándole enternecida.—Pero si lo haces, puede que vuelva a regalarlo y lo peor de todo es que no sabrás a quien se lo dará ahora —Comenta y esa pequeña idea logra que la castaña se preocupara por ello.—Asi que te propongo una cosa —Dice animada, sonriendole.—¿Por que no cuidamos de él las dos?—Pregunta y la castaña le mira con rareza, negando suavemente.