Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]

capitulo 59 [Kuma]

La noche arribaba por aquellas solitarias calles en donde aquella pareja caminaba tal cual con una sonrisa en sus rostros mientras sus manos entrelazadas al ritmo de sus tibios corazónes. Después de que Alice se Marchara y seguidamente aquellas cuatro chicas pasaran él día juntas intentando olvidar él trago amargo de la partida de la mayor, hablando de cosas que eran muy turbias en ese momento, teniendo a una jisoo hacer bromas de todo, a una Rosé ser bromeada por Jisoo y una pareja muy inusual que tan solo reían ante las ocurrencias de aquellas dos chicas.

La noche era silenciosa y él viento era frío. Jennie tan solo camina en compañía de lalisa y sus corazones latían con total sincronía, un aura tan tranquilo que justo en ese momento ambas no necesitaban nada mas, estar en silencio les era tan cómodo si se trataba de tener la compañía la una de la otra. Lisa quien por traviesos segundo voltea su mirada encontrándose con aquella angelical mirada de ángel que se perdía en los espacios vacíos de aquellas calles.

La menor tan solo es capaz de presionar sus labios con suavidad cuando ve a jennie sonreír incosiente y la menor tan solo suspira, pensando en que podría estar cruzando por esa cabecita.

—Lalisa...—El nombre de la menor es prenuciado por aquellos labios rosas, que la menor tiembla cuando aquellos ojos brillosos le miran.—¿Que piensas de las estrellas?

Lisa le mira confusa, intentando descifrar él motivo de aquella pregunta, posa su mirada en aquel cielo cubierto de pequeñas estrellas brillantes. Piensa detenidamente en una respuesta clara y solo ríe por la turbia idea que se cruza en su mente.

—Que son como tu..—Habla a media voz, logrando que la mayor le mirara fijo.—Son brillantes, alguna veces apagadas, Él mirarlas te provoca una paz enorme, pero también están hechas un desastre al esparcirse, pero...—su voz se pausa, por cortos segundos y suspira levemente. —Pero tienen una belleza infinita...

La mayor tan solo siente sus mejillas arder y le observa, sumida en aquel blanquiento rostro que luce tan brillante de tal modo. Su mirada perdida en él cielo le hace lucir incluso más bella al estar despistada.

—Lalisa, Eso fue muy cursi —Rie. Apartando la mirada logrando que la menor le mirara con ojos reprochadores.

—¡Eso es todo no que vas a decir!—se suelta de su agarre cruzándose de brazos mientras sus pasos se detienen.

Jennie tan solo es capaz de reír por la actitud de la menor, Ella luce incluso adorable al estar enojada, así que la mayor tan sólo sonríe, acercándose hasta ella abrazándole fuerte mientras deposita un beso en una de las mejillas de la menor, quien solo se deja en volver por aquellos brazos delgados y suaves.

—Lisa-ya, Te amo — y eso es siquiera suficiente para que él mundo de lalisa corra a gran rapidez y pierda sentido.

Su corazón late, de una manera inexplicable y quiere ser capaz de sentir que es dueña de si misma pero es incapaz cuando aquella hermosa castaña esta allí abrazándole con total suavidad mientras él tiempo parece congelarse en ese mismo sitio, haciendo él momento totalmente suyo. Se separan luego de unos minutos y lisa tan solo se encarga de acariciar su rostro, su cabello y jennie tan solo le sonríe logrando contagiar a la menor.

Jennie posee una estatura menor a la de lalisa, así que la rubia simplemente suspira bajando sus labios a los de la mayor quien gustosa corresponde aquel dulce beso. Sus labios son tan suaves y gentiles que jennie sintió todo su mundo acomodarse al compás de la menor, sintió todas aquellas emociones inacabables que solo Lisa le hace sentir. Lisa en cambio tan solo se dejo llevar y adueñar por aquellos suaves labios que desde él primer instante le hicieron prisionera de ellos, de aquel aroma que indaga por sus sentidos provocando una infinidad de emociones.