Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]

capitulo 66 Noche 2/3 [Un eco]

—Quiero cobrarme algo contigo —Sus palabras son frías y jennie tan sólo siente un escalofrío recorrerle a tal punto de sentir miedo al mirarle.—Por culpa tuya fui expulsada del colegio —Le hace saber, sonriendo con malicia.

—¿Culpa mía?—Cuestiona la mayor, irónica.—Fuiste tu quien se metió con lisa, Fuiste tu quien me golpeo —Le recuerda sin apartar su mirada fija de ella.—Asi que no te debo nada.

Tras ello, nuevamente intenta marcharse de aquel lugar obteniendo él mismo resultado. Hyuna que poco a poco pierde los estribos al mirarle solo desea acabar con ella justo allí.

—Jennie kim enserio eres tan complicada —En su voz llena de rabia solo están los deseos de lastimarle.—Por eso debo lastimarte..

Sus palabras son simples y cuando su mano se aproxima con rapidez al cuerpo de la castaña quien es tan capaz de detener la mano de hyuna, justo antes de que esta pudiera perforar su piel con aquella navaja y percibiera como en aquella mirada sus intenciones estaban tan claras, empujándole así mismo para alejarle de ella.

Hyuna tambaleó e inconsciente de siquiera poder mantenerse de pie, cayó suavemente hasta él suelo. Jennie permaneció en su mismo lugar, viéndole fijamente mientras la menor sujetaba con enforia su mano, rogando que aquel momento se deteniera y aquella chica que miraba con los ojos llenos de rabia a la castaña, se marchara.

Sin embargo hyuna se puso de pie nuevamente y ataco a la castaña, desviando su movimiento para así confundirle y por fin apresarle. Las chicas que acompañaban a la chica que ahora presionaba con fuera él cuello de la mayor tan sólo corrieron a apresar a la muy temerosa rubia quien solo intentaba safarse de ellas para poder ayudar a jennie.

Aquella navaja presionaba con fuerza él cuello de la mayor y así mismo ambas se sumieron en una lucha por liberarse, lucha en la cual jennie era la única que salía perdiendo cada vez que hyuna presionaba su cuello debido al enojo que gobernaba su cuerpo y así mismo no era capaz de controlarse. Su mente teniendo un solo deseo y ese era él Eliminarle.

Así pues, cuando hyuna se dispuso a trazar una linea por él pequeño cuello de la mayor y esta quien se esforzaba cada vez mas en dejarse en libertad, resultandole sumamente inútil cuando su cuerpo parecía volverse tan débil. Así que, su mirada solo se posa en aquellos pequeños ojos color miel que le miran con tanto temor.

—¡Jennie-Unnie!—Grita, con todas sus fuerzas, mirando como los ojos de la mayor poco a poco se apagan.—¡No le hagas daño!—Sus palabras parecen divertir a la rubia quien solo presiona aun mas él cuello de la castaña, queriendo comenzar a abrir una abertura.

La voz de lisa apenas y es audible para jennie, pero cuando pequeñas lágrimas bajan por aquel rostro él cual jennie ama con toda su alma, es allí cuando sus sentidos regresan, cuando la promesa de siempre Protegerle Esta allí. Así que antes que hyuna pudiera por fin clavar aquella navaja la mayor le empuja, con tanta fuerza que esta solo termina por caer de nuevo.

No pierde tiempo y se aproxima hasta ella, golpeando su rostro con tanta fuerza que la rubia sólo es capaz de escupir sangre. Le arrebata aquella navaja y la lanza lejos de ella para evitar que esta volviera a apresarle con ello. Su mirada se dirige en las dos chicas que habían soltando a lalisa para así ayudar a hyuna quien se hayaba aun en él suelo. La castaña tan solo se aleja de ella, caminando hasta la menor, sujetando su mano mientras esta le mira con temor.

—¿Estas bien?—Pregunta, para acerciorarse y la muy llorosa menor tan solo asiente suavemente. —Tienes que irte de aquí yo..

—No —Su decisión es nula. La mayor tan solo niega al escucharle queriendo hablar antes de ser nuevamente interrumpida por lisa.—Me quedare contigo, En las buenas..—Su voz se pausa acariciando su rostro. —En las malas..

Y es allí cuando la sonrisa de jennie se asoma al verle, cuando él pequeño dolor en su cuello pasa a ser lo mas insignificante.

—¡Vaya! Que románticas son —La voz de hyuna nuevamente se hacen presente, riendo mientras apartar con rudeza la sangre que aun se encuentra en sus labios.—Van a morir juntas ¿Es así?—Y sus puños solo se dirigen en la castaña quien rápidamente esquiva su golpe.

Empuja a la menor, lo suficiente como para dejarla fuera de ello. Hyuna quien nuevamente se dispone a golpearle, fallando completamente cuando la castaña le golpea tan duro que solo le hace enojar aun mas, una curva se dibujo en sus labios, mostrando así aquella sonrisa cubierta de sangre. Cuando sus compañeras se dispusieron a ayudarle esta solo les hizo una seña, indicándoles no entrometerse.

Así mismo y con toda la rabia que le recorría fue a apresar de nuevo a la castaña quien esta vez fallo en su intento de deterle. Hyuna golpeo con tanta fuerza su rostro, dejando un golpe tras otro, evitando que esta pudiera detenerle. Lisa quien solo intento correr a ayudarle fue detenida por las compañeras de hyuna quiénes rieron mientras la menor lloraba desconsolada.

Pronto, la visión de jennie solo se volvió borrosa y cuando la chica que reía sinicamente solo detuvo sus golpes, levantándose y dejándole allí mientras se dirigía a lisa quien observaba con lágrimas en los ojos a la mayor. Jennie intento con las pocas fuerzas que tenia levantarse, pero le fue imposible cuando hyuna le dio una patada asiéndole caer de nuevo.

Fue allí en donde ese pequeño instante se volvió borroso en su totalidad y al caer desmayada viendo por ultimo los ojos color miel que lloraban por ella, además de como su atacante se sobresalto por él grupo de chicas que fueron a detenerle. Voces, gritos y por último como aquellas huyeron de aquel lugar.

—Jennie-Unnie....por favor... —La dulce voz de lisa solo rogaba por que la mayor no cerrara los ojos.

Sin embargo, fue esta allí cuando la castaña perdió conocimiento de todo, acabando por caer desmayada cuando por fin pudo sentir la mano de lisa acariciarle, pese a que en su rostro había lágrimas, sabia que hyuna ya no estaba allí para lastimarle, por ello se sintió tranquila y se dejo llevar por él dolor en su cuerpo.

De pronto, el rostro de lisa solo era un recuerdo en su mente.

De pronto, su voz se volvió un eco en su cabeza.

De pronto, su amor se volvió un recuerdo.