Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]

capitulo 8

Jennie no sabia por que se encontraba llorando, quizás estaba teniendo otro de sus mini atraques. Tenía que pasar todo él fin de semana en su casa y aunque antes no le era del todo muy molesto, con lisa fastidiandole a cada segundo le era muy difícil. Limpio sus lágrimas y fue cegada por la luz de su teléfono, intento encontrar inmediatamente él número de naeyon, quizás su mejor amiga podría liberarla de esa soledad.

—Hey mujer ¿Que haces? — una muy alegre voz la recibió, Jennie no pudo evitar rodar los ojos aun si su compañera no podía ver su acción.

—¿Que crees que podría hacer encerrada en mi casa? ¿Eh? — su tono irónico solo pudo hacer que naeyon soltara una risa, siendole aun molesto para jennie.

—Que te parece...Ir a darle cariñitos a tu hermanita — propuso. La castaña quiso darle un golpe aun si se encontraba en la otra linea. Naeyon no tuvo que adivinar para saber que jennie tenía deseos de matarla.

—¡Idiota! — Se quejo. Su enojo siendo notorio para su compañera. — Por que no vienes y se lo das tu ¿Eh?

—¿Puedo? — Cuestiona naeyon en risas.

—¡claro que no! — grito y su enojo fue aumentando cuando pudo escuchar la risa de su compañera.

—Oh jen,Jen esta celosa — Seguía burlando, aun si sabia que jennie le daría un golpe cuando la viera. — No te preocupes jen, Yo soy fan número uno de esa relación.

—No lo estoy, deja de decir estupideces y sabes que tengo sueño, adiós — La castaña había hablado demasiado rápido, ni siquiera le dio tiempo a naeyon de despedirse o simplemente de asimilar cada palabra.

Bloqueo su teléfono para seguidamente acomodarse en su cama, Suspirando con pesadez. Entre cerro sus ojos tratando de consiliar él sueño, Su mente siendo fría y vacía. Quizás en esos momentos lalisa no le caía tan mal y aunque aun estaba tan enojada con ella, por hacer que rose se enojara y creyera lo peor, en él fondo sabia que no era culpa de ella.

Se rindió luego de pasar mas de diez minutos intentando dormir, Se puso de pie en dirección a la cocina, quizás un vaso de leche la haría soñar. Sin embargo toda su atención fue captada cuando escucho un ruido salir de la habitación de lalisa. La castaña se negó a ir a ver lo que sucedía y estando a tres escalones dispuesta a bajar no pudo con él ruido. Fue en dirección a la habitación de lisa, con la excusa de reclamarle lo que sucedía y que su música era muy molesta.

Se acercó con sigilo, sintiéndose un poco temblorosa. La puerta se encontraba entre abierta,  La luz que salia de la habitación de lisa solo podía golpearle la cara. Se asomo un poco curiosa en lo que sucedía en ese lugar, apoyándose en él marco de la puerta, pero asiendo lo posible por no ser descubierta.

Su mirada fue brillante cuando vio a lisa hacer unos pasos de baile, Jennie se sentia impresionada por la dulce rubia que bailaba con pasión. No había duda de que dominaba perfectamente él baile, y jennie cayó en cuenta que su madre había tenido razón, Lalisa te atrapaba con solo verla bailar, claramente podía ser una gran maestra de baile.

—No eres tan torpe...—Dijo jennie en un susurro, Siendo torpe al apoyarse con fuerza en la débil puerta para intentar tener una mejor vista, pero cayo de manos ante la rubia que la miraba extraña.

La castaña no le dio oportunidad a lalisa de emitir palabra alguna, sus mejillas completamente teñidas de rojo al ser descubierta. se levanto con prisa y salio inmediatamente de la habitación de lalisa. La rubia aun mirándola con extrañes, solo pudo sonreír ante lo linda que era jennie kim.

Jennie cerro la puerta de su habitación detrás de ella, Se sintió avergonzada y un poco torpe. Dio varias vueltas en su habitación deseando que lalisa no se atreviera a venir y preguntar, pero para su muy mala suerte la pequeña rubia se encontraba tocando la puerta.

—¿Jenni-Unnie? Necesitabas algo — pregunta desde él otro lado de la puerta. Jennie se recuesta en su cama abrasandose a si misma, rogando que lalisa se fuera. — Puedes dejarme pasar.

La castaña se queda en silecion, mordisqueando su labio nerviosa.

—Jennie-Unnie, si no me abres me veré obligada a forzar tu puerta— Avisa. Jennie niega con la cabeza, pero tal acción no fue vista.

—¡Vete! — Grita con su temblorosa voz. Poniéndose de pie hasta llegar a la puerta. — No necesito nada, Solo vete.

—¿Por que estabas en mi habitación entonces?

—Hacias mucho ruido, No podía dormir — Miente. Sus manos temblando. — ¡Ahora largo! — a pesar de que se esforzaba por sonar molesta, en esos momentos su voz la estaba traicionando.

—Entiendo, Entonces dejare de hacer ruido — Promete. Lisa había dejado de forzar la manija de la puerta, Sus pasos resonando por él pasillo y jennie pudo sentir él alivio recorrer su cuerpo.

Espero unos minutos, con la esperanza de no encontrar a lalisa a fuera, abrió lentamente la puerta, miro de reojo él pasillo vacío. La rubia se había marchado. Volvió a acercarse con sigilo a la habitación de lisa, pero esta vez siendo un poco mas inteligente. Pudo apreciar como la rubia apagaba su música y rasgaba suavemente su nuca, la castaña se sintió un poco mal por haber interrumpido su baile. Por la mirada de decepción en los ojos de lalisa la castaña sólo pudo sentirse culpable.

Se marchó de regreso a su habitación aun sin hacer ruido. Lisa solo tomo asiento en la orilla de su cama mientras daba un sorbo de su botella de agua, Miro de reojo la puerta de su habitación y recordó con detalle como minutos antes la castaña había aparecido de allí.

—Algún día, vas a quererme Jennie-Unnie...