capítulo 24

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"No llores cariño, No llores mas...Él tiempo tu pena curara, No llores mi amor, a tu lado estaré, por siempre "

La ronca voz de su padre canta para ella, Mientras una pequeña risa escapa de los labios de la pequeña castañita, quien cierra los ojos, dejándose llevar por aquella canción. Tan bella, tan melodiosa, tan única. La visara imagen de su padre le hace sonreír, Sintiéndose amada por aquel hombre.

¿Estarás a mi lado al despertar papi? —aquella dulce pregunta le es suficiente al mayor para sonreir, su suave mano acariciando la mejilla de su pequeña

Lo estaré nini, Lo estaré—Promete.

Se deja llevar por aquellas palabras, Pues él mayor cumplía dia a dia con aquella promesa, cuidándola de sus sueños, cuidándola de los fantasmas de su habitación. Le sonríe una vez mas a su pequeña que termino rendida y al fin pudo consiliar él sueño, Aparta suavemente su cabello para depositar un beso en la frente de la menor y desearle en un susurro dulce sueños.

Apaga la luz y deja que él silencio le haga compañía a la castaña, suspirando para él mismo por la angelical imagen que tenía de jennie, Siente orgullo, siente amor por aquella niña que le regreso la esperanza en su vida.

"Siempre estaré contigo"
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Jennie abre lentamente los ojos, Mirando pesadamente cada espacio de su habitación sintiendo melancolía por aquel sueño. Sin duda este sería otro de esos días en los que tiene que sufrir la ausencia del mayor, por que simplemente aun no acepta su partida, aun lo necesita. Limpia con suavidad las pequeñas gotas que aun yacían en sus mejillas, no iba a ser débil, no quería serlo mas.

Se lava la cara para seguidamente cambiarse de ropa, quería al menos disfrutar su fin de semana, disfrutar de no tener a un montón de chicos inmaduros gritoneando por doquier, de no tener que soportar a los insoportables profesores y sus palabras absurdas de temas absurdos, Y claro, de no tener que fingir Que esta feliz en aquel lugar que parece mas una prisión para hacer sufrír a los estudiantes. No, simplemente no quería pasar horas en un lugar del que no disfrutaba lo mas mínimo, un lugar al que tenia que asistir por obligación y no por gusto.

Sin duda amaba los fines de semana.

Baja con rapidez la escalera, esperando tener un desayuno tranquilo, sin embargo su mirada no puede evitar posarse en aquellas maletas que yacían en la puerta de la entrada de su casa, camina dudosa hasta ellas reconociendo él porte y él gusto de su madre.

—Cariño, ¿Has despertado ya?—la voz dulce de su madre la hace alarmarse girando para encontrarse con aquel semblante tranquilo.— Me alegro, Tengo algo de que hablar con lisa y contigo.

—¿Que es? — Le pregunta intranquila, deseando saber de una vez aquello.—¿Por que están estas maletas aquí?

—De eso mismo quiero hablar.

Le acaricia con suavidad su mejilla, tomando aquellas maletas para comenzar a sacarlas, Jennie la mira, intranquila y dudosa por lo que sea que la mayor quería decirles.

—Unnie...—Aquella voz la hace salir de su trance, volteando a ver a aquella chica recién Levantada, Guardándose su risa para ella misma al ver él cabello despeinado de la menor.—Por que hay tanto ruido..

Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora