capitulo 13

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Lisa se encontraba merodeando por los pasillos de la preparatoria, Caminando a pasos cortos para seguidamente salir al campo, vacío y tranquilo. Se acomodo en uno de los grandes árboles que daban la mejor de las sombras en aquel lugar, su mirada triste al recordar lo que le había sucedido a jennie y simplemente no puede dejar de sentir culpa. Por que su hermana mayor tenía que estar en resposo por un par de días. En esos momento le molestaba haberse sentido débil ante la matona de Hyuna.

Por que su mente fría no podía evitar recordar cuando la rubia iba a su nuevo casillero y accidentalmente choco con aquella chica rubia, quien en enseguida la tomo del brazo para hacerle daño y aun si lisa le repitió mas de una vez que lo sentía. Para Hyuna no era importante sus disculpas, si no hacerle daño y lisa hubiera preferido que sea así. Sin embargo todo fue diferente cuando jennie apareció para defenderle y enfrentarse a ese grupo de chicas, sin duda no hubo un solo momento en él que lalisa no se sintiera protegida.

—Hey..— Una voz murmura alado de ella, haciendo que esta se sobresaltara al percatarse la presencia de la pelinegra. — ¿Puedo sentarme? — lisa asiente para luego sonreírle a chaeyoung que la miraba con ojos amables.

—Chaeyoung, ¿Que haces aquí? — Pregunta cuando fija su mirada en la pelinegra que descansa a su lado, mas no obtiene una respuesta inmediata, rose se limita a suspirar y aparta los ojos de cualquier vista posible, para encogerse y abrazarse a si misma. 

—Solo Estoy algo decaída...—Le resta importancia aún sin darle la cara a la rubia quien la mira extraña.—Nada importante...

Lisa aprieta suavemente su labio, su mirada ladina intentando descifrar cada acción de rose, pero no obtiene nada mas que una simple mirada nublada de la pelinegra.

—¿Quieres hablar al respecto? — intento animarla con una pequeña caricia en su cabello suave y sedoso. —Puedo escucharte si así lo quieres.

La pelinegra no puede evitar sonreir apesar de que no se sentía muy bien. Sin embargo le parecía lindo y dulce que la rubia le tendiera su hombro para sentirse cálida y así lo hizo dejo caer su cabeza en él hombro de lalisa rendida.

—Pronto cumpliré un año de relación con mi novia y... —Su voz se corta y siente su cuerpo temblar cuando la rubia nuevamente le acaricia él cabello.—Ella quiere algo grande y  yo...Solo quiero una cena tranquila a su lado.

—¿Se lo has dicho? — Inquirió lisa. Intrigada por lo que la pelinegra pudiera decirle.

—No..—Fue lo único que pudo susurrar, su mirada desvaneciéndose ante las calidad caricias de lisa. —Ella se veía tan ilusionada al planear la gran fiesta... yo no quería arruinar esa ilusión.

Lisa solo pude suspirar y en su corazón no cabe ni una sola duda de lo linda y bondadosa que era rose y de lo buena novia que era. Siente como la pelinegra se separa de su hombro y le mira sonriente, esa sonrisa deslumbrante que le hace pensar que nada ocurre.

—Gracias lisa — murmura y sin previo aviso le besa la mejilla, la rubia siente lo cálido de sus mejillas, intentando entender por que rose le agradecía, si bien ella lo recuerda no a dicho nada por ayudarla. — Gracias por escucharme — y fue allí cuando no puede contener su nerviosismo y también le sonríe.

—Deberías decirle...—Dijo sin previo aviso, fijando su mirada en aquellos ojos oscuros y perdidos, que le gritaba que no lo harían, pero aun así rose asintió.

—No te prometo nada — Dice en una pequeña risa y mirándole de reojo. La rubia solo encoge los ojos mirándola juguetona.

Ninguna de las dos dijo palabra alguna, se dejaron llevar por él silencio y en sus adentros agradecían de que no hubiera charla, ambas se concentraban en sus pensamientos y suspiraban casi sincronizadamente, pero estaban tan entretenidas en sus pensamientos que ni siquiera se daban cuenta.  La rubia parpadea repetidas veces, aterrizando en él mundo y viendo como la pelinegra continuaba pérdida y aunque quiere intentar dejarlo pasar no podía.

—Chaeyoung... — Susurra llamando la atención de la pelinegra quien en seguida voltea a verle. —¿Puedo hacerte una pregunta? — Rose asiente rápidamente y se cómoda para poder escuchar correctamente a lalisa. La rubia toma aire y intenta no sentirse nerviosa por lo que pueda preguntar. — ¿Como te diste cuenta de que estabas enamorada? Es decir, ¿Como descubriste que era amor?

Rose siente que la ternura de lalisa la mataría en algún momento y aun mas intenta discretamente encontrar su pulso para asegurarse si aun continuaba con vida. Lo inocente y dulce que era lisa la carcomía y aun pese a eso él tierno puchero que la rubia tenia ahora en su rostro le hacia conmoverse mas.

—Eso, No me esperaba eso — Dijo en una pequeña risita, lisa solo puede mirarle sin sentir vergüenza. — No es algo que pudiera describirte en palabras, Sin embargo, me di cuenta de que estaba enamorada... — Sonrió abiertamente — Cuando no podía pasar un minuto sin ver a jisoo, Cuando ella sonreía y de cierta forma me transmitía su alegría, cuando me di cuenta de que ella era lo último que pensaba antes de dormir y lo primero que pensaba al despertar.

Lisa solo puede guardar silencio. La pelinegra no dejaba de sonreír y con solo mirarla se podía notar la clara felicidad que sentía al hablar de la persona que ama. Tenia una pequeña curiosidad de sentir eso, De sentir que no importa que tan malo sea todo, estar con la persona que uno ama la hace feliz.

—No importa lo que te diga— Interrumpió rose él pequeño silencio.— Yo tengo mi propio concepto y quizás tu tengas uno diferente — suspira antes de proseguir. — ¿Por que me has preguntado eso?

La rubia baja la mirada jugueteando con sus manos, un tanto nerviosa.

—Nunca e tenido pareja — Confiesa en un susurro, sus mejillas rojas y apenada. — Nunca me e enamorado...

La pelinegra abre los ojos de par en par, su mirada asombrada y no le cabe en la mente como es que una chica tan bella como lalisa manoban no había estado con alguien, Le llena de lindura y ternura que lisa sea así y agradece plenamente haberla conocido en aquel parque.

—Ya llegara la indica — le apoyo con una dulce sonrisa consoladora y le dio ciertas caricias en su mejilla. — Estoy segura de que serás muy feliz.

La rubia solo puede corresponderle la sonrisa, suspirando y pidiendo que así sea, por que lisa también quería sentir amor, tener ese deseo por ver a la persona amada, de mirar su sonrisa y desarmarse en su lindura. Pero la rubia no podía evitar dejar de pensar en jennie. Por que todo lo que quería hacer y vivir, era a lado de la castaña, sin embargo descarto la idea de sentir por jennie algo mas y creyó que tan solo era simple cariño.

¿Pero y si no era así?

¿Pero y si no era así?

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Mi odiosa hermanastra [Jenlisa] [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora