1.Sacrificio.

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-Alguien debería decirnos justo en el inicio de nuestras vidas, que nos estamos muriendo. Entonces podríamos vivir la vida al límite, cada minuto de cada día. ¡Hazlo!, digo yo. ¡Cualquier cosa que quieras hacer, hazla ahora! Hay un número concreto de mañanas solamente.

-Me gusta -sonrió mi mejor amigo Nicolás, acomodándose los lentes -ya veo porque elegiste esa frase para tu ensayo.
-Por supuesto -le regresé la sonrisa -la vida es efímera y al final de cuentas todos moriremos, pero opino que hay tantas personas que le tienen un miedo irracional a la muerte que no se atreven a vivir.
Me levanté del piso de mi habitación donde nos encontramos sentados y observé a través del gran ventanal que daba al jardín frontal.
Suspiré y seguí hablando.
-Yo perdí ese miedo cuando mi mamá murió -miré a mi mejor amigo -ahora no creo que sea malo morir, solo es algo que va a pasar y ya. No hay que preocuparse por ello.
-Pero aún tienes miedo por tu papá -me observó comprensivo.
-Claro que no -dije segura de mi respuesta.
-Por favor, tu papá es un policía y arriesga su vida cada día por ti y por las personas de este lugar.
-Lo hace -sonreí -pero sabe cuidarse muy bien. Además el que tiene miedo de dejarme sola repentinamente, es él.
-¿A si? -me miraba sorprendido.
-Si -caminé a lo largo del cuarto y observé en el buró la foto de mi difunta madre. Su cabello negro era idéntico al mío al igual que sus ojos azules o eso es lo que todos siempre me decían -no tenemos más familia y mi papá tiene miedo de dejarme sola.
-¡Pero si me tienes a mí! -bufó.
-Explícale eso -suspiré risueña.
-Pero Lauren -gruñó el pelirrojo -tu padre es tan... da miedo.
Reí.
-Solo aparenta ser un tipo rudo pero en el fondo es amable.
-Si tú lo dices...
-Oye -le di un manotazo y miré el reloj -ya son las nueve de la noche, vete a tu casa.
-¿Me estás corriendo? -volvió a acomodarse los lentes.
-Si -lo ayudé a levantarse y ambos salimos de la habitación dirigiéndonos a la entrada.

-Hola -en el pasillo se encontraba mi papá -¿ya te vas Nico? -le preguntó.
-S-Si señor, su hija me corre -dijo con un poco de nerviosismo como todas las veces que hablaban.
-Entonces te llevo, ya es bastante noche y no me gustaría que te pasara algo -lo tomó del hombro y lo dirigió a la salida.
Nico volteó a verme y susurró un "ayuda". Sonreí ante su graciosa reacción.
-Los acompaño -caminé a alcanzarlos.
...
Salimos de la casa y subimos a la patrulla de mi papá. Nico y yo en la parte trasera, después nos dirigimos a su casa.

-Oye hija -comentó mi padre mientras conducía.
-Mande -lo observé por el espejo retrovisor.
-¿Acompañarás a Luce al dentista?
Apreté los labios. Luce era mi hermanastra, unas de esas pocas personas que hacían mi vida imposible, era terrible en realidad. Ella era la típica chica adolescente que se arreglaba mucho, era popular y que quería lo que yo tenía y por más que había tratado de que nuestra relación fuera buena, ella no me lo permitía.
Pero no me malinterpreten, la quería y me agradaba mucho por más que me fastidiara desde hace un año cuando mi papá se casó con Amelia, su mamá, que al contrario de Luce era muy dulce y me quería.

-Si papá, iré con Luce -sonreí de mala gana -te prometí que me llevaría mejor con ella o al menos que lo intentaría.
-Me alegro porque Amelia y yo en verdad queremos que sean como hermanas.
-Lo sé -observé a Nico quien también tenía una cara de "si claro".

En el camino no pasó nada más relevante, solo platicamos un rato más sobre la escuela y temas banales.

...
-Llegamos -dijo mi papá por fin después de media hora.
-Gracias por traerme señor -Nico abrió la puerta para marcharse como si llevara mucha prisa.
-No es nada, cuídate -agregó mi papá.
-Claro, adiós Lauren -se despidió mi amigo pelirrojo.
-Adiós Nico.
Lo vimos entrar a su casa y mi papá arrancó el auto de vuelta a nuestra casa.

-Me agrada ese chico -sonrió mi papá.
-Pues a él lo aterrorizas -bromeé.
-Por eso me agrada, es obediente, serio y respetuoso... sería un buen novio para ti.
-Obvio no -rodé los ojos y me reí -eres un controlador papá.
-No lo soy -suspiró y habló más "serio" -pero cuando tengas novio por favor que sea igual de alfeñique que él.
-Basta papá -solté una carcajada -todos saben que soy hija de un policía por eso nadie se me acerca -hice un puchero.
Se rió.
-Así es mejor mi pequeña.

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