82.Confianza.

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-Como te decía -me siguió hablando mientras cruzaba las piernas -habemos demonios de clase media que estamos bajo el régimen de los siete demonios. Por ejemplo, al ser la demonio del descaro estoy bajo las órdenes de Jarek; el demonio que conociste también lo está pero a mí me obedece de la misma manera, y en fin, así pasa con todos nosotros.
-Ya entiendo -la observé pero hice una mueca de dolor al sentir nuevamente un pinchazo en la mano.
-¿Te duele? -me preguntó acercándose a mí.
-No es nada -sonreí.
-Yo creo que si -me tomó rudamente -si Jarek o Dimitri llegan a enterarse se enfadarán conmigo.
-En eso tienes razón, ambos me sobreprotegen -reí.
-Si, después de todos los humanos son tan débiles y se mueren con mucha facilidad.
Su comentario me pareció bastante cruel.
-Bien -se alejó y tomó algo como un botiquín -tengo esto que nunca ha sido usado, pero te servirá -sacó una venda de su envoltura y me la colocó en la mano.
-Gracias -dije al sentir que mínimo no salía más sangre.
-No me des las gracias...ahora ven conmigo -abrió otra puerta dentro de la habitación que hasta ese momento no había notado y por curiosidad la seguí.
Allí tenía lo que parecía ser un cuarto lleno de ropa, botellas de alcohol y otras cosas.
-Cámbiate esa ropa -me dijo en tono neutro -estás manchada de sangre. Puedes escoger lo que quieras, es cortesía de la casa.
-No es necesario -intenté negarme pero ella solo se acercó a la ropa y tomó unos mini shorts plateados y una blusa negra de manga larga.
-Pontelos -me los dio por la fuerza.
-De acuerdo -hice una mueca, ya comenzaba a parecerme mandona.
Salió del cuarto y aproveché para cambiarme...

Al terminar dejé mi ropa allí pues nada de eso tendría sentido si Jarek o Izan la veían con sangre. Después salí del cuarto.
-Gracias por la ropa -dije un poco incómoda.
-Das las gracias por todo -me miró fijamente.
Solo reí avergonzada.
-¿Así que eres mitad humana? -me preguntó la tal Sasha mientras se acercaba a mí.
-Si -dije en mi posición estática.
-Ya veo -ella se acercó más y me tomó del mentón y repentinamente su mirada se había vuelto más fría -¿entonces Jarek pasó este tiempo contigo en la Tierra?.
-B-Bueno si.
-Entonces fue tu culpa que dejara de venir -dijo más en tono de afirmación que de pregunta.
No dije nada.
-¿Te acostaste con él? -me soltó de pronto.
-¿Q-Qué? -me sonrojé -¡no! Jamás me acostaría con él, digo él ya lo ha intentado pero yo le dije que no y creo que lo entendió.
Está vez parecía sorprendida.
-Eso es tan raro.
-¿Por qué dices eso?
-Porque si hubiera querido te hubiera obligado, así que no lo entiendo...cuando él y yo lo hicimos por primera vez casi me obligó aunque no es como si no lo hubiera disfrutado.
Ambas nos quedamos viendo fijamente, aquella chica si que era descarada.
-¿Hace cuánto que se conocen? -me atreví a preguntar.
-Digamos que crecimos juntos aunque...-se quedó pensativa -de hecho conocí al verdadero Jarek cuando su madre lo abandonó.
-Ya veo...
-¿Conoces la historia? -me preguntó.
Negué.
-La madre de Jarek era una perra que prefirió ir a la Tierra para pasar su existencia divirtiéndose con humanos y abandonó a Jarek y a su padre...creo que ese fue el momento en el que Jarek se quebró y se convirtió en quien es ahora.
No pude decir nada...aquello sonaba muy doloroso incluso para Jarek.
-En fin, tal vez algún día él te cuente esto en detalle.
-Tal vez...
-Claro que ya lo hubiera hecho si te tuviera algo de confianza pero...veo que no.
Si, sin duda esa chica era una pesada.
Volvió a mirarme de arriba a abajo y concentró su mirada en mi tatuaje.
-Eres realmente linda -me soltó.
-G-Gracias -dije sorprendida de su comentario.
-Ya te dije que dejes de decir esa palabra -se acercó más y me tomó de la barbilla, repentinamente frunció el ceño.
-¿Qué pasa? -pregunté.
-Creo que me gustaría comerte.

Antes de que pudiera reaccionar ante esas palabras, alguien tocó la puerta.
-Adelante -dijo Sasha alejándose de mí.
Ambas quedamos sorprendidas al notar que Jarek se encontraba allí.
-Hola Sasha -la saludó por educación pero rápidamente se acercó a mí y miró mi mano.
-¿Qué te pasó en la mano? ¿y tu ropa? -frunció el ceño.
-No es nada, me corté y mi ropa tenía un poco de sangre, no quería que te preocuparas -le sonreí.
-Pues lo hice cuando Débora dijo que estabas aquí.
-¿Creías que no estaba cuidando bien de tu prima? -Sasha se le acercó con ciertas intenciones.
-No quise decir eso -lo miró con cierta complicidad que me hizo sentir mal.
-Bueno, ahora que sabes que ella está bien podríamos charlar sobre los viejos tiempos -lo abrazó mirándolo directo a los ojos.
¿Por qué yo seguía allí?
Estaban tan cerca...a un segundo de bes...
Eso era todo. Me iría de allí.
-Yo no quiero interrumpir su charla así que estaré afuera -sonreí débilmente y escapé de esa situación escuchando que Jarek pronunciaba mi nombre.

Al salir me detuve en la puerta y no pude evitarlo, sabía que estaba mal, pero me quedé allí parada intentando oír lo más que pudiera.

-¿Entonces Jarek? -escuché la voz de Sasha.
-Lo siento tengo que alcanzarla -me sorprendió que Jarek dijera eso.
Hubo un pequeño silencio.
-¿Es por ella que habías dejado de venir? -escuché a Sasha.
-Si, es que pasé un tiempo en la Tierra...-dijo Jarek.
-Sabes que no me refería a eso.
Hubo un silencio hasta que volvió a responder.
-Si, fue por ella -dijo.
¿Por qué aquello era mi culpa?
-Ahora entiendo todo -volvió a hablar la chica.

No quise arriesgarme más al oír su conversación y me dirigí a la barra.
...
-Hola Lauren -me volvió a saludar el Barman -¿quieres tomar algo?
-No sé, me dijeron que las bebidas de aquí pueden ser muy fuertes.
-No te preocupes, te daré algo de lo más ligero -me guiñó un ojo.
-Está bien.
Enseguida vertió algo en un vaso y me lo entregó.
-Es vodka con refresco, no te hará nada.
-Gracias -le di un trago y en verdad no me pareció tan fuerte.
-¿Y tus primos? -me preguntó.
-Izan debe estar con su amiga Débora y Jarek con...

-Aquí estoy -apareció detrás de mí, sacándome un susto.
-Me asustaste -le reproché.
-Perdón humanita -se sentó junto a mí y le pidió al Barman una bebida.
-¿Cuántas te has tomado ya? -le pregunté notando el leve olor a alcohol que emanaba.
-Unas tres o cuatro -se rió.
El Barman le entregó la que acababa de pedir y siguió tomando, yo hice lo mismo.
Y sin embargo, aunque Jarek estaba allí junto a mí podía dejar de pensar en Sasha y en el pasado de Jarek del que yo no conocía casi nada porque justo como Sasha me había dicho, no había confianza entre nosotros. Durante todo el tiempo que llevábamos de conocernos, aunque nos contáramos ciertas cosas, nunca hablaríamos de las mas importantes porque la confianza entre ambos no había aumentado.

-Oye -me observó mientras hablaba muy serio -con respecto a Sasha...
-No tienes nada que decirme.
-Pero es que ella y yo alguna vez...
-Si, me lo dijo.
-¿Y no te importa? -frunció el ceño.
-Es solo que...ya no estás con ella ¿no?
Negó y por un momento me miró pensativo.
-Pensé que estarías más celosa -sonrió juguetón.
-Ya estás borracho -rodé los ojos.
-Aunque no lo estuviera te lo diría.
Suspiré un poco molesta.
-¿Qué te pasa? -me preguntó.
-Nada.
Soltó una carcajada.
-Cuando una chica dice eso significa que le pasa todo.
Lo observé.
-Solo me surgió una rara idea.
-Pues cuenta.
-Bien...tú... ¿confías en mí?
-¿Y por qué no lo haría? Nos conocemos desde hace bastante tiempo y somos familia -me sonrió.
-Entonces olvídalo -intenté sonreír.
-Hoy estás tan rara.
-¿Y si mejor nos vamos? -le cambié el tema, pues aquella situación y lugar me incomodaban.
-Si quieres -dijo levantándose.
Lo seguí y salimos de aquel lugar.
...

-¿Te quedas en mi casa? -me preguntó coqueto mientras caminábamos.
-No -le di una rápida mirada -tengo que hablar con el tío Dimitri.
Bufó.
-¿Por qué te importa tanto?
-Porque él me trajo aquí y porque me quiere. Además debe estar preocupado porque ayer no llegué a dormir.
-No es para tanto.
Lo miré mal.
-Dejemos el tema por la paz -seguimos el camino -ahorita yo iré a mi casa y tú a la tuya.
-Eres una aburrida.
Me reí y no quise seguir discutiendo.

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Después de literalmente arrojar a Jarek en su casa, ahora estaba por entrar a la casa de mi tío.
Abrí la puerta y entré haciendo el menor ruido, después cerré con la misma delicadeza.
-¿Me puedes decir dónde pasaste la noche?
Salté en mi lugar al oír su voz.
-Tío -sonreí pero él seguía con el mismo rostro serio -estuve con Jarek.
-¡Lo sabía! -hizo una nueva de enojo puro.
-Solo me quedé a dormir porque ya era tarde -intenté explicarle.
-¿Y no pudieron avisarme? O por lo menos pudiste volver temprano y decírmelo, no que vuelves casi un día después.
-Lo siento -tomé sus manos y lo miré con todo el arrepentimiento que pude.
-¿Qué te pasó en la mano? -seguía alterado.
-Salimos con Izan a un bar y me corté con...un vidrio.
-Esos idiotas que no pueden ni cuidarte -rugió molesto.
-Ya tranquilízate -le sonreí dulcemente -estoy bien y ya estoy aquí.
Respiró hondo y después de unos minutos volvió a relajarse.
-De acuerdo ve a dormir, pero nunca vuelvas a hacerme esto. Ah y en cuanto vea a Jarek me las pagará.
-Entendido -le di un abrazo -buenas noches tío.
-Buenas noches.
Le sonreí una última vez y subí a mi habitación.

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