Demonio

69.¿Bienvenida?

Era la hora...
Mi tío Dimitri me había pedido que me pusiera algo con lo que luciera "encantadora".  Así que estaba como loca revolviendo toda mi ropa en busca de algo bonito.
Ahora extrañaba a Caroline y sus consejos. Tomé un vestido blanco sujeto al cuello y a mi parecer era bonito.
Escuché que alguien tocó la puerta.

-Lauren ¿estás lista? Algunos invitados ya llegaron -gritó mi tío desde el otro lado de la puerta.
-D-Dame diez minutos -empecé a ponerme el vestido.
-Bien... 

Por fin después de unos minutos terminé de ponerme el atuendo, acompañado de unos tacones negros y me sujeté el cabello en una coleta. Observé mi rostro y aunque lo negara, estaba un poco mucho asustada.
›Estoy bien‹ -susurré para mi misma intentando calmar a mi corazón. Pero es que realmente estaba inquieta.

-Lauren ya llegaron todos -mi tío entró al cuarto y se quedó sonriendo. 
-¿Q-Qué pasa? ¿me veo mal? -pregunté.
-Te vez bellísima -me tomó de la mano -idéntica a tu madre.
-Gracias -me sonrojé. 
-Ya hay que bajar, los dejé a todos con la intriga de mi linda sobrina.
-Okey pero tengo que decirte que estoy muy asustada -apreté su mano y puse mi cara más amable aunque quisiera vomitar. 
-Tranquila no van a comerte...creo.
Me reí.
-Eso no me tranquiliza para nada.
Me sonrió.
-Pero la risa libera la tensión.

Bajamos las escaleras y caminamos al comedor pero antes de llegar nos detuvimos.

-Espera un momento -me dijo mi tío dejándome allí "escondida" mientras él avanzaba hacia los demás. No pude hacer nada mas que juguetear con mis manos mientras pensaba en la cara que pondría Jarek al verme...¿estaría molesto por la última vez? ¿ya no querría verme? Me estremecí.

-Bueno ahora que están todos presentes -comenzó a decirles mi tío -es hora de que conozcan a la hija de Nora -a la distancia me sonrió y me extendió su mano en señal de que avanzara. Respiré hondo y caminé hacia él haciendo acto de presencia.  

-Ella es la persona tan especial de la que les hablé y a la que tanto querían conocer -sonrió haciendo que todos posaran su vista sobre mí. Pero no me importaron las miradas de todos los demás, solo me importó una, la de Jarek.
Jarek estaba allí, y como en una película volteó a verme con lentitud y pasaron segundos en los que aún no se lo creía, en los que me miró como si aquello fuera un mal chiste, pero en realidad si era un mal chiste del destino.
Por mi parte no pude dejar de ver sus ojos negros.  

-¿Es ella? -preguntó una mujer muy guapa, de cabello negro y de vestido rojo que se encontraba sentada junto a Jarek. 
-Ella, se llama Lauren -le corrigió mi tío -y si, ella es la hija de Nora, y ahora parte de la familia.
-Pues no es la gran cosa -dijo con autosuficiencia.
Woah. Si que me aborrecía con tan solo verme.

Izan se levantó y caminó hasta estar junto a mí y de inmediato me sonrió.
-Pues yo creo que tienes competencia Tessa, porque Lauren es bastante linda, diría que incluso más que tú.

La mujer me destrozó con la mirada.
-Gracias por aclarar ese punto Izan -dijo mi tío.
-De nada -volvió a sentarse.
-Eres idéntica a Nora -sonrió un hombre de cabello cano.
-G-Gracias.
Desvié la mirada a mi tío, aquellas miradas me hacían sentir incómoda.
Izan volvió a observarme y pasó su mano por su cabello rubio.
-Ahora entiendo porque me agradabas tanto, prima -desvió la mirada a Jarek -hey, ¿no le darás una cálida bienvenida?
-Claro -Jarek había salido de ese momento de shock, se apresuró a ponerse de pie hasta estar frente a mí y en un rápido movimiento me dio un beso en la mejilla.
-Tienes mucho que explicarme -susurró con una sonrisa.
Me quedé estupefacta. Después se limitó a entregarme una copa de vino y alzó otra copa.
-Bienvenida a la familia humanita. 
Estaba sorprendida pero no pude evitar sentir cierta calma al recordar aquellos tiempos, y sin pensarlo sonreí y a su vez Jarek también lo hizo.
-¿Nos perdimos de algo? -preguntó nuevamente la mujer. 
-Nada Tessa -le dijo Jarek con cinismo y bebió de su copa para después observarme -...pero bueno, siéntate.
Jarek me tomó de la mano y me condujo hasta el asiento continuo al suyo. Mi tío también se sentó. 
-Mira Lauren -prosiguió mi tío -el hombre que está a mi lado es Cyrus y es el padre de Jarek.
-Encantada -sonreí.
-Igual -su voz era muy gruesa y él en si era muy parecido a Jarek solo que con unos años más. Y con mirarlo no supe descifrar si le había agradado o no.
-A su lado está Jarek, y creo que no hace falta decir nada de él -dijo con indiferencia mientras Jarek me guiñaba el ojo -y la que sigue es Tessa, la demonio de la soberbia.
Ah claro, ahora tenía sentido, la mujer que tan mal me había juzgado y que claro, justo ahora no decía nada.
-El que sigue es Luca, el demonio de la pereza. 
-Hola -saludé a un chico de ojos marrón, cabello del mismo color y de edad muy similar a la mía.  Él me observó con flojera y solo me saludó con un movimiento de mano. 
-A Izan el demonio de la envidia ya lo conoces -volvió a decir con indiferencia mientras este me saludaba con un coqueteo -el hombre de allá es Anxo, el demonio de la ira.
-Un gusto -le sonreí a un hombre de barba de candado y unos ojos que me provocaron un escalofrío.
-No sé que tiene de bueno esto -dijo serio.
Me quedé callada.
-Después tenemos a Gerald el demonio de la Avaricia.
-Hola -saludé a un hombre de la edad de mi tío, que me pareció del tipo de personas que solo se limitan a observar y analizar la situación.
-Un gusto -me dijo con la misma seriedad.
-Y por último esta Benedict el demonio de la Gula.
-Hola Benedict -saludé al hombre de pelo canoso.
-Hola Lauren -me sonrió -pero por favor llámame Ben.
Me alegré al saber que era el único que me saludaba con cordialidad. 

-Ahora que todos nos conocemos, comamos. 
Hubo un enorme silencio mientras algunas empleadas dejaban los platos sobre la mesa y aunque lo disimulaban me miraban de reojo. 
Empecé a comer en silencio, y debía admitir que aquello era delicioso... sin embargo, el silencio que reinaba me estaba haciendo perder el apetito, tal vez debí haber pensado dos veces el estar en ese lugar.

-Y Lauren -repentinamente me habló el padre de Jarek, el tal Cyrus -¿cómo va todo en el mundo humano? 
-Todo normal -sonreí -estoy estudiando la preparatoria.
-Que bueno ¿y tu padre cómo está? 
-Bien -tomé un bocado y noté que Jarek me miraba.
-Es que Lauren se mudó a otro lugar y ya no habla mucho de él -dijo mi tío. 
-¿En verdad? -preguntó el padre de Jarek.
-Si -sonreí débilmente -me ofrecieron una beca en una buena escuela y decidí tomar la oportunidad
-Ah -sonrió -¿entonces ahora vives sola?   
-S-Si, aunque no estoy sola, conocí a nuevas personas. 
-Como Asher ¿no? -sonrió mi tío.
Asentí. 
-Oh si, seguro es un chico muy alegre -se burló Jarek.
Lo observé.
-Seguro él pensaría lo mismo de ti -le respondí.
Jarek sonrió y siguió comiendo.
A si que en verdad nadie sabía que nos habíamos visto hace poco.

-Oye Lauren -la mujer llamada Tessa me observó.
-¿Si? -intenté concentrarme en ella.
-Desde hace un rato noté una cosa.
-¿Y qué es? 
-Tal vez sea mi imaginación pero ¿Jarek y tú se conocen desde tiempo atrás?
-Ah... si -sonreí y observé a Jarek que ocultaba una sonrisa. 
-De hecho -dijo Jarek -Lauren y yo...
-Ellos se conocieron en la Tierra -interrumpió mi tío.  
-Si yo también estuve allí -agregó Izan.
-Y los tres nos llevábamos tan bien -ironizó Jarek.
Me reí sin poder evitarlo al igual que Izan y que Jarek. Pero esas risas se vieron interrumpidas cuando alguien azotó las manos en la mesa.

-Lo siento -el demonio de la ira se levantó de golpe -no quiero echar a perder su diversión pero no pretendo seguir siendo participe de estas tonterías, ustedes saben que desde el principio yo no estuve de acuerdo con que la sobrina de Dimitri viniera a nuestro hogar. Si la quieren tener aquí por un tiempo bien pero yo no tengo por qué congeniar con ella.
-Anxo para -lo reprendió mi tío.
-No tranquilo -sonreí -él tiene derecho a no quererme aquí.
-Que bueno que lo entiendes niña -me observó con superioridad -me retiro -entonces salió de la casa.
-Apoyo a Anxo, una chica humana no tiene nada que hacer aquí -Tessa también se levantó y se fue.
-Bueno era obvio que se irían, son tal para cual -soltó Jarek mientras seguía comiendo tranquilamente.
-¿Y alguien más quiere irse? -preguntó mi tío, pero ninguno de los presentes se movió.
-Bien -siguió comiendo y a la vez todos lo hicimos.