El trayecto al centro comercial no era muy largo, veinte minutos cuando mucho.
-¿Y cómo ha estado Luce? -le pregunté.
-Bien -hizo una mueca -ella mejoró su comportamiento después de que te fuiste, aún así la siento extraña.
-¿De qué hablas?
-No sé...parece un poco triste últimamente.
-Oh -desvié la mirada hacia el paisaje...aún con todo lo que había pasado, me importaba.
-¿Sabes? Podrías charlar un rato con ella sobre lo que le pasa.
Lo observé.
-Si, lo haré -le sonreí -después de todo aún me preocupo por ella...
Escuché que se rió.
-Siempre tan amable con los demás.
-No me molestes -me avergoncé.
Volvió a reírse.
-Por favor, podrías llamar a Amelia para saber dónde están -me pidió.
-Sip -mi papá me dio su teléfono y yo le marqué a Amelia. Pronto su familiar voz respondió.
-Hola amor -contestó ella
-Hola cariño -contestó mi papá aún con las manos en el volante.
-¿Pasó algo?
-Bueno...voy en camino al centro comercial -me sonrió -les tengo una sorpresa.
-¿Una sorpresa? -se oía emocionada.
-Si, por favor esperen en la entrada del centro, llegaré en unos diez minutos.
-De acuerdo, aquí nos vemos pero ¿no puedes adelantarme una parte?
Mi papá y yo intercambiamos miradas.
-No Amelia, solo te diré que es algo que no te esperas... Pero sin duda hoy será un día inolvidable.
-Eso me da mucha curiosidad -soltó una risa.
-Pues bien, nos vemos en...En un segundo el celular se me cayó.
No pude reaccionar de inmediato, pero di gracias de que llevará puesto el cinturón de seguridad cuando mi cabeza golpeó contra la ventanilla y observé a aquel camión que acababa de chocarnos... para ese momento algunos fragmentos de vidrio volaron dentro del auto y un golpe seco hizo que el auto se detuviera...
Un pitido en mi oído derecho empezó a fastidiarme. Me revolví en mi asiento y volteé al de mi papá quien estaba inconsciente pero aún respiraba, aunque tenía una herida en la frente.
Mi vista era borrosa pero alcancé a distinguir al camión del lado de mi papá.
Ese pitido seguía en mi cabeza.Me desaté el cinturón de seguridad y con dificultades abrí la puerta, en cuanto puse un pie fuera me caí clavándome más vidrios.
Tenía que pedir ayuda para mi papá.
Me apoyé en la parte delantera del auto y caminé hasta el camión.
Justo cuando estaba allí tambaleándome, la puerta se abrió y un hombre descendió.
-¿Está bien? -le pregunté con un gran mareo.
Él se acercó a mí y me observó por un minuto.
-¿Eres Lauren? -su voz era ronca.
-Si... -me extrañó que supiera mi nombre.
-Lamento esto, pero tengo que hacer lo que me ordene -sacó una navaja y yo intenté retroceder pero me tomó del cabello y la misma sensación de hace tanto tiempo recorrió mi espalda.
Una acuchillada.
Me sujeté de su brazo, ya ni siquiera podía verlo claramente.
Con suavidad me dejó caer en el piso y lo vi alejarse por el camino...
Cerré los ojos.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Narrador:
Los siete demonios, el padre de Jarek y Dimitri caminaban en silencio hasta el elevador...
Todos entraron con orden. Dimitri apretó el único botón rojo y las puertas se cerraron llevándolos algunos pisos debajo.
-¿Y dónde está Lauren? -le pregunté el padre de Jarek a Dimitri.
-Fue con su papá -interrumpió Jarek con el mimo rostro serio que siempre le mostraba a ese hombre.
-Me hubiera gustado pasar tiempo con ella, antes de que se marchara -sonrió.
Jarek se rió incrédulo.
-Nunca.
-Ya basta -le reprochó Dimitri -no es lugar para sus peleas.
Jarek rodó los ojos y no dijo más.
Para ese momento las puertas volvieron a abrirse y todos salieron. El lugar era un salón muy bello, de estilo victoriano... caminaron por un pasillo que cada vez se volvía más oscuro y pronto cruzaron el umbral que los llevaría hasta el jefe.
Del otro lado había más pasillo, solo que en este se podían oír muchos gritos lamentándose.
Cualquier individuo habría salido huyendo de ese sitio pero los siete demonios ni se inmutaron, estaban acostumbrados a oír tantas almas en pena.
El calor subió de intensidad cuando llegaron a un cuarto oscuro que en un segundo se iluminó con once velas, cada uno en un asiento alrededor de una mesa negra.
¿Once? Todos se sorprendieron de ver una más. Siempre había existido una vela por cada uno de los nueve invitados, más el jefe.
-Dimitri, Cyrus ¿por qué hay once velas? -preguntó Tessa.
Ninguno de los dos supo contestar.
Todos tomaron asiento dejando dos lugares vacíos.
Pronto solo hubo uno, cuando el jefe apareció. Dejando ver su aspecto indescriptible y terrorífico.
-Bienvenidos mis demonios -su sonrisa blanca destacaba ante toda su deformidad.
-Gracias jefe -saludó Dimitri y después el padre de Jarek.
-Ahora que están aquí tenemos asuntos que atender.
-Si, antes de eso -Jarek lo interrumpió -¿por qué hay un lugar más?
-Jarek -lo reprendió Dimitri por su osadía.
El jefe se rió.
-Mi demonio favorito -repentinamente se encontraba tras de él -este lugar es para un invitado que tendremos muy pronto, pero aún lo estoy esperando.
-¿Tú esperando? -se burló Jarek.
-Lo sé, es algo inaudito. Pero este invitado es especial.
Todos se sorprendieron de que el jefe actuara así.
-Bien -volvió a su lugar -¿cómo va todo demonios míos?
-Todo va estupendamente señor -le dijo Dimitri -cada demonio ha estado cumpliendo con su deber castigando las injurias de los humanos.
-Bien...¿y tu sobrina? -sonrió malicioso.
-Ella volvió a la Tierra.
-Que lástima, me hubiera encantado conocerla en persona -lo miró severo -pero bueno, los llamé aquí porque quiero saber qué han hecho últimamente para cumplir su labor -el jefe observó a sus demonios -Anxo dime algún acto que hayas castigado últimamente.
-Realmente no hice nada sobresaliente, todo lo hicieron los propios humanos -dijo con la misma expresión que siempre tenía -una pareja peleaba en demasía hasta que un día la mujer terminó asesinándolo, ahora esperamos su alma.
-Esa alma suena deliciosa -se regosijó en su asiento -¿y tú Tessa?
-Un alma nueva llegó, un senador que había triunfado en todo se volvió desagradable para los demás y terminó siendo asesinado por un miembro de su propia familia.
-No suena mal -observó a su siguiente demonio -Luca.
-No he hecho mucho -bostezó -un hombre tenía solo una pequeña cosa hacer y no lo hizo. Tenía que arreglar una fuga de gas en su casa y la pereza le ganó...su alma está por llegar.
-Estos humanos tan indolentes -se burló el jefe -Gerald ¿qué tienes para mí?
-Un empresario tenía a sus empleados viviendo como esclavos...lo obligué a entregar su fortuna y terminó suicidándose.
El jefe soltó una risa de diversión.
-¿Y tú Benedict?
-Un hombre con un problema de alcoholismo está por fallecer, tiene cirrosis y cáncer de boca, lo esperamos dentro de tres días.
-¡Excelente! -observó al siguiente -¿y tú Izan?
-Dos mujeres muy bellas se envidiaban la una a la otra pero todo empeoró cuando se enamoraron del mismo hombre y una de ellas terminó asesinando a la otra. Su alma ya esta aquí...la otra se siente culpable día y noche así que pronto la tendremos aquí.
-¡Genial! -el jefe se enfocó en Jarek -¿y tú mi demonio favorito? ¿qué sorpresa me tienes?
-No es nada excepcional, un caso más de un hombre pero no creo que su alma llegue pronto...
-¿Y eso por qué? -preguntó curioso.
-Porque él es adicto al sexo y en una de tantas veces se contagió de sida y otras enfermedades, pero no quiere atenderse entonces creo que es mejor verlo sufrir un buen tiempo antes de traer su alma -dijo con desinterés.
Le aplaudió lentamente.
-Ese tipo de castigo lento y tortuoso me encanta, entre más sufran mejor.
-Gracias jefe -Jarek se sintió bastante mal de recibir tal halago ¿qué pensaría Lauren si supiera lo que hacía? Si supiera lo terrible que eran los siete demonios tras esa apariencia de tranquilidad que le mostraban a ella.
-Solo quería informarme acerca de todo -el jefe parecía contento de tan buenos logros -ya pueden irse.
Todos se levantaron excepto Jarek.
-Yo necesito hablar con usted jefe -Jarek lo observó con seriedad.
-De acuerdo.
Esperaron a que todos salieran y entonces el demonio de la lujuria se armó de valor.
-Dime mi demonio ¿qué se te ofrece?
-Quiero pedir permiso para vivir con Lauren, en la Tierra -observó los vacíos ojos del jefe.
-Está bien.
-¿En serio? -se sorprendió de la facilidad con la que había aceptado.
-Si -se levantó de su asiento y empezó a acariciar el cabello del demonio -mientras cumplas con tus obligaciones no me importa que intentes tu primera relación amorosa, además ella es familia y es igual que nosotros así que no le veo el problema.
A Jarek le dieron escalofríos de aquel tacto.
-Gracias por aceptar.
-Pero eso si -se sentó de nuevo en su lugar -no descuides tu labor o tomaré medidas en contra ¿de acuerdo?
-De acuerdo.
-Y alguna vez trae a esa chica. Me encantaría charlar con ella.
-Alguna día lo haré -sonrió y rápidamente se levantó -nos vemos jefe.
-Hasta pronto Jarek.
Este salió del cuarto ignorando que el jefe aún conservaba esa diabólica sonrisa.-Señor -un sirviente apareció en el lugar -su visita ha llegado.
-Justo a tiempo. Hazla pasar.
-Enseguida -salió del cuarto cerrando la puerta tras de sí. Y en menos de unos diez segundos alguien tocó la puerta.
-Pasa -dijo el jefe.
Una chica de cara confundida entró con cautela, deteniéndose en la entrada. El jefe la observó desde su asiento como si estuviera a punto de devorar a su presa.
-Me alegra que hayas llegado, tenía muchas ganas de conocer a la persona que le robó el corazón a Jarek.
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Demonio
Romance"El infierno puede ser divertido si estás con el demonio correcto". -Tú me invocaste -me observó con una sonrisa realmente atractiva y llena de malicia -ahora disfruta las consecuencias. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Lauren es una chica con una vida norm...