23.Pelea.

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-Aquí tienes -Jarek me entregó una charola con una hamburguesa y unas papitas fritas.
-Gracias -me metí una papita a la boca.
-Por ahora -empezó a decir Jarek -tendremos que pasar más tiempo juntos.
-Lamentablemente si -le respondí.
Sonrió.
-Ya veremos cómo seguir investigando -dijo -mientras nos divertimos un poco.
-Nunca -mordí mi hamburguesa y nuevamente hubo silencio.

-¿Desde cuando son amigos? -preguntó Jarek.
-Años... desde la primaria -sonrió Nico recordando esos tiempos -aunque antes ella vivía más lejos y nos conocimos en la escuela, cuando me defendió de los más grandes...justo como lo hace hasta ahora.
-Eso no es cierto -reí -bueno tal vez un poco... pero cuando todos se enteran que soy hija de un policía me... respetan de alguna manera.
-Además de que en ese tiempo práctica defensa personal -agregó Nico.
-Eres una caja de sorpresas -Jarek me miró coqueto.
-Lo sé -me levanté de la mesa -voy al baño, ahora vuelvo.

Caminé a la puerta color rosa y me quedé parada junto al lavamanos y saqué mi celular. La verdad que lo único que quería era poder buscar el regalo de cumpleaños de mi amigo.
Comencé a navegar en una página y encontré una tienda de discos donde encontraría uno de Foster the people, su grupo favorito. No estaba muy lejos de mi casa, lo único que necesitaba era deshacerme de esos dos, mínimo de Nico porque quería que fuese una sorpresa.
Guardé el celular y comencé a planear algo para poder escaparme de esos dos.

Entonces unas chicas muy risueñas entraron al baño.
-No puedo creer que golpeara a un extraño -rió una -¿crees que sean novios?
-Espero que no -contestó la otra -porque aunque el pelirrojo no está de muy buen ver, el de pelo negro está guapísimo.
Las miré por un segundo. No se podían referir a mis compañeros ¿verdad?

Inmediatamente guardé mi celular y me dirigí fuera donde había una gran multitud reunida.
¿Qué había pasado? Solo me había ido por cinco minutos.
Me acerqué a una chica que observaba el espectáculo.
-¿Sabes qué pasó? -le pregunté.
-No estoy segura pero parece que un idiota insultó a un pobre chico y su novio lo defendió.
-Ya veo -lo bueno que no sabía bien.
Me acerqué a donde estaban todos reunidos y los vi. Jarek y otro sujeto se miraban fúricos, además el otro tenía un golpe en la mandíbula y Nico tenía una cara de espanto.
Un hombre mayor se acercó a los tres.
-Soy el gerente y les ordeno que se vayan de este establecimiento, aquí no permitimos este tipo de espectáculos.
-Cierra la boca anciano -le dijo el que tenía el golpe.
El hombre se indignó y sacó un teléfono.
-Policía, necesito una patrulla.
Ah no, Nico no iba a terminar en la cárcel por culpa de los otros dos.
-Disculpe -me acerqué al gerente llamando la atención de Jarek y Nico.
-¿Y esta qué? -gruñó el chico pero lo ignoré.
-No llame a la policía, yo me llevo a mis amigos ahora mismo, por favor -lo miré suplicante.
Se lo pensó un momento.
-Está bien prefiero evitar problemas, pero váyanse ahora mismo y no vuelvan.
-Gracias -le sonreí y caminé hacia Jarek.
-Vámonos -lo tomé del brazo.
-¿Así de fácil? -me miraba furioso.
-Si.
-Tal vez no lo sepas pero él -señaló con agresividad al otro -insultó a tu amiguito y lo llamó marica pero eso es lo de menos...me insultó a mí y voy a golpearlo.
-No -lo tomé fuertemente -no vamos a terminar en la cárcel.
-Hey -el chico me tomó bruscamente y me hizo voltear a verlo -mira preciosa no te metas en cosas de hombres.
Que idiota.
Ese tipo había insultado a Nico ¿no?
Lo miré por un segundo y en un arranque lo golpeé en los bajos haciendo que muchos de los presentes sintieras empatía por el dolor que le había provocado.
El sujeto se dobló de dolor en el piso.
-Ese fue por mi amigo -observé a un muy sonriente Jarek y un risueño Nico. Los tomé de las manos y salimos de allí, subiendo al automóvil.
Entonces ambos estallaron en una carcajada.

-Ya basta -me quejé mientras avanzábamos en el camino.
-No puedo creer que lo golpearas en los testículos -se rió Jarek.
-Tú dijiste que insultó a Nico.
-Así fue -dijo mi amigo -y ahora me doy cuenta de que no importa el tiempo que pase, aún me sigues defendiendo. Gracias Lauren.
Lo miré y no pude evitar reír al recordar la cara del sujeto.
-¿Lo vez? -sonrió Jarek -te logré cambiar aunque sea un poquito.
Lo observé.
-No te admires tanto, yo también logré cambiarte un poco.
-¿De qué hablas?
-Hice que no lo golpearas y además defendiste a mi amigo por voluntad propia.
Rodó los ojos.
-No me lo recuerdes.
-Por cierto, ¿pueden contarme exactamente lo que pasó?
-Ese imbécil -comenzó Jarek -apareció cuando te fuiste e intentó besar a Nico lo cual me pareció interesante al principio pero después insinuó cosas de nosotros y me cabreó.
-Ya...
-Así que lo golpeé -dijo orgulloso.
-Eso no era necesario -dije
-Créeme que si.
-Bueno ya quedó atrás, solo volvamos a casa y evitemos más problemas.

...

Media hora después dejamos a Nico en su casa.

-Cuídate -moví mi mano en forma de despedida.
-Adiós -nos sonrió.
Entonces Jarek arrancó de nuevo.
-Ahora vamos a tu casa.
-No, necesito ir a una tienda de discos.
-Entonces iré.
-¿No tienes nada qué hacer?
-No, hoy no.
-Está bien.
Lo dirigí a la tienda de discos y quince minutos después nos encontrábamos buscando el disco de Foster the people.

-¿Entonces es su regalo? -preguntó Jarek viendo un disco de no sé que grupo.
-Si, es su grupo favorito.
-Que bueno amiga eres -me abrazó y yo me tensé.
-Solo busca el disco.
-Claro pero...ahora que nos tomará más tiempo buscar a quien me invocó...¿cuándo me dirás tu miedo?
Lo observé.
-Nunca -me puse seria y seguí buscando.
-Lo prometiste.
-Si, pero después de todas las cosas malas que me hiciste ya no quiero.
-Si me cuentas, te digo el de tu hermana.
-No quiero saber -dije aguantando la curiosidad.
Me abrazó nuevamente por detrás.
-Su miedo es la soledad -susurró y lo observé -tiene miedo de perder todo lo que ama.
-Supongo que eso se nota un poco.
-¿Un poco? -se burló.
-Ya deja de hablar de su privacidad.
-Entonces dime el tuyo.
-No -por fin encontré el disco -vámonos, lo encontré.
Nos dirigimos a la caja a pagar y después volvimos al auto.

-¿Qué es el regalo que le darás a Nico? -pregunté curiosa mientras Jarek conducía.
Sonrió juguetón.
-Un chico.
-¿Qué? -lo miré asustada.
-No te asustes, será una cita con un chico muy majo que conocí en la escuela y no sé, podrá divertirse y tener sexo con él.
-Oye, Nico no es así -fruncí el ceño -él no quiere acostarse con nadie, quiere alguien a quien amar.
Bufó.
-Él sexo es mucho mejor que el amor.
Lo miré pensativa.
-¿Al menos sabes qué es el amor?
-No necesito saberlo, para mí el sexo es más que suficiente -me observó -pero yo te preguntaría ¿tú sabes lo que es el sexo?
-No necesito saberlo -me burlé -para mi el amor es más que suficiente.
-¿Te atreves a usar mis propias palabras contra mí? -alzó una ceja.
-Tú empezaste.
Solo se rió.
-Volvamos al tema -le dije -Nico no aceptará eso.
-Ya veremos.
-Bueno...es tu regalo así que tú sabrás -me relajé en el asiento.
-Ya verás que le encantará.

Nos quedamos en silencio y pronto llegamos a mi casa...

El atardecer estaba en su último punto, pronto oscurecería pero al menos me encontraba devuelva en mi hogar, entré por la puerta principal y encontré a mi papá sentado en el sillón.
-Hey ¿qué haces aquí tan temprano? -me senté junto a él.
-Me dieron ganas de venir antes a casa -parecía más serio de lo normal.
-Que bueno, podemos pasar un rato juntos.
-Si.
Lo observé fijamente...
-¿Qué te pasa papá?
Guardó silencio un momento.
-Confío en ti y en que te sabes cuidar sin embargo, debo protegerte de quien quiera lastimarte.
-No entiendo de qué me hablas.
-Lo que digo es que quiero saber ahora mismo ¿quién es realmente Jarek?
Abrí la boca.
¿Qué sabía mi papá sobre ese demonio?

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora